Edgar Ortiz, un hombre que dio todo por Tarija
Uno de los hombres tarijeños más destacados y multifacéticos de los últimos años, reposa sentado sobre un sillón rojo, ubicado en la nutrida biblioteca de su casa.
Está leyendo alguno de los cientos de libros que tiene a su disposición.
Se trata de Edgar Ortiz Lema, quien con 83 años de edad demuestra mucha lucidez en su hablar y cuenta cómo con esmero y empeño logró destacarse a lo largo de su vida, ocupando sitiales muy importantes en el servicio público de Tarija y de Bolivia.
Conversar sobre su pasado y sus logros no es algo que le gusta, pero dice que lo hace en el afán de motivar a la juventud actual, a que se destaque y logre los objetivos que se trace en la vida.
Hijo de Julio Ortiz Murillo (héroe de la guerra del Chaco) y de Teresa Lema de Ortiz, hace conocer que es nieto del doctor Virginio Lema, quien fuera el primer presidente de la Corte Superior de Justicia de Tarija. Está casado con Bertha Caso Soruco, quien fue normalista de profesión y con la que tuvo tres hijos, todos profesionales. Su familia creció al punto de tener 11 nietos y 4 bisnietos.
Edgar recuerda que empezó a estudiar en La Salle en la ciudad de La Paz y después se trasladó a Tarija a la escuela Antoniano. Fue parte del primer grupo de bachilleres del colegio Antoniano y terminó esta etapa de su vida siendo el mejor bachiller del departamento, razón por la cual fue becado por la fundación Bahai y por el Lloyd Aéreo Boliviano (LAB) para visitar varios departamentos del país.
Cuando ingresó a la Universidad Autónoma Juan Misael Saracho (UAJMS) para estudiar derecho, fue también secretario ejecutivo de la Federación Universitaria Local (FUL), razón por la cual fue invitado por el gobierno de Estados Unidos para visitar varios estados de esa nación, en su calidad de líder estudiantil.
Cuenta con orgullo que mientras se desempeñaba como universitario fue el mejor estudiante de la universidad tarijeña y por este motivo la Alcaldía de Tarija le realizó una condecoración especial, entregándole una medalla de oro por ser “el mejor universitario en 1954”. Esto sucedió cuando él estaba en el segundo año de la universidad.
Sumado a esto, como la UAJMS había establecido que los mejores universitarios debían ser los responsables de la biblioteca universitaria, tras que fue reconocido, lo designaron director de la biblioteca de la universidad. Para ese entonces él tenía 20 años.
Cuando pasaron dos años de ese día, la vida le siguió sonriendo y así le tocó ser el director de la biblioteca municipal. En esa función estuvo durante un año.
Consultado sobre cómo lograba destacar en el estudio, dice que como no tenía ninguna otra ocupación, él era muy aplicado y se dedicaba a estudiar. Para ello, tenía un grupo de estudio en el que estaban compañeros como el doctor Gamarra, el doctor Cortés y otros.
Recuerda con mucho orgullo que para graduarse de licenciado en derecho, antiguamente no se defendía el examen en la misma universidad, sino que se daba el examen en la corte superior, donde estaban presentes representantes del Colegio de Abogados, de la Federación de Profesionales y vocales de la Corte Superior. “Con toda suerte fui reconocido como abogado inmediatamente después del examen; a eso se le llama juramento sobre tablas. Lo hice con felicitación del tribunal”, recuerda.
Pero algo que no quiere dejar de lado, es que como secretario ejecutivo de la FUL participó en los cabildos abiertos de Tarija, exigiendo la construcción de la carretera a Bermejo y la instalación de los ingenios azucareros.
Dice que por estos actos y por la toma del aeropuerto se declaró a Tarija zona militar y se siguió acción penal por sedición en 1962 contra Federico Ávila, Tedi Elizalde, su persona y otros. Posteriormente fue detenido junto a su padre, acusados de subversión.
Diputado y Ministro
En el plano político fue elegido como jefe del comando nacional de la juventud del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), posteriormente y debido a la división de ese partido, se conformó el Partido Revolucionario Auténtico en el cual fue designado como secretario ejecutivo nacional.
Luego fue elegido primer diputado por el departamento de Tarija y fue partícipe, desde ese sitial, de numerosas Minutas de Comunicación en beneficio de su departamento.
