Denegación de auxilio
La situación económica de Tarija es más delicada de lo que a simple vista se aprecia en la calle, precisamente porque quienes más la sufren no están en las calles más visibles.



Se ha destruido y precarizado empleo y se ha recortado, sobre todo, en los servicios sociales. El Gobierno, guardián de todos los mecanismos de apoyo, no ha movido un dedo hasta ahora.