Cientos se suicidan en un misterioso bosque
Japón/ErbolCien personas por año van allí a terminar con su vida. Por la densidad de su vegetación, basta adentrarse unos metros en Aokigahara para encontrar señales de muerte masiva.



Las imágenes pueden herir su sensibilidad.Un documental producido por Santiago Stelley en 2010 registró el lugar con la guía de Azusa Hayono, geólogo y guardián del bosque situado al pie del monte Fuji, en el centro de Japón. Es el territorio con la mayor tasa de suicidios del país, que a su vez es uno de los que registra los promedios más elevados del mundo.Los escalofríos invaden el cuerpo de los visitantes incluso antes de meterse entre los árboles, cuando se ven en el estacionamiento los autos abandonados de los que entraron al bosque y nunca salieron.Una vez adentro, un cartel previene contra el suicidio a los que recién ingresan: “Su vida es un regalo precioso de sus padres. Por favor piense en ellos, en sus hermanos e hijos. No se guarde lo que le pasa. Hable de sus problemas”. Debajo del pedido está el número de teléfono de la Asociación de Prevención del Suicidio.La mitología que se fue construyendo a su alrededor con el correr de los años terminó de consagrarlo como un centro de atracción para matarse en 1993, con la publicación El completo manual del suicidio, de Wataru Tsurumi. En esta guía para el suicida, el autor recomienda a Aokigahara como el sitio perfecto para terminar con la vida. Cientos de metros de cintas de todos los colores cruzan entre los árboles y las plantas en múltiples direcciones. Es el rastro que dejan los dudosos. Los que todavía no tomaron la decisión y quieren tener la posibilidad de seguir viviendo. Entonces, si llegan a arrepentirse a último momento, necesitan la cinta que los guíe de vuelta a la salida.El de las cintas no es el único indicio de que muchos van sin tener la decisión definitiva. Es común encontrar carpas, probablemente llevadas por quienes prefieren tomarse días y hasta semanas tomando la decisión. Claro que las tiendas que aparecen vacías son un testimonio de los que, luego de dudar mucho, eligieron morir.