Del Libro: Tarija en la Gesta de La Revolución e Independencia Americana
La Gesta Salteña - Tarijeña en la estrategia continental (Tercera parte)
(Primeras Jornadas Internacionales Argentino - Bolivianas de Historia - Bicentenario de La Batalla de La Tablada)
Lucha y dificultades en las etapas del plan sanmartiniano-güemesiano
La Guerra Gaucha, Gesta Güemesiana o Gesta Salteña, como se la prefiera llamar: fue un hecho político-militar y no el resultado de livianas escaramuzas. Con el fin de resistir y desgastar al ejército realista, Güemes organiza en las provincias de Jujuy y de Salta los principales Escuadrones de Gauchos –tal era su nombre oficial- pero que eran verdaderos Regimientos de Caballería:
a) el de Orán, que mandaba el Tte. coronel Manuel Eduardo Arias; b) los tres de la Quebrada de Humahuaca que mandaban los Ttes. coroneles Manuel Álvarez Prado, Juan Francisco Pastor y Guillermo Belmonte; c) el de Sta. Victoria, al mando del Tte. coronel José Antonio Ruiz; d) el de la Frontera del Rosario que mandaba el Tte. coronel José Francisco Gorriti; e) los dos de la ciudad de Jujuy, mandados por los Ttes. coroneles Bartolomé de la Corte y José Gabino de la Quintana; f) los tres de Salta y su campaña mandados por los Ttes. coroneles Santos Morales, José Luis Burela, Francisco Velarde y Ángel Mariano Zerda; y g) los de los Valles los mandaban los Ttes. coroneles Luis Borja Díaz de Lea y Plaza y Bonifacio Ruiz de Llanos.25
Estos Escuadrones de Gauchos, contaban con una plana mayor, además de oficiales agregados. Cada Escuadrón tenía una o más Compañías, que llegaron en algunos casos a ocho.
Los Escuadrones principales tenían una o dos Compañías de tropa de línea, como lo eran los Cazadores, los Granaderos y los Infernales, además de contar con un cirujano y un capellán.26
Güemes estaba confiado en que la provincia de Salta habría de responderle como efectivamente ocurrió. De acuerdo a la estrategia del plan continental, se hacía imprescindible mantener expeditos los dos ejes de circulación, el transversal, a Chile, en vistas a los proyectos de San Martín de emprender la total reconquista del país hermano, y el longitudinal, hacia el Norte, donde Güemes y sus gauchos realizaban verdaderos prodigios de valor.27
Las condiciones demostradas por los habitantes de Salta, en lo que respecta a su espíritu de sacrificio y entrega total a la causa de la revolución, entre otras aptitudes, advierte Best, que “hicieron esperar a San Martín un éxito halagador de la defensa con la intervención de los gauchos”, y añade convencido que no estaba:
…equivocado San Martín, cuando supuso lo que podían hacer los gauchos, ni más tarde, cuando, basado ya en la experiencia propia, aconsejó dejar frente al enemigo y a cargo de ese teatro de operaciones a los valientes gauchos de Salta con dos escuadrones buenos de veteranos, mientras él realizara las operaciones principales hacia Chile a través de la gran cordillera, por Mendoza y San Juan.28
La estrategia sanmartiniana estaba en marcha con todos los elementos humanos y geográficos de tres grandes conglomerados políticos: las Provincias Unidas del Río de la Plata, la Capitanía o antiguo Reino de Chile y el Virreynato del Perú. En nuestro país las regiones de Cuyo en el Oeste y de Salta en el Norte, tuvieron una directa gravitación dentro de la concepción de San Martín, al igual que el Pacífico Sur-oriental, como frente marítimo. Es por eso que cuando al plan estratégico continental del Gran Capitán de los Andes “se lo concreta a la reconquista de Chile y a la expedición al Perú, se resta esplendor a su genio militar y político”. En la acción estratégica de San Martín, Güemes tuvo a su cargo una de las magistrales operativas con vistas a la libertad del continente,
…ambas magistrales estaban estrechamente unidas por su objetivo fundamental y coordinadas en el tiempo y en el espacio. Son tan interdependientes en la concepción, preparación y ejecución previstas que el estudio desconectado de las mismas ha de atentar, sin lugar a dudas, contra la idea genial que inspiró la hazaña continental del Libertador.29
A las fuerzas de las provincias de Salta y Jujuy se debe exclusivamente la conquista y sostén de la Independencia Nacional. Best, opina al respecto, que “Salta (comprendida Jujuy hasta 1834) fue el teatro más activo y su población la que más sufrió en todo sentido por la guerra, pues se despobló y desangró al extremo”, observando más adelante, que después de la fracasada y última invasión de Olañeta en junio de 1821,
…los realistas no intentaron ya más penetrar en el noroeste argentino; y, como de los demás frentes sus ejércitos vencidos habían desaparecido, la Independencia Nacional estaba confirmada por las armas, faltando solo asegurarla totalmente con la expulsión de las fuerzas peninsulares del resto de la América meridional, en lo que San Martín y Bolívar estaban empeñados. 30
La guerra gaucha, gloriosa gesta de aquellos titanes de la América del Sur, formó parte del plan sanmartiniano y subsistió hasta la trágica muerte del caudillo salteño. La admiración que sentían varios gobernadores por las luchas que Salta había sostenido contra los realistas, no alcanzó en 1820 para comprometer sus auxilios, Salta se decidía a “emprender la guerra de acuerdo y combinación con José de San Martín consagrando a este fin los últimos restos que le han dejado las incursiones de los enemigos”, alistaba un ejército de cuatro mil hombres, disponía con cuatrocientos soldados de Córdoba.31
Se destaca el plan de acción de San Martín y Güemes en cuanto a que las tropas patriotas deberán llamar la atención del enemigo por Salta, para evitar que engrosara la represión realista de la costa. Y es al general Güemes a quien San Martín entrega la responsabilidad de dirigir las acciones por tierra desde Salta y Jujuy, por el Alto Perú, hasta unirse a las fuerzas del Libertador en Lima. Es a Güemes, a quien halló el más capaz, por las acciones sostenidas año tras años contra las presiones del enemigo sin menguar para nada su valentía y desinteresado patriotismo, quien con su conducta y convicciones supo llenar de arrojo a sus gauchos y tropas de línea en la guerra por la liberación, quien logró mantener a toda su provincia en armas, durante años y sin claudicaciones por el ideal de la libertad americana.32
En efecto, el plan integracionista americano coordinado en 1820 entre San Martín desde Chile, y Güemes con sus milicias desde Salta y Jujuy, era vital en las operaciones de pinzas sobre los españoles en el Perú y el Alto Perú. La muerte de los amigos de San Martín en quienes confiaba ciegamente: Belgrano en 1820 y Güemes al año siguiente, dejó inconcluso el plan sanmartiniano que el salteño tanto había sostenido.
