Un proyecto turístico olvidado
172 museos abrieron sus puertas en la ciudad de La Paz, una ciudad donde la cultura toma gran importancia. En Tarija sólo lo hicieron seis, pues 14 espacios de los 20 promocionados fueron acondicionados para la “Larga Noche de Museos”. ¿Cuál es el motivo de que en Tarija no haya diversidad...
OPINIÓN
172 museos abrieron sus puertas en la ciudad de La Paz, una ciudad donde la cultura toma gran importancia. En Tarija sólo lo hicieron seis, pues 14 espacios de los 20 promocionados fueron acondicionados para la “Larga Noche de Museos”. ¿Cuál es el motivo de que en Tarija no haya diversidad de estos lugares? Todo apunta al olvido de un plan turístico centrado en la riqueza histórica de Tarija. El recorte presupuestario en el área cultural, el atrasado proyecto sobre la creación del Parque Departamental Paleontológico y el no pensar en la cultura como un modo de vida son los principales factores.
Según la Unesco, un museo “acopia, conserva, investiga, difunde y expone el patrimonio material e inmaterial de los pueblos para que sea estudiado, y deleite al público”. Por lo tanto, un museo implica una gran inversión económica. Sin embargo, en Tarija cuando ingresó la crisis lo primero que se recortó fue el dinero destinado al plan turístico que fortalecía los museos.
Cuando un Estado se preocupa ayuda a la creación de identidad y conservación del patrimonio, por lo tanto, crea una cultura de museo. Esto es invaluable. Esta premisa se encuentra en la ley de Protección del Patrimonio Cultural y Natural de Tarija, puntualmente en su artículo 6: “Adoptar una política general encaminada a atribuir el patrimonio cultural y natural a una función en la vida colectiva de los tarijeños (…)”.
Dicha ley indica también que la primera autoridad del departamento será la competente para identificar, proteger, conservar, rehabilitar y transmitir a las generaciones futuras el patrimonio cultural y natural del Departamento de Tarija.
“Procurará actuar, con ese propósito, asignando al esfuerzo de protección el máximo posible de recursos disponibles en el presupuesto departamental, además de gestionar los recursos correspondientes de la cooperación internacional, sobre todo en los aspectos financieros, artísticos, científicos y técnicos”.
El circuito de museos fue una iniciativa ya planteada en la gestión del exgobernador Mario Cossío. La actual administración hizo el mismo planteamiento, pero una vez más las prioridades son otras.
Otra muestra de esto es el olvidado proyecto de construcción del Parque y Museo Departamental Paleontológico, establecido en la Ley 4144. Dicha norma indica criterios de espesor de los sedimentos, densidad de restos fósiles detectados, cercanía a la ciudad de Tarija, amenazas antrópicas y climatológicas sobre el patrimonio natural y otros.
Detalla que este parque se ubicará sobre las tierras erosionadas (bad lands) de la zona de San Jacinto Norte, encerrada por el circuito turístico Villa Bush - San Jacinto Norte - San Blas, en una extensión no menor a cien hectáreas (100 Has).
Incluso la norma establece la autorización para la tramitación y ejecución de otras expropiaciones debidamente justificadas y consideradas inevitables y necesarias para las tareas de conservación del patrimonio natural y cultural departamental.
En resumen, son varios los descuidos respecto a un gran potencial que ahora permanece dormido en los museos, la ley 4144 ha quedado en la gaveta de algún escritorio y estará ahí hasta que alguna autoridad le dé la debida importancia a la cultura.
Los museos son sin lugar a dudas espacios de gran valor cultural y social, donde se le da relevancia a la investigación, la ciencia y las diferentes artes. Son los museos espacios propicios para la interacción con el conocimiento; es indiscutible que estos recintos son en muchas ocasiones epicentro de acercamiento entre objetos, lugares, experiencias y expresiones, brindando a su vez las condiciones propicias para el diálogo. De todo esto deben estar conscientes las autoridades de cada región porque de lo contrario las palabras caen a saco roto.
Según la Unesco, un museo “acopia, conserva, investiga, difunde y expone el patrimonio material e inmaterial de los pueblos para que sea estudiado, y deleite al público”. Por lo tanto, un museo implica una gran inversión económica. Sin embargo, en Tarija cuando ingresó la crisis lo primero que se recortó fue el dinero destinado al plan turístico que fortalecía los museos.
Cuando un Estado se preocupa ayuda a la creación de identidad y conservación del patrimonio, por lo tanto, crea una cultura de museo. Esto es invaluable. Esta premisa se encuentra en la ley de Protección del Patrimonio Cultural y Natural de Tarija, puntualmente en su artículo 6: “Adoptar una política general encaminada a atribuir el patrimonio cultural y natural a una función en la vida colectiva de los tarijeños (…)”.
Dicha ley indica también que la primera autoridad del departamento será la competente para identificar, proteger, conservar, rehabilitar y transmitir a las generaciones futuras el patrimonio cultural y natural del Departamento de Tarija.
“Procurará actuar, con ese propósito, asignando al esfuerzo de protección el máximo posible de recursos disponibles en el presupuesto departamental, además de gestionar los recursos correspondientes de la cooperación internacional, sobre todo en los aspectos financieros, artísticos, científicos y técnicos”.
El circuito de museos fue una iniciativa ya planteada en la gestión del exgobernador Mario Cossío. La actual administración hizo el mismo planteamiento, pero una vez más las prioridades son otras.
Otra muestra de esto es el olvidado proyecto de construcción del Parque y Museo Departamental Paleontológico, establecido en la Ley 4144. Dicha norma indica criterios de espesor de los sedimentos, densidad de restos fósiles detectados, cercanía a la ciudad de Tarija, amenazas antrópicas y climatológicas sobre el patrimonio natural y otros.
Detalla que este parque se ubicará sobre las tierras erosionadas (bad lands) de la zona de San Jacinto Norte, encerrada por el circuito turístico Villa Bush - San Jacinto Norte - San Blas, en una extensión no menor a cien hectáreas (100 Has).
Incluso la norma establece la autorización para la tramitación y ejecución de otras expropiaciones debidamente justificadas y consideradas inevitables y necesarias para las tareas de conservación del patrimonio natural y cultural departamental.
En resumen, son varios los descuidos respecto a un gran potencial que ahora permanece dormido en los museos, la ley 4144 ha quedado en la gaveta de algún escritorio y estará ahí hasta que alguna autoridad le dé la debida importancia a la cultura.
Los museos son sin lugar a dudas espacios de gran valor cultural y social, donde se le da relevancia a la investigación, la ciencia y las diferentes artes. Son los museos espacios propicios para la interacción con el conocimiento; es indiscutible que estos recintos son en muchas ocasiones epicentro de acercamiento entre objetos, lugares, experiencias y expresiones, brindando a su vez las condiciones propicias para el diálogo. De todo esto deben estar conscientes las autoridades de cada región porque de lo contrario las palabras caen a saco roto.
