El oro como protagonista

que desde hace siglos tiene a los hombres haciendo casi todo por conseguirlo y acumularlo: el oro.Es tan fuerte esa relación del hombre con este metal (hoy más que nunca “precioso”) que en la antigüedad algunos creían que ingerir sus alimentos diarios servidos en platos de oro podría...

que desde hace siglos tiene a los hombres haciendo casi todo por conseguirlo y acumularlo: el oro.Es tan fuerte esa relación del hombre con este metal (hoy más que nunca “precioso”) que en la antigüedad algunos creían que ingerir sus alimentos diarios servidos en platos de oro podría prolongar su tiempo de vida y retardar el envejecimiento. También durante la gran peste negra en Europa algunos alquimistas pensaron que podrían curar a los enfermos haciéndoles ingerir oro finamente pulverizado.Esas son supersticiones. Pero lo que no tiene ni pizca de superstición ni de mito es el precio actual del oro en los mercados internacionales, donde ayer había llegado a los 1.800 dólares por onza. Eso no tiene nada de misterioso. El oro subió a un máximo histórico el jueves impulsado por la lentitud del crecimiento en el que todavía algunos llaman “mundo desarrollado” y a un informe que mostró una aceleración de la inflación en Estados Unidos y la falta de una resolución de la crisis de la deuda europea.Por eso fue que los activos como acciones, bonos corporativos, materias primas industriales y las monedas con altos rendimientos caían por una mayor aversión al riesgo que beneficiaba al oro y a otros metales preciosos.En medio de esta renovada “fiebre de oro”, el presidente venezolano, Hugo Chávez, anunció la “nacionalización de la industria del oro mediante una nueva ley que firmará próximamente con el objetivo de incorporar la producción aurífera a las reservas internacionales de la nación. Todo esto como reacción a la crisis de la deuda en los Estados Unidos y a los temores por una recesión mundial.Según Chávez, en la zona sur del río Orinoco (sur de Venezuela) existe “una de las reservas de oro más grandes del mundo”, además de importantes yacimientos de piedras preciosas, coltan, diamantes, bauxita y hierro.“Vamos a nacionalizar el oro y vamos a convertirlo entre otras cosas en reservas internacionales porque el oro sigue incrementado su valor (...) y no podemos permitir que se lo sigan llevando” declaró el mandatario venezolano.Tal parece que está cundiendo en todo el mundo la aurantrofobia, que es el miedo al dinero, que va estrechamente relacionado con el casi patológico amor por el oro.Gracias a esa decisión de Chávez nos enteramos que las reservas monetarias de Venezuela son de 29.000 millones de dólares y están depositadas en el Reino Unido, Panamá, Estados Unidos, Alemania, Francia y Suiza. Y esa información, con detalles sobre los porcentajes de las reservas venezolanas depositadas en cada país, circuló por el mundo como noticia de agencia.Y no es que no nos interese, pero mucho más nos afecta y nos importa conocer cuál es la situación real, actualizada, de las reservas internacionales bolivianas.Antes de que a nosotros también nos ataque la aurantrofobia.

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