Del libro: TARIJA Homenaje al bicentenario de la batalla de la Tablada 1817 – 2017
Edición: Dr. Mario Barragán Vargas



LAS REPUBLIQUETAS DEL ALTO PERÚ
Los territorios de la primitiva Audiencia de Charcas, abandonados por el Ejército Auxiliar del Perú después de su retirada en 1811, se vieron impulsadas a ejercitar acciones guerreras rudimentarias e improvisadas contra el gobierno español en los territorios que les correspondían de acuerdo a sus posibilidades y al momento que vivían. De esta forma, se desarrolló en ellos una intensa guerra de Agrupaciones Armadas Independentistas que surgieron, espontáneamente, en Charcas, Cochabamba, La Paz, Chiquitos, Santa Cruz y Tarija.
Estas agrupaciones, provenientes algunas de los restos de las antiguas Milicias disueltas por Castelli, como en el caso de Tarija; otras de las tropas dejadas por aquel en su retirada y, por último, como fue el caso igualmente de Tarija, de destacamentos desgajados o, directamente: “enviados “ por Martín Güemes desde Salta, como fue el caso de Francisco Pérez de Uriondo e Ignacio Mendieta, quienes estuvieron desempeñando Acciones Guerrilleras hasta poco antes de la llegada de los Ejércitos Libertadores de Bolívar y Sucre.
Miembros de estas Guerrillas Altoperuanas participaron eventualmente en las batallas libradas por la Junta Gubernativa de Buenos Aires como fue el caso de Ignacio Warnes de Santa Cruz, José Ascencio Padilla de Chuquisaca y Gabino Ibañez de Tarija, en la Batalla de Salta, en las que participaron junto a sus propios contingentes armados,
Esta amalgama de Republicanos de las ciudades, de campesinos y de agentes enviados por el Ejército Auxiliar, ocuparon vastas zonas, generalmente rurales, desde las cuales las ciudades eran ocupadas por breves períodos. Según Oficiales Realistas, Guerrillas como las de Padilla, Camargo, Warnes y el Marqués de Tojo eran capaces de reunir más de 1.000 «hombres de tropa» en los encuentros definitivos.
Surgidas como Levantamientos Locales y sin conexión efectiva entre sí, mantuvieron un estado de beligerancia permanente en los territorios indicados en espera de una ayuda externa que pudiera solucionar sus problemas logísticos y de armamento para obtener una victoria definitiva. Entre tanto, en los 15 años que duró este estado, desde 1810 hasta 1825, predominó la indefinición tanto en el campo Independentista como en el Realista y los territorios afectados por estas acciones fueron conocidos como: REPUBLIQUETAS,
Según Mitre:[76]“Cada valle, cada montaña, cada desfiladero, cada aldea, era una Republiqueta, un centro local de insurrección, que tiene su Jefe Independiente, su bandera y sus termópias vecinales, y cuyos esfuerzos aislados convergen sin embargo hacia un resultado general, que se produce sin el acuerdo previo de las partes. Y lo que hace más singular este movimiento y los caracteriza, es que las multitudes insurreccionadas pertenecen casi en su totalidad a la raza indígena o mestiza, y que esta masa inconsistente, armada de palos y de piedras, cuyo concurso nunca pesó en las batallas, reemplaza con eficacia la acción de los Ejércitos Regulares ausentes,.."
A partir de ese momento, Belgrano inicia su marcha hacia el Alto Perú tomando Potosí, el 21 de junio de 1813. Es sin embargo derrotado en la Batalla de Vilcapugio, el 27 de septiembre de 1813. Belgrano estableció su campamento en Macha siendo derrotado nuevamente el 14 de noviembre por el General Joaquín de la Pezuela en Ayohuma. Como consecuencia, el Alto Perú volvió al control Realista y Belgrano se retiró a Jujuy, a donde llegó a fines de diciembre con tan sólo 800 hombres y sin artillería.
