Tariquía, desafíos futuros
Después de uno de los bloqueos más largos que se recuerdan en Tarija, los comunarios de Chiquiacá culminaron una marcha que llevó hasta la plaza Luis de Fuentes el reclamo en contra de las petroleras y la decisión gubernamental de entregar la Reserva Nacional de Flora y Fauna a Petrobras...
Después de uno de los bloqueos más largos que se recuerdan en Tarija, los comunarios de Chiquiacá culminaron una marcha que llevó hasta la plaza Luis de Fuentes el reclamo en contra de las petroleras y la decisión gubernamental de entregar la Reserva Nacional de Flora y Fauna a Petrobras para su pertinente exploración.
Una mala planificación y algunos problemas internos de lo más surrealistas deslucieron el colofón. Los marchistas se adelantaron a la hora de ingreso prevista para la plaza Luis de Fuentes, y, todavía, el Cabildo se desarrolló aún antes. A la hora a la que se había acordado empezar: 17.00 horas, prácticamente se había terminado. Es posible que el agotamiento haya hecho mella entre los comunarios, pues no solo ha sido la marcha sino más de cien días sosteniendo un bloqueo ambicioso, pero en un momento crucial, convenía conservar la calma.
Las dudas generadas por las susceptibilidades sembradas o producidas parecen amenazar la unidad en torno a la resistencia. El Gobierno ha jugado la carta del agotamiento paralizando las obras civiles y fustigando sobre las necesidades de los proyectos de exploración que aumenten reservas.
En esto, el Vicepresidente Álvaro García Linera ha tomado el relevo en la vocería respecto al ministro Luis Alberto Sánchez. Mientras Sánchez nunca ha reconocido un error ni una necesidad urgente para justificar los proyectos más arriesgados o poco coherentes con el discurso de la “Madre Tierra”, sino que se ha apoyado únicamente en una ambición económica, listando millones de dólares posibles como gran objetivo; el Vicepresidente ha dado un giro “soberanista” y “liberador” para defender el derecho de Bolivia a explorarse y conocerse, y por tanto usarse. Desde el 6 de agosto viene señalando las bondades del modelo extractivista y la necesidad de sumar más reservas por cualquier vía. Eso incluye el tema de las Reservas Naturales como la de Tariquía y quién sabe si la justificación de la agresiva técnica de exploración no convencional conocida como “fracking” y para la que el Gobierno ya ha autorizado movimientos en el área de Miraflores.
En ese escenario, se prevé un redoblamiento de la presión contra los comunarios que rechazan el proyecto, quienes además han dejado de lado un documento esencial, como es la ausencia de Consulta Previa, procedimiento sobre el que el Gobierno justifica su actuación y que quedó demostrado no se ajusta a las condiciones de ley, pues no fue acompañado por el TED ni se ha identificado correctamente a los comunarios que apoyan el proyecto.
El exceso de celo de los comunarios, que no quieren verse utilizados, ha impedido también la inclusión del punto en el debate político en el marco de la campaña electoral que se viene desarrollando. Los partidos que quieren ser gobierno, por ejemplo, se están librando de hacer compromisos concretos al respecto más allá de incluir unas líneas vagas en sus programas electorales o hacer presencias testimoniales, pero rentables, en otros foros.
La defensa de Tariquía es sin duda un asunto complejo con demasiadas aristas y mucha artillería en contra. Pero lo cierto es que mientras hay resistencia, hay esperanza.
DESTACADO.- Desde el 6 de agosto el Vicepresidente viene señalando las bondades del modelo extractivista y la necesidad de sumar más reservas por cualquier vía.
Una mala planificación y algunos problemas internos de lo más surrealistas deslucieron el colofón. Los marchistas se adelantaron a la hora de ingreso prevista para la plaza Luis de Fuentes, y, todavía, el Cabildo se desarrolló aún antes. A la hora a la que se había acordado empezar: 17.00 horas, prácticamente se había terminado. Es posible que el agotamiento haya hecho mella entre los comunarios, pues no solo ha sido la marcha sino más de cien días sosteniendo un bloqueo ambicioso, pero en un momento crucial, convenía conservar la calma.
Las dudas generadas por las susceptibilidades sembradas o producidas parecen amenazar la unidad en torno a la resistencia. El Gobierno ha jugado la carta del agotamiento paralizando las obras civiles y fustigando sobre las necesidades de los proyectos de exploración que aumenten reservas.
En esto, el Vicepresidente Álvaro García Linera ha tomado el relevo en la vocería respecto al ministro Luis Alberto Sánchez. Mientras Sánchez nunca ha reconocido un error ni una necesidad urgente para justificar los proyectos más arriesgados o poco coherentes con el discurso de la “Madre Tierra”, sino que se ha apoyado únicamente en una ambición económica, listando millones de dólares posibles como gran objetivo; el Vicepresidente ha dado un giro “soberanista” y “liberador” para defender el derecho de Bolivia a explorarse y conocerse, y por tanto usarse. Desde el 6 de agosto viene señalando las bondades del modelo extractivista y la necesidad de sumar más reservas por cualquier vía. Eso incluye el tema de las Reservas Naturales como la de Tariquía y quién sabe si la justificación de la agresiva técnica de exploración no convencional conocida como “fracking” y para la que el Gobierno ya ha autorizado movimientos en el área de Miraflores.
En ese escenario, se prevé un redoblamiento de la presión contra los comunarios que rechazan el proyecto, quienes además han dejado de lado un documento esencial, como es la ausencia de Consulta Previa, procedimiento sobre el que el Gobierno justifica su actuación y que quedó demostrado no se ajusta a las condiciones de ley, pues no fue acompañado por el TED ni se ha identificado correctamente a los comunarios que apoyan el proyecto.
El exceso de celo de los comunarios, que no quieren verse utilizados, ha impedido también la inclusión del punto en el debate político en el marco de la campaña electoral que se viene desarrollando. Los partidos que quieren ser gobierno, por ejemplo, se están librando de hacer compromisos concretos al respecto más allá de incluir unas líneas vagas en sus programas electorales o hacer presencias testimoniales, pero rentables, en otros foros.
La defensa de Tariquía es sin duda un asunto complejo con demasiadas aristas y mucha artillería en contra. Pero lo cierto es que mientras hay resistencia, hay esperanza.
DESTACADO.- Desde el 6 de agosto el Vicepresidente viene señalando las bondades del modelo extractivista y la necesidad de sumar más reservas por cualquier vía.
