Eros, Tánatos y el FMI

En la teoría psicoanalítica, basándose en dioses mitológicos griegos,  Tánatos es la pulsión de muerte, que se opone a Eros, la pulsión de vida. Las travesuras “eróticas” del presidente del FMI (reales o calumniadas) nos distrajeron momentáneamente de la función de esa entidad, que...

En la teoría psicoanalítica, basándose en dioses mitológicos griegos,  Tánatos es la pulsión de muerte, que se opone a Eros, la pulsión de vida. Las travesuras “eróticas” del presidente del FMI (reales o calumniadas) nos distrajeron momentáneamente de la función de esa entidad, que no tiene que ver propiamente con cuestiones eróticas, sino con que los países, especialmente los subordinados y sobretodo los periféricos, mantengan rígida disciplina para preservar un supuesto equilibrio monetario global.Los países europeos están siguiendo la receta del FMI y es evidente que no con resultados eróticos, sino más bien “tanáticos”.Pero vamos al grano. El FMI cree que la Latinoamérica debe prepararse para un potencial impacto de precios bajos de las materias primas. Como su forma es monótona y previsible, pide recortar gasto público, mantener una política monetaria restrictiva y guardar los ingresos extraordinarios para el futuro.Esto, obvio, no lo dijo Strauss Kahn, porque estaba ocupado en otros asuntos, lo dijo Nicolás Eyzaguirre , director del FMI para el Hemisferio Occidental, Nicolás Eyzaguirre, y lo dijo más o menos así: “La actual bonanza económica de América Latina podría finalmente terminar en una verdadera crisis a menos que los gobiernos de la región manejen la situación en forma adecuada.Ya sabemos que para el FMI “adecuada” quiere decir “sometida a Washington”.El economista chileno Nicolás Eyzaguirre dijo que los cimientos económicos de Latinoamérica “parecen estar en buena forma”. Sin embargo, instó a las autoridades monetarias a tomar medidas para impedir que sus economías se sobrecalienten a través del recorte del gasto público, la mantención de una política monetaria sólida y guardar lo máximo posible de las ganancias inesperadas de la actual bonanza como sea posible.Ahí está el meollo del asunto: “recorte del gasto público”, especialmente el gasto representado en prestaciones sociales como salud y educación y las inversiones por cuenta del Estado, porque para el FMI todo debería estar privatizado. Incluido el gobierno, por supuesto.Esas declaraciones de Eyzaguirre fueron formuladas en Rio de Janeiro, donde estuvieron reunidos funcionarios de bancos centrales, o sea, “su público”. Eyzaguirre habló de que la región podría ver sus monedas dramáticamente debilitadas como resultado de un impacto extranjero repentino, como la caída de los precios globales de materias primas o un inesperado y rápido aumento de la tasa de interés en Estados Unidos.En esa reunión de Rio seguramente estuvieron funcionarios del Banco Central de Bolivia. Y sinceramente dudamos que hayan osado contradecir a Eyzaguirre.Habrá que estar vigilantes, entonces, pues en todos los bancos centrales se siguen dejando influir por el FMI y no propiamente en cuestiones eróticas, sino también tanáticas, como esta de la cual finalmente nos pudimos ocupar hoy.

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