LA REPUBLIQUETA DE TARIJA
Luis Paz opina que Tarija habría constituido lo que denomina Republiqueta de Tarija puesto que indica:[77] “La de Tarija tenia importancia especial porque se comunicaba por el norte con la de Cinti, prestándole su apoyo, amagando la línea del río de San Juan; por el oriente, con la de Tomina guardando su retirada sobre el Chaco central y por el sur en comunicación con las insurrecciónes de Yavi y de Salta, como avanzada que detenía la invasión del Ejército español sobre las provincias argentinas.”
Respecto a toda esta zona, menciona que: “...desde Tarija a Chuquisaca, entre el Pilcomayo y el río de San Juan, ligándose al poniente con la insurrección de Tarija y al oriente con la de Tomina, se extendía otra línea de Republiquetas con sus retiradas abiertas sobre el Chaco central. Cada uno de los valles de esta línea que derraman sus aguas en el Pilcomayo, cada cordón de sierras, cada depresión del terreno, era una Republiqueta, un foco de insurrección permanente, formando el núcleo de ellas la que tenía su asiento en la quebrada de Cinti...”
Según esa opinión, no compartida por todos, una de las republiquetas que actuaban en el territorio del Alto Perú, era la conocida con el nombre de “Republiqueta de Tarija", establecida durante la guerra de independencia hispanoamericana en torno a la ciudad de Tarija, al sur del Alto Perú, comandada por el Comandante Eustaquio Méndez Arenas, el Coronel Francisco Pérez de Uriondo, el Coronel Ramón Rojas y otros que tuvieron actuaciones en diferentes periodos sobre la ruta que unía Chuquisaca y Salta, entre lo*, ríos Grande y Pilcomayo, llegando a contar con entre 1.000 a 2000 Guerrilleros en algunos momentos. Don Luis Paz[78] añade que “...Los valles de Tarija estaban dominados por multitud de caudillos, principiando por el Coronel Don Juan José Fernández Campero, Marqués de Yavi y de Tojo.. .el Teniente Don Francisco Guerrero custodiaba la frontera entre Santa Victoria y Tarija, colocado en el punto intermedio de Cuyambuyo. El Capitán Don José Ignacio Mendieta estaba situado en Tariquía, sirviendo de avanzada y de resguardo a los pueblos de Concepción y de Padcaya a la cabeza de cuya insurrección se hallaban los Caudillos Ramón Rojas y su sobrino Manuel Rojas, el primero muerto en la defensa de la villa de Tarija el 5 de abril de 1816. En la misma región se encontraba el Capitán Matías Guerrero, con 200 hombres, cerrando el paso de la cuesta de Rejara que baja de la puna al pueblo de Camacho".
“El caudillo más popular era el audaz y famoso moto Don Eustaquio Méndez, que llegó a tener un dominio tan grande en el Partido de San Lorenzo, que formó allí su Republiqueta, desde donde hacía sus correrías y asaltos a la Villa de Tarija y cortaba su comunicación con el norte”
El Comandante Don Francisco de Uriondo pasó un oficio el 15 de noviembre de 1816 al Jefe de Vanguardia Don Martín Güemes recomendando particularmente al Comandante Méndez, quien ha sido “el terror de los enemigos".
Francisco de Uriondo hace conocer una lista de las divisiones que operaban en esos días en los Valles de Tarija. La división de Bermejo tenía por jefes al Sargento Mayor Don Miguel Vidal y al Capitán Don Ignacio Mendieta; la de San Lorenzo, al Comandante de División Don Eustaquio Méndez y al Comandante de Línea Don Ramón Cabrera; la de Salinas, al Capitán Comandante de Ejército Don Francis Subiría y al Capitán de Línea Don Martín Espinosa.
Quien se impuso en realidad como jefe de todas estas divisiones y caudillos en los distintos partidos que formaban la Republiqueta Tarija, fue el Teniente Coronel Don Francisco de Uriondo, caudillo notable por su inteligencia y valor, que había peleado por la Independencia de 1810 en Cotagaita y Suipacha en un escuadrón de caballería de tarijeños.