Revela que en el gobierno del presidente René Barrientos fue elegido por el propio Presidente como ministro de Educación y Cultura. Desde ese cargo impulsó la creación de varios colegios en Tarija como: El Liceo de Señoritas de Yacuiba, el colegio Julio Sucre en San Lorenzo y el colegio Oscar Alfaro en la ciudad de Tarija. También en su gestión se realizaron obras de ampliación en el Colegio Nacional San Luis y se aumentaron los ítems para dar oportunidad a los nuevos maestros de su tierra natal.
Sin embargo, uno de los aportes que más orgullo le significa, son las gestiones realizadas en Argentina, juntamente con el Dr. Ángel Baldivieso, para la construcción del colegio Belgrano.
Resalta que gracias a su participación en el parlamento y sus gestiones ante el presidente Barrientos se creó la facultad de Ingeniería forestal.
Cumplida su misión como Ministro, le tocó desempeñar las funciones de embajador extraordinario y plenipotenciario en Bogotá- Colombia.
Autoridad universitaria
A Edgar le tocó también cumplir funciones en la universidad como profesional, es así que ocupó el cargo de vicerrector a pedido del cuerpo de docentes, durante el periodo de un gobierno de facto. El objetivo era evitar el cierre de la universidad.
De esta manera, además de haber defendido los bienes inmuebles de la superior casa de estudios, como es el actual campus universitario, logró junto a Jaime Antonio Castellanos y Eduardo Ruiz, la instalación del canal 9 de televisión, que se convirtió en el primer sistema a color del país.
Fue catedrático de Economía Monetaria, Historia de la Ciencia, Cultura y Sociología en las facultades de economía y derecho.
Comité Cívico
Pero por si esto fuera poco, Edgar tuvo también una activa e importante participación en la defensa de los intereses de Tarija, llegando incluso a ser presidente del Comité Cívico tarijeño. Empero, antes de ser la cabeza del ente cívico, fue designado director de la primera unidad de hidrocarburos de la Corporación de Desarrollo de Tarija (Codetar). Habiendo brindado asesoramiento e información, recibió el reconocimiento expreso del directorio de esa institución.
Como presidente del Comité Cívico defendió intransigentemente las regalías petroleras y logró unificar a nivel nacional el pedido de descentralización administrativa, que posteriormente fue una realidad.
Director de YPFB
Posteriormente por toda su trayectoria, fue elegido por las instituciones de Tarija como director de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB). Por esto viajó a Brasil acompañando al Ministro de Relaciones Exteriores y al Presidente de YPFB. La misión del viaje era acordar el primer tratado de venta de gas a ese país. Simultáneamente desempeñó las funciones de primer director de la unidad de hidrocarburos de la entonces Corporación de Desarrollo de Tarija (Codetar).
Corte Superior
Uno de los cargos que más recuerdos le trae y del que se siente muy orgulloso es el de haber sido también presidente de la Corte Superior de Justicia. Asegura que entregó a la institución todos sus conocimientos y desempeñó su labor con honestidad y apego incondicional a la ley, sin que hubiera existido en todo ese tiempo ninguna queja por retardo o mala administración de justicia.
Otras funciones
Edgar cuenta que una de sus mayores satisfacciones fue el haber sido miembro del Consejo Supremo de Defensa Nacional y el haber sido elegido democráticamente Presidente de la Federación Departamental de Profesionales de Tarija. Posteriormente como presidente de la Confederación Nacional de Profesionales de Bolivia y luego culminó esta actividad como presidente de la Confederación Latinoamericana de Profesionales Universitarios, elegido en Río de Janeiro a propuesta de Brasil, Colombia, Paraguay y Argentina. Fue el único Boliviano que ocupo esas funciones.
En reconocimiento a sus méritos en su carrera pública y administrativa, fue designado presidente de la Corte Departamental Electoral en las elecciones del año 1977 en un complicado periodo político, marcado por un autoritarismo que frustró sus aspiraciones para una buena gestión, a la que denunció públicamente por un fraude electoral a nivel nacional.
Por un corto periodo de tiempo ocupó las funciones de Prefecto del Departamento. Fue también Fiscal de Distrito en dos periodos. Presidió la delegación boliviana en la décima reunión de la UNESCO en Paris-Francia.
Entre otras de las tantas funciones que tuvo, fue juez agrario, director de la Oficina Técnica Nacional de los ríos Pilcomayo y Bermejo, funcionario del Proyecto Villa Montes – Sachapera (Provisa) y miembro del Consejo Nacional de Reformas al Poder Judicial.