Transparencia y control social

pero aunque se esté hablando de lo mismo, encontraremos que “transparencia” siempre aparece mencionada más veces que “corrupción”. Es un típico caso de uso de eufemismo. Un eufemismo es una palabra o expresión “políticamente aceptable” o menos ofensiva que sustituye a otra...

pero aunque se esté hablando de lo mismo, encontraremos que “transparencia” siempre aparece mencionada más veces que “corrupción”. Es un típico caso de uso de eufemismo. Un eufemismo es una palabra o expresión “políticamente aceptable” o menos ofensiva que sustituye a otra palabra de mal gusto o tabú, que puede ofender o sugerir algo no placentero o peyorativo al oyente.Pero no vamos a ocuparnos ahora de eufemismos, sino de la corrupción y la eufemística transparencia, precisando que no se trata de esa propiedad óptica de la materia (transparente, translucida u opaca), sino de esa degradación, principalmente de la función pública y que es aparentemente preocupación de todos los gobiernos. Aunque muchas veces tal preocupación no  se manifieste sino “de dientes para afuera”.Es que en la lista consolidada de temas que  fueron abordados en la “Cumbre” de organizaciones sociales, donde la corrupción (o más bien la transparencia, aunque es hablar de lo mismo) mereció los últimos diez de los 148 temas tratados.  Algunos de tales temas llaman poderosamente la atención, principalmente estos:-  Elaborar la Ley de Control Social y su reglamento con la participación de sectores sociales.- Ley de Extinción de Dominio.- Ley de Creación de un Banco de Datos para la Regulación de Personas que cometieron delitos que afectaron al interés o patrimonios del Estado y sancionar con la prohibición de ocupar algún cargo público o ser candidato.Cada una de esas conclusiones demandará mucho trabajo efectivo para no quedar simplemente como enumeración de buenas intenciones, que es fácil, pero precisamente dicen que con ellas está empedrado el camino al infierno. Reglamentar el Control Social, pero no para inhibirlo sino precisamente para que deje de ser un concepto ambiguo, es algo muy importante a la hora de reconstituir un Estado y se supone que eso es precisamente lo que estamos haciendo, aunque no con mucho éxito.El control social aparece en todas las sociedades como un medio de fortalecimiento y supervivencia del grupo y sus normas. Aquí, en Bolivia, ya hemos hablado mucho de eso, pero en la práctica la sociedad civil sigue careciendo de procedimientos eficientes que le permitan controlar a quienes están encargados de administrar los intereses de la sociedad, o sea los gobernantes, en todos sus niveles.Parta rematar con sabor local, recordemos que según quienes están a cargo de eso en Tarija, el año pasado las oficinas de “transparencia” recibieron 71 denuncias, o sea 19 menos que el año anterior.Dicen que eso fue porque ahora las denuncias se han descentralizado hacia municipios. Necesitamos verdadero control social para verificar si fue por eso, o porque las denuncias no fueron bien atendidas y procesadas.Definitivamente, hay que mejorar el control social, reglamentarlo y volverlo eficiente.Y esa es solo una de las 143 recomendaciones de la Cumbre. Hay trabajo para rato.

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