El 16 de octubre de 1816, Eustaquio Méndez informaba[79] que:
"...el día 11 de ese mismo mes, El Comandante José Ignacio Mendieta trató, sin éxito, de tomar la Villa de Tarija con 500 hombres por lo que convocó a Méndez a que, reunidos, hiciesen un nuevo intento de tomar la Villa en determinado día y hora. Lamentablemente, Méndez dice que, en el día y hora que habían acordado, Mendieta no se hizo presente, razón por la cual tuvo que retirarse a su cuartel de Carachimayo. Mendieta se precipitó sin embargo a efectuar un ataque a la guarnición de Tarija sufriendo, según el informe de Méndez, una cruel derrota en la que perdió mucha gente, armas y un cañón...” Continúa diciendo que, en fecha 16 de octubre de 1816, “...se mantenía en Carachimayo haciendo Entradas al enemigo y sorprendiéndolo sin ninguna pérdida ni desgracia...”. Relata que el 4 de ese mes, “...le vinieron a acometer una partida de cincuenta hombres de caballería...” y que, “...con 20 hombres, hemos derrotado dicha partida donde matamos once, y les ganamos caballos y algunas armas y doce prisioneros sin que hubieran tenido ni un herido ni muerto…”. Hubieron, según el mismo informe, otros encuentros exitosos y “...En lo actual me hallo en el indicado punto con 250 hombres entre Caballería e Infantería, de honda y macana.
EL VIRREY LA SERNA LLEGA A TARIJA1816
1816
A fines de 1816, el Virrey La Serna llega a Tarija con su Ejército y, en enero de 1817, deja como Comandante a Mateo Ramírez y Andrés de Santa Cruz.
LA PARTICIPACIÓN DEL MARQUÉSDE TOJO
Sorpresa de Yavi
El 15 de noviembre de 1816, el Marqués de Tojo y su tropa fueron sorprendidos por el ataque del Coronel Realista Guillermo Marquiegui en un hecho conocido como Sorpresa de Yavi. El Marqués cayó prisionero de las fuerzas realistas al mando de los Generales Pedro Antonio Olañeta y Marquiegui. Fue enviado a Lima y luego desterrado a España. José de San Martín, Belgrano, Güemes y el plenario del Congreso de Tucumán, pidieron por su vida tratando de rescatarlo sin conseguir nada de los Realistas. En esta acción fueron tomados prisioneros 36 oficiales patriotas junto a 340 combatientes. El Comandante Diego Cala, mano derecha del Coronel Fernández Campero, fue pasado inmediatamente por las armas. El resto de la población fue trasladada por la fuerza a Potosí, dónde la peor represalia sucedió el 6 de enero de 1817, según las declaraciones del Teniente Coronel patriota José Remigio Plaza, prisionero de los Realistas, quien logró huir de su cautiverio:
" Informó al oficial sumariante que el día de Reyes degollaron en la Plaza de Potosí a cuarenta y tantos prisioneros de los de Yavi, y entre ellos a tres mujeres patriotas de aquel pueblo...que a las cuatro de la tarde del mismo día voló el almacén de pólvora con tres mil quintales que tenían en el Convento de Santo Domingo, cuyo incendio derribó las cuatro cuadras del contorno de dicho convento.." Don José Feliciano Fernández Campero, Marqués de Tojo y Coronel Mayor de los Ejércitos Patriotas, fue enviado deportado a España. Falleció en el viaje hacia la Metrópoli, en Kingston, Jamaica, el 20 de octubre de 1822.
MISIÓN DEL GENERAL GREGORIO ARAOZ DE LA MADRID
La campaña que terminó en la derrota de Sipe-Sipe el día 29 noviembre de 1815 fue el último intento de anexar el Alto Perú a las Provincias del Río de La Plata.
LA MISIÓN A ORURO
No obstante, Belgrano planificó el envío de un destacamento para apoyar la resistencia en Oruro. El 3 de marzo de 1817, partieron de Las Trancas, en San Miguel de Tucumán, 400 soldados al mando del Teniente Coronel Gregorio Aráoz de La Madrid con la misión de avanzar hacia Oruro para distraer al enemigo que amenazaba avanzar hacia el sud.
El objetivo era una acción de tipo “comando”, en el corazón de las tropas enemigas, para distraer las acciones del grueso de las fuerzas españolas sobre el frente norte de las fuerzas patriotas.
