Concierto virtual de la pianista Marianela Aparicio
En el salón de su casa en Santa Cruz de la Sierra



En el salón de su casa en Santa Cruz de la Sierra, y con el auspicio del Centro Cultural Plurinacional y la Fundación del Banco Central de Bolivia, la pianista cochabambina Marianela Aparicio Yuja ofreció un concierto virtual en homenaje a Bolivia en su mes aniversario.
Con un programa íntegramente dedicado a obras para piano de compositores bolivianos, Marianela hizo gala de su virtuosismo y su enorme capacidad de comunicación, no sólo con su piano sino también con la fluidez de la palabra y su espontaneidad a tiempo de presentar cada una de las obras. El interés que esta modalidad despierta en el auditorio, ella ya lo había experimentado el pasado año durante su gira de conciertos por varios países de Europa, que comenzó en Madrid. Sus introducciones y este desvelar de nuevas y distintas sonoridades tuvo enorme éxito entre públicos tan variados que escuchaban por primera vez música boliviana.
Poseedora de un amplio repertorio principalmente en lo referente a conciertos para piano y orquesta –ha tocado Bach, Chopin, Tchaikovsky, Gershwin, entre otros-, siempre ha seguido con interés la obra de compositores nuestros, estrenando un sinnúmero de composiciones como por ejemplo el concierto para piano y orquesta de Oldrich Halas y la música de Juan Antonio Rojas, algunas de cuyas obras están dedicadas a ella.
Arrancó su concierto virtual con un arreglo propio de la conocida canción “Sombrero de Saó” de Pedro Shimose, reconocido poeta y escritor boliviano, algo que la inicia en este otro campo especializado del arreglo y la transcripción. De este popular tema, adoptado por todo folklorista y conjunto, dice su autor que fue “una locura de adolescente” y que nunca se imaginó que llegaría a ser tan popular y menos inspirar una versión pianística que, en sus propias palabras, “le ha emocionado”. El tema con variaciones del Sombrero de Saó presentado por Marianela, es de enorme brillantez y virtuosismo y fue el prometedor comienzo de un concierto excepcional.
En las tres Cuecas de diferente hechura: “Obsesión” de Ramiro Soriano, “Mi inspiración” de Juan Antonio Rojas y “Cueca para un amor triste” de Luis Moya, la pianista lució su capacidad interpretativa, venciendo con soltura la complejidad técnica y armónica de estas bellas obras. El “Preludio Pastoral” de Ramiro Soriano, de estreno mundial es una composición de gran interés y envergadura que Marianela abordó con fluidez y exquisita sensibilidad.
De la obra integral de Armando Palmero (editada en el Libro II de la Colección Compositores Bolivianos), figuraban en el programa la Romanza y la Mazurka a la Chopin, y de Humberto Viscarra Monje, dos de las seis obras póstumas, editadas en el Libro I de dicha colección: Barcarola y Allegretto Scherzando.
Armando Palmero, puntal de la vida musical en Cochabamba, donde su casa fue el centro de reunión de los artistas e intelectuales de la época, ha dejado un legado de pequeñas joyas musicales. Amigo de Humberto Viscarra Monje, ambos fueron fundadores de la Escuela de Música Man Césped de Cochabamba. Extraordinarios músicos y extraordinarias personas –y en el caso de Viscarra Monje, gran educador y escritor, posteriormente Director del Conservatorio de Música de La Paz- fueron puntales de la vida musical de nuestro país.
Aaron Copland dice que el intérprete es el mediador entre el compositor y el oyente, alguien que da vida a la obra musical infundiéndole mucho de la propia personalidad.
Ciertamente Marianela es una mediadora ideal y dotada comunicadora. Su concierto virtual nos ha llegado además como un bálsamo de positividad y optimismo en momentos de una gran necesidad de alimento espiritual.
Madrid, 1 de septiembre de 2020