La Plaza Oscar Alfaro
Fue Alfaro un poeta lírico encantador,



Fue Alfaro un poeta lírico encantador, que trabajó con paciencia de orfebre sus sonetos y otras composiciones líricas. Meticuloso, pulcro enamorado de su tarea de poeta, se abocó a ella con un amor y una constancia digna de un artista del Renacimiento italiano.
Además de sus maravillosas narrativas, son sus sonetos los que le dieron justa nombradía, escribió más de un centenar.
Era admirado en todo el país, y también más allá de las fronteras; pero Tarija lo estimaba y lo quería en forma singular. Lo había visto ganarse, mozo aún, el puesto de primer poeta del país; lo había seguido con maternal solicitud el desarrollo de su fugaz bien que brillante carrera literaria. Y Oscar amaba también a Tarija.
Con la narrativa, con la poesía, con el drama, sabía llegar hasta lo más hondo del alma chapaca, ampliada inmensamente en el alma boliviana, y hacerla vibrar en arrebatos de amor al bien, a la verdad y a la belleza.
En este lugar se construyó varios monumentos para perpetuar la memoria del “poeta de los niños”. La mejor edad para incentivar el arte en general y la literatura en particular es, precisamente, en la infancia.
Cuando los niños vengan acompañados de sus padres a esta plaza, verán y leerán que existió un poeta que escribió para ellos y, en una época en la cual la ecología está tan olvidada, verán que este poeta escribió sobre animales, sobre plantas y sobre la naturaleza en general.
San Lorenzo es no solo un lugar lleno de belleza y placidez, sino fundamentalmente de gente agradable y amable, porque así como defendemos nuestros ideales y nuestra libertad, como lo hizo don Eustaquio Méndez, también defendemos la cultura y las letras como lo hizo don Oscar Alfaro.