DESVIÓ DE LA MADRID HACIA TARIJA
El General Gregorio Aráoz de La Madrid, con sus 400 soldados y dos piezas de artillería, se dirigía en esos momentos a Oruro según las órdenes de Belgrano. Sin embargo, en el camino encontró y capturó un destacamento enviado por la Comandancia del Ejército Realista estacionado en la ciudad de Tarija con un Despacho del Coronel Ramírez en el que informaba a su Comandancia que había tenido un enfrentamiento con el Coronel Uriondo y que, como resultado, se encontraba: “...con muy escasas municiones...”, información que le hizo suponer la precaria situación en que se encontraba esa guarnición y la oportunidad de caer sobre ella para obtener una fácil victoria.
LLEGADA DE ARÁOZ DE LA MADRID A TARIJA
La forma en la cual el General Gregorio Aráoz de La Madrid presenta los hechos en el parte que eleva al General Belgrano, el 18 de abril de 1817[80] es fuente de controversia ya que introduce serias dudas respecto a la forma en la cual esos hechos realmente ocurrieron y quienes fueron sus protagonistas principales, lo cual da lugar a diverso tipo consideraciones que dificultan la interpretación de lo que realmente sucedió.
Aráoz de La Madrid comienza su parte indicando, directamente: “...El 14 a las 4 de la tarde me presenté por la puerta del Gallinazo, al Oeste de la Villa...”.
Al hacer esto omite lo que ocurrió en la mañana de ese mismo día, en lo que otros informantes llaman: “la cuesta del Inca”, lugar en el cual Aráoz de La Madrid habría encontrado, según los informes españoles que en seguida analizaremos, al “...caudillo Méndez con 100 hombres...”
El hecho que Aráoz de La Madrid no mencione este importante acontecimiento y que tampoco lo haga en ninguna parte de su Informe, negando cualquier tipo de intervención de las fuerzas locales, motivó no solamente justificadas protestas sino que se constituyó en una importante fuente de confusión y tergiversación de los hechos.
Ocurre en este problema algo muy particular puesto que el momento en que no reconoce la participación de las organizaciones locales se produce la distorsión del hecho histórico en sí, poniendo en duda incluso que la propia Batalla de La Tablada hubiera realmente ocurrido.
Podría pensarse que esta actitud estaba destinada a priorizar la actuación del General La Madrid, minimizando al mismo tiempo o suprimiendo, directamente, la de las fuerzas acompañantes, pero esta acción conduce, contraria e indefectiblemente, a cambiar y tergiversar la verdadera secuencia de los hechos, razón por la cual debe ser analizada en detalle.
LA PRESENCIA DEL CORONEL DON EUSTAQUIO MÉNDEZ EN LA CUESTA DEL INCA
Tres testimonios son muy claros en indicar que el Coronel Don Eustaquio Méndez se unió a las fuerzas de Aráoz de La Madrid en lo que denominan LA CUESTA DEL INCA, conocida también como “La Patanka”
El General Valdéz [81]indica, textualmente:
"... el día 14 de abril de 1817, Aráoz de la Madrid se encontró, al pie de la llamada Cuesta del Inca, con el Comandante Don Eustaquio Méndez que estaba al mando de 100 hombres...”. Ambos: “...sorprendieron a la guarnición de La Concepción tomando prisioneros y ocasionando muertos y heridos, resultando preso su Comandante Andrés de Santa Cruz...”.Por su parte el General español García Camba señala:[82]
“...El Coronel enemigo La Madrid, después de la sorpresa de Humahuaca, instruido de la falsa posición de Ramírez, marchó contra Tarija, y uniéndosele al pie de la Cuesta del Inca el Caudillo Méndez con su Partida, sorprendió y derrotó los 40 caballos y los 25 infantes, que al mando de Santa Cruz ocupaban la Concepción; pasó en seguida a poner sitio a Tarija, en cuya villa, después de una proporcionada resistencia, se vio Ramírez obligado a rendirse…”.
El General Bartolomé Mitre[83] indica, asimismo: “...en la Cuesta del Inca. Allí se le unió el Caudillo Méndez, con su Partida fuerte como de 100 hombres...”
