Bicentenario Del Cnl. Eustaquio Méndez Primer Premio Concurso de Poesía
“Amancaya de Oro” Rapsodia Heroica
“Chaupi puntchaypi tutayarkca” (En medio día se hizo la noche)
¡Méndez! era el Moto
montonero de la guerra,
señor de La Tablada;
nació en la fresca alborada
setembrina de la “hierra”
sembrando con su sangre,
semilla de rebeldía,
que germinaría un día
en motas de libertad.
Desde entonces la simiente y fama
augural de la patria
se enterró con fuerza
en el vientre plural de la Pachamama.
Chocloca vital en enero.
Tucumán en setiembre.
Montenegro en junio.
Canasmoro, fatal, en agosto.
Guerra Huaico en febrero
La Tablada y Cuesta Colorada
en triunfal abril.
II
La sarta guerrillera siguió sin tregua
por gloriosos campos “mendeños”,
coronados de rosas pascuas
y cedrones navideños.
En níveas cimeras de heroísmo
donde el Manco de La Tablada
oteaba lontananzas bravías,
mientras en la lejanía del mar
olas humbrías clamaban su presencia.
Así fue pasando en tristeza,
acariciado por los hálitos
de huracán y nieve
de Alto Grande y Sama.
A tiempo que de cumbres andinas,
cual heraldos anticipados,
retumbaban cañones y tambores
de Charcas, Tucumán y Salta,
mientras el Espartaco a caballo,
con derecha mutilada
en “Chichadas” lugareñas
de contrapunto, hembra y cuchillo,
vigila los campos de angustia.
A tiempo que el regio mujik,
con pantalón de bayeta,
lazo, poncho y hojota,
corría presuroso a cumplir
de Bolívar el mandato: Morir
¡Antes que esclavos vivir!
III
Padilla, Avilés, Uriondo
en fecundo mes de abril,
pañuelo tendido al viento
sobre rosas pascuales de añil,
luchando con temporales,
rompiendo escudos imperiales,
hicieron viborear cuchillos
“marcando sobre pechos indómitos
de montoneros y paisanos,
de acongojados frailes dominicanos
y humildes “yanaconas”,
el sello de perennidad,
de libertad o muerte.
IV
Los Rojas, Mendieta y León,
Manuel Asencio y la Juana
ven a la patria morir,
ocultos en refugios de angustia,
en el clarín despertador de los gallos,
en el fatídico grito de las chusekas,
en el contrapunto de ruedas y kcaluyos,
en medio de hirsutos maizales,
de floridos huertos y duraznales,
de encomenderas leyes serviles,
en el duro camastro del pongueaje
y en los diezmos clericales.
V
Cual torrente escapado del “Chijmuri”
o tempestad de fuego del “Rugero”,
ondeando águilas imperiales,
embozado en poncho color de alborada,
zigzagueando el cuchillo,
pañuelo fragante de membrillo,
con la mano al viento boleada
sobre el crepúsculo gualda,
mordiendo “pasacanas” encarnadas
del Sama Viracocha,
baja el “viracoche” a caballo
saltando sobre piedras enlomadas
cual si fueran potras desbocadas.
Después ... de lepántica hazaña
en San Lorenzo y San Juan
Calamuchita y Tucumán,
termina la faena juramentada
en la pampa santa de La Tablada.
VI
El pueblo triunfante y sin odios,
pregonó su gloria.
¡Mas rey no tenemos
en la tierra y el cielo que Dios!
VII
¡Moto Magno!
Leal churqui patrio
de un pueblo fiel y plural,
crece, florece, madura
colma tus trojes
de libre ansiedad
paz, trabajo y libertad
VIII
Pueblo que asomas a la puerta,
ya libre de tiranos y alcabalas,
para no mendigar
muestra tu pecho a las balas.
Para no doblegarte
despliega banderas libres de yugos.
Para no subordinarte
quema gamonales estandartes.
Para hacerte más digno
escupe en la cara a tus verdugos.
Para no morir esclavo,
hondero, libertario,
rompe las tinieblas
con el filo de tu cuchilla
y...
si es preciso todavía,
córtate la otra mano.
IX
Pueblo, frutillar de “alfaros” que a porfía
te diagnosticaron “enfermo un día.
Tierra de canasmoreñas Villarubias
de morenos Arenas y Perales,
de azucenas Molinas
de cañas trasnochadoras
sostenidas
por bravas izquierdas
de barones “Chumpi” López.
Seguid desbrozando boleadoras
Katari, Méndez, Ibáñez,
hijos de pueblos bravíos.
Seguid con los mismos bríos
dos mil años más ... Seguid
que la batalla por el pan
recién ha comenzado y ...
la “minka” con hoces plateadas
entró en un nuevo afán.
X
Patria de canto pentatónico,
de heroicos chapacos copleros
lactados por ubres morenas,
manantiales “yawar mallcues”
brotados de mamas indias.
Ulises paisanos trigueños
de Tarija, Yavi y La Laguna.
Badeadores de ríos maduros
salados, blancos y azules.
