Promoción del deporte
Julieta inicia 2025 con los Juegos Iberoamericanos en la mente
Campeona Nacional de U16 en 80 y 150 metros y subcampeona en los 100 de U18 con solo 15 años, es una de las promesas del atletismo nacional que aspira a correr entre los grandes en futuras olimpiadas



2024 fue un año cargado de éxitos para la velocista Julieta del Carpio Arce, que este año aspira a competir en los Juegos Iberoamericanos y mantener así su progresión, que con solo 15 años, la sitúan entre las grandes promesas del continente.
Actualmente es una de las mejores en la disciplina de velocidad, siendo campeona nacional de la categoría U16 en 80 y 150 metros y plusmarquista departamental. Además, también se destaca en las categorías U18 y U20, pues a pesar de no tener la edad cumple las marcas mínimas necesarias.
El calendario de 2025 lo tiene claro, y con la humildad del deportista reconoce que mira de reojo la próxima cita olímpica en Los Ángeles.
El primer campeonato en este 2025, ya el 8 y 9 de febrero, será su primer Indoor U20 donde correrá 60 metros y buscará el récord nacional en 200 metros. Luego disputará la clasificación para el Iberoamericano en Paraguay donde buscará consolidar la marca para estar entre las mejores.
Una carrera dedicada al atletismo
Desde los nueve años se dedica exclusivamente al atletismo, pero su acercamiento al deporte empezó con el tenis, a los siete años. Fue su familia la que siempre estuvo preocupada de que tuviera el buen hábito de la actividad física y el apoyo necesario para destacar en lo que se propusiera.
En su linaje materno más inmediato se puede encontrar una sucesión de grandes deportistas bolivianos. Su abuelo, Mario Antonio Arce, y su tío abuelo, Luis Arce, fueron campeones nacionales de natación; su otro tío abuelo, Ariel Arce, fue campeón nacional de atletismo en 100 metros de velocidad con un récord invencible durante 20 años. Su tío, Mario Arce Angulo, fue tenista también, lo que motivó a su madre a inscribir a Julieta primeramente en ese deporte. De igual manera, el padre de Julieta, Gonzalo del Carpio, también compitió en nacionales de atletismo.
Si bien llegó a ser campeona nacional, la joven decidió dejar el tenis para dedicarse al atletismo. Como anécdota, su madre cuenta que en un campeonato nacional Julieta decidió regalar su último partido. Cuando le preguntó por qué, ella le explicó que el atletismo era en realidad lo que más le llamaba la atención.
El apoyo de sus padres fue fundamental para ir mejorando cada día. Su madre no se pierde un solo nacional, su padre se preocupa incondicionalmente en todo momento y sus hermanos trillizos son de sus más grandes admiradores.
Julieta menciona que la disciplina es uno de sus valores que la guiaron para llegar a donde está. Las salidas con amigas son menos frecuentes, ya que los entrenamientos no esperan y aparte de las tres horas diarias que le dedica al atletismo también realiza una hora diaria de gimnasio para mejorar su condición física y resistencia, además de que cuenta con un plan nutricional adecuado a sus necesidades.
Actualmente la entrena Brian “Pecho”, quien es una de las personas que más influyó en el desempeño de Julieta. Él era especialista en saltos, habiendo sido entrenador de la campeona sudamericana Valeria Quispe, pero al ver el potencial de Julieta decidió que era importante aportarle más significativamente a la formación que ella necesitaba, por lo que fue con sus propios recursos a capacitarse a un campamento para velocistas en Buenos Aires.
Entre los sueños de Julieta están clasificar a los Juegos Iberoamericanos de Atletismo para el 2025, y en algún poder llegar a vivir la experiencia de competir en los Juegos Olímpicos.