Pese a ello, sin embargo, no hay acuerdo pleno en lo que se refiere a la participación del Coronel Don Eustaquio Méndez en todo este accionar. Por diversas argumentaciones se trata de disminuir su participación o negarla completamente[84]. Sin embargo, respetando estas opiniones, debe decirse que, como se ha visto, existe la suficiente cantidad de datos para afirmar, no solamente que la Batalla realmente ocurrió sino que, también, el Moto Méndez estuvo en ella y tuvo una destacada y decisiva actuación.
EFECTIVAMENTE, LOS PARTES DEL EJÉRCITO PATRIOTA MENCIONAN DATOS IMPORTANTES
En el Boletín No 21 del Ejército Auxiliar del Perú, Francisco de la Cruz[85], uno de los integrantes del Cuerpo Expedicionario de La Madrid, indica que fueron “varios” los “oficiales que se le reunieron” a La Madrid en ese momento y, pese a que no nombra específicamente a Méndez como los anteriores, amplía la presunción de que estuvieron presentes también otros Jefes Guerrilleros en ese encuentro. De la Cruz dice, textualmente:
"...Después de una marcha sin incomodidad ...//... llegó esta división a las inmediaciones de Tarija sin ser sentida del enemigo, y habiéndosele reunido allí varios oficiales con cien hombres del país bien armados estubo sobre el pueblo el 14 a las cinco de la tarde .. .//...el 15 fue arrollada su caballería que desde el Valle de Concepción donde estaba alguna infantería venía a introducirse a la plaza: cargarla el Comandante La Madrid en persona y concluir con ella todo fue instantáneo dexando en el campo sesenta y cinco muertos entre ellos dos oficiales, quarenta prisioneros y todas sus armas…”.
ESTO CONFIRMA QUE, SECUENCIALMENTE, OCURRIERON LOS SIGUIENTES ACONTECIMIENTOS:
Primero: Sí hubo un encuentro de La Madrid no solamente con Méndez sino también con “...varios (otros) oficiales y con 100 hombres del país, bien armados… en “...las inmediaciones de Tarija…”, es decir, en lo que otros autores denominan la Cuesta del Inca, en la mañana del 14 de abril de 1817. Es muy probable, conforme indican los comandos españoles citados, que entre ellos habría estado, el Coronel Don Eustaquio Méndez.
Segundo: Que, de forma conjunta: con todos ellos, fue a “cercar” al pueblo de Tarija el día 14 de abril a las cinco de la tarde y, por último:
Tercero: Que el día 15 de abril, a las 9 de la mañana, enfrentaron a “la caballería” realista estacionada en La Concepción (no especifica cantidad), “con alguna infantería” (La Madrid dice que fueron 140 hombres) a la que “cargó" La Madrid en persona dejando 65 muertos y tomando 40 prisioneros. Esta última acción, sin embargo, que según La Madrid habría sido ejecutada con tan solamente: “...14 hombres y el oficial de la partida que (le ) quedaba..”, es por decir lo menos, algo completamente impensable ya que esos 14 o 15 hombres no habrían podido matar a 65 soldados, armados y montados. Todo hace suponer que, en ese momento, La Madrid no se encontraba solo sino acompañado con aquellos: “...varios oficiales...” más los “...cien hombres del país bien armados...” con los cuales se reunió el día anterior según las informaciones analizadas.
Por tanto, la acción de las Milicias Locales constituyó una parte fundamental de los hechos que se desarrollaron en Tarija, tanto en lo que se refiere al cerco a toda la villa al atardecer del día 14 como, al día siguiente, a las 9 de la mañana, en la batalla que tuvo lugar con las fuerzas de caballería e infantería que venían de La Concepción y que vino a constituir lo que actualmente llamamos: “Batalla de La Tablada”.
BATALLA DE LA TABLADA
El 15 de abril de 1817 se produjo por tanto la batalla de La Tablada de Tolomosa. Las tropas Independentistas, al mando de Gregorio Aráoz de La Madrid, junto a las fuerzas locales, comandadas por Eustaquio Méndez y, quizás también, por otros jefes guerrilleros no especificados, enfrentaron allí a la caballería española que llegaba de La Concepción.
