El Madrid sufre pero jugará la final contra el Barcelona

Con más apuros de los previstos, el Real Madrid cumplió con los pronósticos y se deshizo del Mallorca (3-0) en la segunda semifinal de la Supercopa de España en el estadio King Abdullah de Yeddah. De esta manera, los de Ancelotti se disputarán un nuevo título ante el Barça el próximo domingo, en el mismo escenario y a la misma hora (15.00 horas de Bolivia), después de que los azulgrana eliminaran el miércoles al Athletic Club (2-0).

Pese al 3-0 final, el resultado fue algo engañoso, pues Bellingham no abrió la lata hasta pasada la hora del partido y los dos últimos llegaron en el descuento, con autogol de Valjent y otro de Rodrygo. Jacoba Arrasate, con un planteamiento defensivo muy serio y Greif, que se convirtió en el héroe bermellón con intervenciones de mucho mérito, lograron que el Mallorca cayera con dignidad.

Al descanso con 0-0

Pese a que en teoría tenía enfrente un rival inferior, Carlo Ancelotti no quiso hacer experimentos y apostó por su mejor once para enfrentarse al Mallorca. Después de hacer las rotaciones en el partido de Copa ante el Deportiva Minera -solo dos jugadores repitieron en el once: Valverde y Camavinga- el técnico del Madrid sacó toda la artillería buscando la final. Camavinga, que era la única duda en la media, repitió y acompañó a Valverde y Bellingham, dejando a Ceballos en el banquillo, mientras que Modric se quedó fuera por un proceso gripal.

A pesar de que el Madrid quiso poner la directa y buscar la vía rápida para resolver el partido, los blancos se toparon con Greig, el portero del Mallorca, que se convirtió en el héroe bermellon en la primera mitad. El guardameta eslavo evitó el 1-0 a los dos minutos de juego después de un remate de Lucas Vázquez desde la frontal tras una buena dejada de Mbappé por la izquierda.

En el siguiente cuarto de hora, Greif volvió a lucirse hasta en tres ocasiones a chuts de Rodrygo, Tchouaméni y Bellingham. El Madrid dominaba y acosaba la portería bermellona a base de ráfagas, pero sin encontrar el premio del gol, mientras que Vinicius, aleccionado por su bochornoso espectáculo de Mestalla que no recibió el castigo que merecía de Competición, empezaba a desesperarse con su marcador, Maffeo.

Hasta el minuto 20 no llegó la primera oportunidad para el Mallorca con un contragolpe magistral que Larin no acertó a rematar. Muriqi descargó para Dani Rodríguez, que se internó por la derecha y centró dentro del área, pero Larin remató mal con la cabeza.

Ancelotti desplaza a Vinicius de '9'

A la media hora, y viendo que Vinicius podría acabar expulsado, Ancelotti decidió desplazar al brasileño a la posición de ‘9’ y colocar a Mbappé en la izquierda para que se ‘peleara’ él con Maffeo. El Mallorca, que aguantaba el tipo, se encontró con el contratiempo de la lesión del central Raillo, que fue sustituido por Copete en el 33. Aun así, los de Jagoba siguieron aguantando el tipo hasta el descanso, con solo dos fogonazos de Camavinga y Rodrygo.

Bellingham desatasca el partido para el Madrid

Tras la reanudación, la primera ocasión llegó para el Mallorca, pero Dani Rodríguez disparó alto. Poco después, el Madrid también sufrió un contratiempo y Tchouaméni, tras golpearse en la cabeza con Larin, tuvo que ser sustituido por precaución por el joven Asencio. El Mallorca no se amedrantaba, mientras que corrían los minutos y el Madrid no encontraba el gol.

Pero pasada la hora de partido, en la primera vez que se acercaba a la meta de Greif en la segunda parte, el Madrid consiguió rematar por partida triple y en el tercer intento se llevó el premio. Rodrygo remató al palo con la cabeza, Mbappé estrelló el rechace en el cuerpo de Greif, pero Bellingham no perdonó en el último intento.

Dos goles en el descuento

Ya en el descuento, Valjent, que había cuajado un partido impecable, tuvo el infortunio de meter en propia puerta el balón en un intento de rechace tras un balón filtrado por Brahim, que acababa de entrar por Vinicius. A un minuto de cumplirse el 90+6, Rodrygo anotó el definitivo 3-0 aprovechando un centro desde la derecha de Lucas Vázquez.

Antes del pitido final hubo tangana. Una provocación del canterano Asencio, lanzando besos al aire, provocó que se montara un barullo entre los jugadores de ambos equipos, que tuvieron que ser separados por técnicos y miembros de seguridad. El Madrid cumplió con los pronósticos y el domingo habrá Clásico por tercer año consecutivo en una final de la Supercopa en Arabia. Los de Ancelotti aspiran a conquistar su quinto título consecutivo tras la Liga, la Champions, la Supercopa de Europa y la Copa Intercontinental.