Estos sucesos trastocaron todas las previsiones del plan ofensivo de invasión al Perú por el centro del territorio, que de haberse cumplido, probablemente “la guerra hubiese terminado en 1821, sin el tremendo desgaste territorial que acarreó”.33 Pero, la violenta muerte de Güemes determinó inmediatamente la disolución del Ejército Auxiliar del Perú y fue la principal causa de la prolongación de la guerra en el Perú y consecuentemente, de los graves problemas militares que soportó San Martín en el semestre anterior a Guayaquil. Sin aquel suceso, “la guerra en el Perú –alega Juan Manuel de los Ríos- terminaba a fines de 1821, porque hasta esa fecha San Martín había vencido a Canterac, tomado la fortaleza del Callao, ocupaba los principales centros de abastecimiento, y sólo le faltaba anular el ejército realista de las provincias altoperuanas, tarea confiada a la división del Sur”34. Lo que vino después, no fue igual y con un sinnúmero de dificultades. En esta región faltaba el caudillo. Guayaquil fue el final de la etapa sanmartiniana y la labor fue completada lentamente por Bolívar y Sucre, pero con un plan y un desenlace diferente35.
No es posible finalizar sin antes hacer propias las eruditas palabras de Oscar Uriondo, cuando dice que, la verdad histórica no puede pues ser ya tergiversada ni ocultada. Güemes es la espada argentina de primera agua y de noble temple que compartirá con San Martín la grande empresa de la libertad americana. Porque San Martín, conductor eximio, no podía dejar de hacer gravitar dentro de su estrategia magnífica esa fuerza poderosa que fue Martín Güemes y sus gauchos.36
1 Rodolfo Plaza Navamuel, es académico de número del Instituto de San Felipe y Santiago de Estudios Históricos de Salta y de la Academia Güemesiana del Instituto Güemesiano de Salta. Académico correspondiente de la Academia Sanmartiniana del Instituto Nacional Sanmartiniano (Argentina) y asociado correspondiente del Instituto Sanmartiniano del Perú. Presidente del Centro de Investigaciones Genealógicas de Salta.
25 Cornejo, Atilio, Historia de Güemes, Segunda Edición, Salta, Talleres Artes Gráficas S. A., 1971, p. 210.
26 Solá, Miguel, Las milicias de Güemes, Colección “Guardamonte”, Salta, Agrupación Tradicionalista Gauchos de Güemes, 1963, p. 18.
27 Davire de Musri, Dora y Malberti de López Aragón, Susana, “Incidencia del plan continental sanmartiniano en las vías de circulación”, en: Bicentenario del Natalicio del General Dn. Martín Miguel de Güemes, Ponencias presentadas en el Congreso Internacional de Historia, realizado en Salta en 1985, Talleres gráficos del Congreso de la Nación, 1989, p. 365.
28 Best, Félix, Historia de las guerras argentinas, de la independencia, internacionales, civiles y con el indio, tomo primero, Buenos Aires, Ediciones Peuser, 1960, p. 208.
29 Uriondo, Oscar A., “Güemes y el plan continental de San Martín”, en: Boletín del Instituto Güemesiano de Salta Nº 9 Extraordinario, Publicación Oficial del Gobierno de la Provincia de Salta, Salta, 1985, p. 150/151.
30 Best, Félix, Ob. Cit., p. 291/292.
31 Cabral, Julia, “Güemes en el plan sanmartiniano”, en: Boletín del Instituto Güemesiano de Salta Nº 10, Publicación Oficial del Gobierno de la Provincia de Salta, Salta, 1985, p. 132/33.
32 Ídem., p. 130.
33 Leoni Houssay, Luis Alberto, Ob. Cit., p. 118.
34 Ríos, Juan Manuel de los, “Derivación final de la muerte de Güemes”, en: Boletín del Instituto Güemesiano de Salta Nº 1, Publicación Oficial del Gobierno de la Provincia de Salta, Salta, 1977, p. 114/115.
35 Plaza Navamuel, Rodolfo Leandro, Vínculos y mestizaje en torno al general Güemes, 1º Ed. Publicación Especial del Instituto Güemesiano de Salta y del Centro de Investigaciones Genealógicas de Salta, Salta, 2011, p. 37.
36 Uriondo, Oscar A., Ob. Cit., p. 156.