EL CERCO DE TARIJA
Méndez, posiblemente junto a otros oficiales patriotas como José Ignacio Mendieta y, quizás, Francisco Pérez de Uriondo y Esteban Garay, habrían participado activamente en la ocupación de los lugares estratégicos de la Villa de Tarija para impedir la salida de Partidas Realistas en el cerco impuesto al atardecer del día 14 capturando a los correos que Mateo Ramírez envió a varios lugares pidiendo ayuda, principalmente a la guarnición O’Relly, en los Cintis. Todos esos mensajeros fueron interceptados por los Guerrilleros de Tarija y enviados, al día siguiente, junto a los heridos que se produjeron en el enfrentamiento con la guarnición de La Concepción, a acompañar la intimación de rendición que se hizo a la guarnición de Ramírez[86]
TOMA DE TARIJA Y RENDICIÓN DE RAMÍREZ
Después de dos intimaciones de La Madrid al Coronel Ramírez, éste se rindió a las Fuerzas Patriotas con toda su división compuesta de 234 hombres, tres Tenientes, ocho Subtenientes y 400 fusiles. La Batalla de La Tablada, propiamente dicha, ocasionó 65 muertos en el campo realista y 40 prisioneros, armamento y cabalgaduras.[87]
Se destacaron y distinguieron los oficiales y tropa, particularmente el valiente Manuel Cainzo, Melchor Daza, Manuel Rico, el Sargento Mayor Don Antonio Giles, su Ayudante Don Victorio Llorenti, los portaestandartes Don José Manuel Sueldo, Don Carlos Gonzáles y el Capellán Doctor Don Agustín de la Serna.
COMANDANTE DON EUSTAQUIO MÉNDEZ EN LA BATALLA DE LA TABLADA
Pese a todas estas consideraciones, no hay acuerdo pleno en lo que se refiere a la participación de Eustaquio Méndez en todo este accionar. Por diversos criterios, hay autores que piensan que ella no se encuentra suficientemente probada ya sea porque, argumentan, los partes que refieren el encuentro de Méndez con La Madrid en la Cuesta del Inca son solamente aquellos ligados a autores españoles, como es el caso del General García Camba y de Mariano Torrente, o indicando que esos “ 100 hombres” que hubieran estado acompañando a Méndez no hubieran sido Guerrilleros que se unieron a las fuerzas de La Madrid sino parte de las 100 personas que La Madrid apresó en su recorrido a Tarija para impedir que dieran la voz de alarma mientras se acercaba a Tarija[88]
ACCIONES SUBSIGUIENTESDE LA MADRID EN TARIJA
Aráoz de La Madrid permaneció en Tarija hasta el 5 de mayo de 1817, momento en el cual deja como Gobernador de la plaza a Francisco Pérez de Uriondo. Marchó luego a Chuquisaca atacando la ciudad de La Plata el 21 de mayo, culminando todo en una derrota. El 12 de junio el Ejército de Aráoz de La Madrid es sorprendido en Sopachuy, a 120 kilómetros al sureste de Chuquisaca, donde es derrotado casi sin combatir.
ARÁOZ DE LA MADRID Y MÉNDEZ
Comunicaciones fechadas del 12 al 21 de julio de 1817[89]
El 12 de julio de 1817, Aráoz de La Madrid se encuentra nuevamente en Tarija y, desde la localidad de Toldos, dirige un oficio al General Belgrano[90] informándole que el Coronel Vigil había enviado a Tarija una división de 800 a 1000 hombres y que La Madrid había ordenado: “...a Roxas, Aramayo y Ruis, se replieguen a Yavi…” así como: “...que el Comandante Méndez con su gente no les permita sacar una cabeza de Ganado...” y que tenía: “...una Partida al lado de Las Salinas, todo el ganado inmediato al Pueblo... ” enviando: “...al Capitán Mendieta con 25 hombres hasta el Valle de Concepción.. .//...para que remita todo el maís que haya en esas inmediaciones...”.
