80 Aniversario de la Unidad Educativa “Lindaura Anzoátegui de Campero”
La incorporación de la mujer en todos los órdenes de la realidad social
La incorporación de la mujer en todos los órdenes de la realidad social, es una verdad incuestionable. Transcurrieron sin duda muchos años para que ella, desligándose sutilmente de algunas obligaciones que le retenían en el seno del hogar, se proyecte con todas sus potencialidades en el gran escenario de la vida, a la par con el hombre, sin rivalidades con un gran sentido de la responsabilidad que asumía. Sin duda alguna, la Unidad Educativa “Lindaura Anzoátegui de Campero” fue la institución de formación educativa, la encargada de realizar la misión renovadora de liberación de la mujer.
En la risueña y pintoresca Andalucía boliviana un 15 de mayo de 1941, nació a la vida pública el primer establecimiento de formación femenina de la capital chapaca, cuyo nombre ya sugiere su prestigio: “LINDAURA ANZOÁTEGUI DE CAMPERO”. Fundado en una época en que los prejuicios sociales y los convencionalismos eran un obstáculo a una empresa semejante, supo levantarse con el vigor y el empuje de una élite de mujeres dispuestas a poner muy en alto su nombre y en práctica los fines supremos de la educación, el desarrollo y el progreso nacional.
Nacido del entusiasmo de Octavio O’Connor d’Arlach Velasco, Juan Paravicini, Bernardo Navajas Trigo y Julio Arce Castrillo, ni siquiera contaba con un local propio, hoy se alza altivo en un edificio moderno cuyas aulas acogen a medio millar de estudiantes ávidos de saber.
De sus aulas salieron destacadas mujeres que honran y prestigian su buen nombre, Hasta 1963, formó a todas las mujeres tarijeñas que por distintos caminos contribuyeron al engrandecimiento del país.