Rompiendo muros de silencio,
rechazando ofertas imperiales,
buscando sólo laureles
perfumados de “ayrampos” y claveles,
caminan los rastreadores de lunas
por Simas de profundos “Infiernillos”.
XI
Hijo de Hombre ...,
muñón en medio río,
nacido con predestinada mano,
¡Vuelve...!
a romper cadenas opresoras.
¡Destruye...!
banderas de hueso.
¡Sepulta...!
ideales arrepentidos.
¡Quema...!
leyes gamonales
y avanza,
centauro de soles y lunas,
de altipampas y montañas.
Quijote mestizo sin Sancho,
roja semilla madura,
blanca centella de luz,
breva verde navideña,
forma de corazón abrileño,
blanco y azul primario,
y en la pila bautismal
con padrino Santos Churqui
rojo, amarillo y verde.
Bello triludio libertario,
armado caballero andante
con guardamonte por adarga.
¡Pasa!
cantando en la “hierra”
para que no caigan lágrimas
sobre tu pueblo andaluz.
¡Acollara!
montañas, bosques y caminos,
detén cascadas impolutas.
Júntate al pueblo en el yunque,
crea en el espermatozoide,
únete a la sílice de las minas,
junta tu sueño a mi sueño,
inyecta tu sangre a mi sangre,
enrojece las matrices del mar.
Encausa los ríos bravios,
has que florescan los campos,
trasiega las viñas doradas
trapicha cañaverales bermejos,
y…
que canten montañas y cielos
himnos de paz y libertad.
XII
Manco Kapaj chapaco,
exégeta soldado andaluz,
bella estirpe castellana,
mestiza sangre sevillana
yugulada en la madrugada
del Tabor de La Tablada.
Termina de germinar
en nuevas motas maduras.
Poliniza de bravura
nuevos campos y Morros
de Sella y Las Quebradas.
Que barbechen los cóndores
sobre tus surcos profundos.
XIII
Patria de ponchos colorados,
orlados de carnavales,
brotados con las estrellas
para alumbrar nuevos senderos:
de Canasmoro a San Juan
de San Lorenzo a Tucumán
de Santa Bárbara a Pilaya
de La Loma Heroica a La Pampa
de La Tablada a la Gloria.
XIV
“Moto” erguido en tu alazán
rebelde, carisma Carolino
todo lo tuyo es divino.
Tu mano cortada,
tu sangre derramada,
tu victoria lograda.
Mártir...
sacrificado en la Vía Apia
lunar de Las Barrancas.
Payador con “mantilla al cuello”,
guerrillero de ojos de ausencia,
vuelve a cargar tu protesta
sobre tu vieja querencia
de percheles y trigales,
de piedras y frutillares.
Que eyaculen los “pututos”
los erques y violines
que paran las “cajas”,
que se oiga tu grito al nacer
en este tu bicentenario amanecer.
XV
Es nuestra cosecha de mayo,
nuestra es la sangre derramada
en la hora del ángelus
crepuscular de La Tablada.
Y así ...
la victoria se hizo campana
y el rezo por la patria, proclama.
XVI
¡Méndez!
Uriondo, Avilés, León,
un sólo corazón.
Padilla, Campero, Flores,
laureados inmortales.
Bolívar, Belgrano, Güemes,
son montañas tutelares.
XVII
Caminando sin pausa ni sosiego,
salivando “kirusillas” gratas,
bravos jinetes chapacos,
“andaluces por ventura”,
luciendo pañuelos y cintas
blanco y azul, rojo y verde,
galoparon sin desmayo
en alcance de victoria.
Coronel en su bayo,
“pechador” y de paso,
despelachando lunas
del triunfo al compás,
hondeando águilas imperiales
hasta lograr, ver en la paz,
cumplidos sus ideales.
XVIII
Bajo el palio de añil
de Corana al Guadalquivir,
policromía de ponchos y polleras
motejadas de esperanza.
Más tarde en la oscurana,
en parleras lunas menguas
lagrimadas de dolor
esperando blancas auroras
para enjugarlas con amor,
o amanecer quizás ...
colgados de una sola mano
del asta de la bandera imperial.
Desde entonces todos loa abriles
fueron heroicos juveniles
santificados por tomatas
y flecheros churumatas
XIX
José Eustaquio ...
firme mojón de churqui.
Agua, semilla y flor,
escucha mi rapsodia de amor.
Oigo el grito de tu guerra,
siento el torrente del “Pacchiri”
bebo las lágrimas de tu tierra,
muerdo la sangre de tu vientre.
Montañés coplero
de mi valle florido,
indómito guerrillero
no caíste en el olvido
porque tu nombre querido
quedó grabado en el churquial de mi corazón.
Y en el Berruecos de “Las Barrancas”,
junto a cuchilleros “payos” verdes
se estratificaron para siempre
amarillas rosas en cruz.
XX
Así...
la patria quedó labrada
en molde de estaño y plata
y forma de corazón.
Con nombre de perduraría
para detener la nieve en los límites de Bolívar
y la llama del fuego en el filo del Potosí,
a fin ... de que sigas perenne
en la memoria de los tiempos
y en la cara de los siglos.
... AMEN.
Luis Carrasco Salinas
“Santos Churqui”