Incluso el 21 de julio siguiente, La Madrid dirige otro Oficio al General Belgrano indicando que había mandado al Teniente Coronel Don Francisco de Uriondo: “... se retire a la cuesta de Orozas...” y que tenía noticias de que: “...el Comandante Méndez que dexé en San Lorenzo había entrado a la Villa matándoles siete soldados y un oficial y tomándoles once prisioneros y parte de los equipages...”
En posteriores comunicaciones[91], Aráoz de La Madrid reitera una fluida relación con: “el Comandante Méndez, el Capitán Mendieta, el Teniente coronel Francisco de Uriondo, Don Matías Guerrero, Roxas y Ruiz así como, incluso, con los Yndios de Cuyambuyo...”
Esto hace pensar que el “desconocimiento” inicial que tuvo Aráoz de La Madrid respecto a los Jefes de la guerrilla local desapareció completamente para dar lugar a un trato “fraternal" que fue el que se mantuvo en toda la etapa posterior, haciendo pensar que esa actitud inicial pudo haberse debido, quizás, más por desconocimiento que por “intención”...
OTRAS ACCIONES REALISTAS
El 11 de julio de 1817, el comandante Mariano Ricafort reocupó Tarija cometiendo una serie de actos de venganza contra la población, mandando incendiar el Cabildo y el Archivo Capitular de Tarija. Pérez de Uriondo se trasladó para resistir en Padcaya. Hay versiones que indican que, a fines de octubre de 1818, el coronel Vigil habría apresado al Comandante Eustaquio Méndez Arenas en San Lorenzo y le habría hecho cortar la mano derecha como castigo pero esta información no es confirmada por otras fuentes y se encuentra en contradicción con algunos hechos ocurridos en esas mismas fechas, razón por lo que no es posible otorgarle plena credibilidad.
Los Realistas Olañeta y Valdez en 1818 y Canterac, en 1819, volvieron a ocupar Tarija y, en general, la Fuerzas Realistas aumentaron considerablemente su capacidad ofensiva en esos tiempos, manteniendo guarniciones de mucha consideración en la propia Villa de Tarija, las cuales podían, a requerimiento, aumentar sus efectivos a 3000 hombres de ser necesario, haciendo muy difícil, cuando no imposible, la propia existencia de las Milicias Locales, las cuales se vieron considerablemente disminuidas desapareciendo, en muchos casos
Las acechanzas realistas se mantuvieron hasta la muerte de Pedro Antonio Olañeta el 1 de abril de 1825 en la Batalla del Tumusla, poco antes de la cual, Eustaquio Méndez y José María de Aguirre liberaron Tarija tras una decisiva batalla el 8 de marzo de 1825.
[76] Mitre, B. Historia de Belgrano T. II. Cap. XXXIII:.
[77] Paz, L. (Op. Cit., t. II: 351 -352
[78] ()p. Cit., t. II: 351 -352
[79] AGN, B. Aires, Sala X 23-2-3. En: Orsi, OP. Cit., t. II: 1436-142
[80] Gaceta Extraordinaria de Buenos Aires, 22 de mayo de 1817. En: Minutólo de Orsi, C.. Corpus Documental de Tarija. Tomo II: 11:167-171.
[81] Conde de Torata, Refutación, Tomo II: 213-214.
[82] Memorias del Gral. García Camba, Op. Cit. pág. 353-354.
[83] Historia de Belgrano y de la independencia argentina”. Cap. XXXII, Pág. 610
[84] Molina, M., Tarija, Op. Cit. P. 116-126.
[85] La Gaceta de Buenos Aires, Extraordinaria del 17 de mayo de 1817. En Minutolo de Orsi, C., T. II:174-175
[86] Respuesta de La Madrid al Cnel. Ramírez. En: Minutólo, C., Op. Cit. t. II: 171-173.
[87] Ibid, pag. 174.
[88] Molina M., Tarija, Apuntes históricos. Pag. 116-126
[89] Minutolo, C., T. II: 183-186
[90] Copia del oficio de Gregorio Aráoz de La Madrid al Gral. Manuel Belgrano. En: Minutólo de Orsi, C., Op. Cit. t. II: 177.
[91] Ibid. Pag. 183-185