El sentido común internacional

Hoy se me ha ocurrido referirme a un sentido común, hasta ahora inexplorado: el sentido común internacional. El ilustrado lector ya habrá entendido que en ningún tratado del antiguo Derecho de Gentes ni del  Derecho Internacional contemporáneo ni en ninguna enciclopedia especializada ni en...

Hoy se me ha ocurrido referirme a un sentido común, hasta ahora inexplorado: el sentido común internacional. El ilustrado lector ya habrá entendido que en ningún tratado del antiguo Derecho de Gentes ni del  Derecho Internacional contemporáneo ni en ninguna enciclopedia especializada ni en Wikipedia encontrará ni la mera noción “sentido común Internacional”. Y sin embargo muchos de los conflictos que se trenzan entre naciones, nacen, se deforman, magnifican y se agravan por falta de sentido común internacional.Reconozco que aquellos sabios internacionalistas se explayaron en sus buenos pensamientos sobre las relaciones entre países soberanos. Abunda en sus textos conceptos como la paz - como objetivo supremo la buena fe de los Tratados, la armoniosa vecindad, el concierto de las naciones, el pacto, el arbitraje, la conciliación, la solución pacífica de los conflictos y otros términos “tranquilizantes” para el mundo siempre en estado cataléptico. Pero ni Vd. ni yo encontraremos ni el concepto ni la definición del “sentido común internacional, Y sin embargo el asunto es de radiante actualidad. En particular, si se considera el estrambótico incidente ocurrido el pasado 17 de junio en el salar de Coipasa (Chile)  a unos dos kilómetros de la frontera con Bolivia.Tratando de explicar el hecho con la máxima simplicidad, 14 militares bolivianos traspasaron la raya boliviano-chilena conduciendo un vehículo “chuto” y, además, robado. Los carabineros del país vecino les detuvieron hasta que las autoridades bolivianas lograron rescatarlos y devolverlos a su cuartel del regimiento Camacho, Primero de Artillería, de Oruro. Sobre esta sencilla explicación se han producido numerosas reacciones generalmente desorbitadas, además de agravantes para las tensiones que se vienen produciendo entre ambos países.En efecto, una vez los hechos consumados, el Sr. Presidente Evo Morales dispuso una celebración en el cuartel del regimentó Camacho Primero de Artillería, de Oruro, para felicitar, condecorar y ascender de grado a los 14 militares - subtenientes, sargentos y soldados - protagonistas de la hazaña. En su arenga, el Presidente acusó a los policías chilenos de haber violado los derechos humanos de los detenidos. El Gobierno chileno tuvo la misma idea y destacó al subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla a la población norteña de Colchane en donde procedió a la felicitación de los siete carabineros que detuvieron a los 14 miliares bolivianos.Una de las curiosidades del asunto es que el malhadado encontronazo sucedió en un lugar de la frontera en el que militares bolivianos y carabineros chilenos tienen la misión de controlar el contrabando de “chutos”. Por un capricho de la suerte, Don Evo legalizó ese contrabando el pasado 8 de este mes de junio. Conclusión: éste es uno de tantos ejemplos de falta de sentido común internacional. Con lo cual creo haber probado mi extraña tesis sobre ese aspecto subestimado por los doctos internacionalistas.

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