Mientras el dolor se mantiene

No todas coherentes, pero eso tampoco es raro, porque no faltarán quienes crean que hay que hacer bloqueos de caminos o paro de labores. Lamentablemente esos se han vuelto “recursos” para todo.Pero comienzan a surgir también opiniones bien fundamentadas, que deberían ser tomadas en cuenta...

No todas coherentes, pero eso tampoco es raro, porque no faltarán quienes crean que hay que hacer bloqueos de caminos o paro de labores. Lamentablemente esos se han vuelto “recursos” para todo.Pero comienzan a surgir también opiniones bien fundamentadas, que deberían ser tomadas en cuenta y aplicadas, para que no se diluya la conmoción causada por esa tragedia y la próxima nos sorprenda sin haber avanzado nada para evitarla. Más aún, lo ideal es que no haya “la próxima”. De eso se trata.El teniente coronel Freddy Gordy, director de Seguridad Ciudadana de la Gobernación, por ejemplo, tiene ideas claras y precisas sobre esto y es que “de transporte, además de las autoridades, mejoren sus controles y selección de conductores para los buses”.En cualquier accidente automovilístico, en cualquier parte del mundo, siempre hay dos causas principales: falla la máquina o falla el conductor. Cuando existe negligencia o simplemente pereza para investigar se suele apelar a las “fallas mecánicas”, pero la ingeniería automotriz existe, es dinámica y busca constantemente mejorar la eficiencia de las máquinas.Muchos creemos que son mucho más frecuentes las “fallas humanas” que las “fallas mecánicas” y en eso coincidimos con el coronel Gordy quien, además de su formación profesional parece que tiene vínculos familiares con el tema del transporte público.Muchas de esas fallas humanas, además, son resultado de negligencia, o de ignorancia, como esa de forzar el organismo conduciendo un vehículo sin haber dormido suficiente o bajo el efecto del alcohol.Una situación frecuente (porque todos viajamos en buses interdepartamentales) es que el ayudante supla al conductor “oficial”, porque así, practicando “aprende”. ¡Qué peligro!Si las autoridades y las empresas que viven del transporte de pasajeros actuaran con madurez y con la responsabilidad que deberían tener (a la buena o a la brava) muchas de las situaciones de riesgo que generan accidentes se podrían detectar y evitar. Revisando a conciencia las máquinas y también a quienes las manejan.Por supuesto que siempre existirán riesgos imprevisibles, pero estos deberían ser mínimos.Si a esas precauciones se le suma una revisión periódica del estado de las vías y un mantenimiento elemental, veríamos que los disminuirían, sin necesidad de hacer paros, bloquear carreteras ni asumir similares comportamientos que, lamentablemente, se han vuelto muy comunes entre nosotros.Que el coronel Gordy no deje su buen criterio en meras declaraciones a la prensa y también actúe, para que sus buenas ideas  se concreten en medidas reales, aplicables, útiles.Y que no se queden todo otra vez en buenas intenciones, porque ya sabemos que las obras son amores y no las buenas razones.Que el dolor que sentimos por la pérdida de esas vidas en la Cuesta de Sama no se mitigue hasta que hayamos hecho algo para evitar efectivamente otras tragedias.

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