El cumpleaños de Pichoncito
El nido estaba revuelto, todos corrían de aquí para allá dando órdenes.



El nido estaba revuelto, todos corrían de aquí para allá dando órdenes.
- ¿Qué es lo que pasa?; ¿Por qué tanto trajín y desorden?, pregunta un tarajchi amigo.
- ¿Es que no lo sabes?-, le dice el palomo padre; -mañana es el cumpleaños de mi pichoncito menor, el rey del nido-.
- Daré la noticia a los pájaros del barrio-. Y salió volando.
La abuela había ovillado rayos de sol y de luna y ahora los está estirando de un extremo al otro del nido, para colgar en ellos las colitas de las estrellas que el lucero le ha obsequiado. -Ahora falta los globos, a inflar todo lo que puedan-, dice la abuela.
Los palomos soplan con una pajita dentro de un vaso de agua con jabón y salen saltando miles de pompitas de colores, con lo que terminó la decoración.
La dulce paloma mamá ya está acabando de hornear las golosinas. Ricos rollitos de gusanitos fresquitos, bombitas de néctar que las rosas les mandaron y una torta de pepitas de chocolate.
- Se chuparán los piquitos, ya veo sus caritas golosas-, sonreía dichosa.
- "El tarajchi comedido voló de nido en nido, trajo en una caja cerrada miles de trinos".
Pichoncito desconcertado no sabe dónde meterse. Si a la cocina entra: - ¡Sal que te vas a quemar!, ¡Los mayores a trabajar y los pequeños a jugar!-.
Se aprieta bajo las alas de la abuela, y ella le cuenta en secreto:
- "Montado en una mariposa desde el lejano mar, especialmente invitado viene un pequeño pececito de cristal".
- ¿Qué me traerá de regalo?-
- Su sonrisa angelical!-
- ¿Qué más?-
-.Caracolas, caracolas-.
- ¿Qué más?
- Mil jueguetes de coral-,
- ¿Para qué?-
- Para ponerlas al oído y escuchar, la música del mar-,
… Y ahora, ¡Vete pequeño!- dice la abuela impaciente. -Los pequeños a jugar y los mayores a trabajar-
- Todos andan apurados, preparando la fiesta para los pajaritos de la vecindad-, piensa el pichoncito con las alitas caídas.
-.A mí no me dejan hacer nada-.
Se siente inútil, solo y triste; pero de pronto exclama: -¡Ya sé lo que voy a hacer!, trabajaré jugando-,
Trae del rincón de deshechos: Ruedas, volantes, manubrios, y mil cosas en desuso, y en un ángulo del jardín dibuja con su piquito la silueta de un camión, con muchos acoplados. Y... ahora, a poner en su lugar volantes, ruedas, y listo.
Pichoncito sigue dando los últimos toques a su obra, más, cuando escucha gran algarabía exclama: - ¡Ya vienen!, ¡ya llegaron!, ¡ya están aquí!...-
El primero en llegar fue el pececito de cristal con un traje de marinero.
Comienza el desfile de aletazos y piquitos. Viene el Cardenal con su hermoso gorro rojo, el Jilguero con un hermoso traje nuevo, parejas de mellicitos pajaritos "Chiutas" vestidos de amarillo, el Carpinero y el Hornero con sus overoles de obreros, y los Torditos de etiqueta todo de negro y muchos pajarillos con su plumaje de estreno. Le entregaron los regalos envueltos en vistosas hojas de salón.
En la cabeza todos tienen puestos los cucuruchos de la abuela.
¡Púm... Púm... Púm...!, revientan los globos y soplan pompitas de jabón, mientras los papitos pían alegremente en mecedoras de ramas.
Mamá Paloma llama en voz alta:
- ¡Pajarillos a la mesa a picar las golosinas!... Ninguno aparece ni da señales de vida.
Extrañadas las mamás bajan a saltitos el graderío del duraznero y, ¿qué ven?: Pichoncito todo de estreno, sentado en el suelo manejando el camión con otros pajaritos que imitan bocinas:
-¡P¡... pi... pi... pi...
pru... pru... pru... pru...
Qué lindo jugamos:
ruuu... ruuu... ruuu...!-
La mamá paloma mira consternada los brillantes trajes llenos de tierra y barro; los regalos tirados y olvidados. No querían golosinas ni el decorado de la abuela, querían seguir inventando juegos y canciones en el camión de pichoncito.
Brilla una amplia sonrisa en todos los picos de los Papitos, que ya están jugando como pequeños con sus hijitos y cantando a coro: - "Estaba la pájara pinta sentada en un verde limón..."-.
Menudo trabajo le costó al palomo anfitrión llevarlos a la mesa de golosinas, y al apagar el del cúmplenos cinco velitas de un solo soplido, de sus piquitos prontas a escaparse notas musicales, salen al unísono:
"PICHONCITO FELIZ , PICHONCITO FELIZ, QUE LOS CUMPLAS QUE LOS CUMPLAS PICHONCITO FELIZ"-.
También quiso apagar las velitas el invitado de honor y tuvieron que prenderlas de nuevo, el pececito sopló haciendo gorgoritos y dejando con su aliento un olor saladito de agua y de algas, pichoncito da palmadas y todos ríen a carcajadas.
El tarajchi abre la caja de trinos, y comienza un baile con música nueva olera: -"Acalorado estoy "-.
Se divirtieron largo rato y luego a los invitados se los vio salir ala con ala haciendo mil figuras en el aire, en una feliz cadena de amor repitiendo alegremente: -"A la viborita chis, chis, chis "-. Mientras los anfitriones desde un balcón del nido batían sus pañuelos en señal de despedida, hasta que todos desaparecieron.
¿Y el pececito de cristal?.
El pececito de cristal se quedará algunos días a visitar a sus abuelitos que viven en una casa de un piso en el manzano siguiente.
Y ¿Pichoncito?
Pichoncito feliz no se dejó sacar su traje nuevo, se durmió vestido soñando con otro cumpleaños.
NILDA:
Este reino descubierto a la vera de tus sueños colmado de trinos en los amaneceres y encendido de luceros en el diáfano azul de la infancia; reino de la fantasía donde un cetro de diamantes señala el cielo de la pureza a su mínima majestad el niño, el niño, caballero del rocío y del juguete en el país eterno de la poesía.
Prof. HUGO MOLINA VIAÑA
ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL PARA EL LIBRO JUVENIL