Tráfico ilegal y deforestación amenazan la fauna en Tarija
Un estudio revelado en distintos medios nacionales e internacionales realizado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) anunció que un millón de los ocho millones de especies de animales y vegetales existentes en el mundo están en peligro de extinción y podrían desaparecer en solo...
Un estudio revelado en distintos medios nacionales e internacionales realizado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) anunció que un millón de los ocho millones de especies de animales y vegetales existentes en el mundo están en peligro de extinción y podrían desaparecer en solo décadas si no se toman medidas efectivas, urgentes y decisivas.
Dicho informe publicado en diferentes medios el pasado lunes afirma que estas tendencias se pueden detener, pero se requerirá un “cambio transformador” en cada aspecto, sobre todo relacionado al cómo los humanos interactúan con la naturaleza.
En sus tres años de elaboración, esta evaluación global del estado de la naturaleza se basa en 15.000 materiales de referencia y ha sido compilada por la Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES). El informe tiene un total 1.800 páginas.
Fauna amenazada en Tarija
[caption id="attachment_235751" align="aligncenter" width="696"] Foto ilustrativa / CBF[/caption]
Para el director de la organización Naturaleza Tierra y Vida (Nativa), Iván Arnold, este informe presentado por la ONU hace referencia a la sexta extinción masiva en el planeta recordando que ya hubo cinco hace muchos años.
“Alguien decía que nuestra generación es la última que puede hacer algo por salvar el rumbo de la especie humana que está creando una piedra tan grande, que luego no podrá moverla ni con toda la tecnología que tenga, lo que pondrá en riesgo nuestra especie”, indicó.
Nativa trabaja en el monitoreo de diferentes especies, entre ellas el jaguar, la cual puede identificarse en distintos lugares como Villa Montes, Roboré, Charagua, etc. Por ahora trabajan con “cámaras trampa” con el fin de monitorear la biodiversidad.
Aún en el Chaco Boliviano, según Arnold, se pudo evidenciar la presencia de grandes mamíferos como el jaguar, pese a las constantes denuncias sobre el tráfico de colmillos de este animal. “Se instalan cámaras y a través de imágenes se ve en qué lugares y puntos se pudo captar la presencia de estas especies”, dijo.
La principal amenaza para las especies amenazadas, de acuerdo al director de Nativa, principalmente en la región del Chaco, es la deforestación, donde según informes de organismos internacionales, en los últimos 17 años se perdieron casi 20 millones de hectáreas de bosque.
La escala de la desforestación en la región del Chaco Boliviano es menor debido a sus dimensiones más reducidas. Esto provoca el cambio de hábitat de ciertas especies como el jaguar y quita terreno a estos animales.
[caption id="attachment_41098" align="aligncenter" width="696"] Loros y monos son algunas de las especies más cotizadas para el tráfico de animales.[/caption]
El tráfico de animales es otro factor que amenaza constantemente a distintas especies, según explicó Arnold y el representante de la Sociedad Protectora de Animales en Tarija (SPAT) y activista ambiental, Gonzalo Torrez.
“Hay una policía fronteriza bastante incompetente, mal instruida y equipada, nosotros somos el país número 8 en biodiversidad en el mundo y estamos en esta situación. La fauna sale desde Bolivia a países con menos especies como Argentina o incluso países europeos. Se trata de fauna que solo existe en nuestro país”, detalló.
El tráfico ilegal de animales y especies silvestres que se encuentran con grados de amenazas actualmente está “fuera de control” según Torrez, quien indicó que las instituciones como el Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap) no estarían cumpliendo sus funciones adecuadamente, de forma especial en Tarija.
Asimismo, Torrez, mencionó que la deforestación es otro factor que estaría amenazando a la biodiversidad, situación que evidenció en la región del Chaco, donde algunas personas estarían deforestando “grandes extensiones de tierra” para dedicarse a la agroindustria tecnificada, sembrando productos transgénicos solo porque “se venden mejor”.
Mecanismos y estrategias para enfrentar amenazas
La organización Naturaleza Tierra y Vida (Nativa) según su director, Iván Arnold, actualmente trabaja territorialmente en el Gran Chaco Americano compuesto por el municipio de Villa Montes, la región de Charagua y asociados con otras instituciones de Paraguay y Argentina.
Arnold explicó que en base a un protocolo internacional o el “Libro Rojo” de especies amenazadas, se establece cuáles son las especies que están en peligro de extinción o en categorías de amenaza.
“Este debería ser un requisito para cualquier persona, aunque quiera una mascota para transportarla. Recientemente vimos el caso del tucán que era transportado en un vehículo de transporte público”, señaló.
Para el activista ambiental Gonzalo Torrez, para combatir la caza, pesca y el tráfico de especies, primero se tiene que cambiar las “políticas de vida” y trabajar arduamente en la conciencia de cada ser humano.
“Este aire que respiramos y el agua que tomamos, servicios ambientales, la gente no los vincula con la naturaleza, tenemos que diagramar y graficar la producción de oxígeno y agua y hacerle entender que todo esto viene de un ecosistema. Una vez que seamos conscientes de mantener a la naturaleza, vamos a saber sobre todo, de su importancia”, dijo.
Deforestación
Entre los años 1980 y 2000 se perdieron 100 millones de hectáreas de bosque tropical, principalmente por la ganadería en América del Sur y las plantaciones de aceite de palma en el sudeste asiático.
Peor que los bosques tropicales se encuentran los humedales: en el año 2.000 solo se conservaba el 13% de los que existían en 1700.
Dicho informe publicado en diferentes medios el pasado lunes afirma que estas tendencias se pueden detener, pero se requerirá un “cambio transformador” en cada aspecto, sobre todo relacionado al cómo los humanos interactúan con la naturaleza.
En sus tres años de elaboración, esta evaluación global del estado de la naturaleza se basa en 15.000 materiales de referencia y ha sido compilada por la Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES). El informe tiene un total 1.800 páginas.
Fauna amenazada en Tarija
[caption id="attachment_235751" align="aligncenter" width="696"] Foto ilustrativa / CBF[/caption]
Para el director de la organización Naturaleza Tierra y Vida (Nativa), Iván Arnold, este informe presentado por la ONU hace referencia a la sexta extinción masiva en el planeta recordando que ya hubo cinco hace muchos años.
“Alguien decía que nuestra generación es la última que puede hacer algo por salvar el rumbo de la especie humana que está creando una piedra tan grande, que luego no podrá moverla ni con toda la tecnología que tenga, lo que pondrá en riesgo nuestra especie”, indicó.
Nativa trabaja en el monitoreo de diferentes especies, entre ellas el jaguar, la cual puede identificarse en distintos lugares como Villa Montes, Roboré, Charagua, etc. Por ahora trabajan con “cámaras trampa” con el fin de monitorear la biodiversidad.
Aún en el Chaco Boliviano, según Arnold, se pudo evidenciar la presencia de grandes mamíferos como el jaguar, pese a las constantes denuncias sobre el tráfico de colmillos de este animal. “Se instalan cámaras y a través de imágenes se ve en qué lugares y puntos se pudo captar la presencia de estas especies”, dijo.
La principal amenaza para las especies amenazadas, de acuerdo al director de Nativa, principalmente en la región del Chaco, es la deforestación, donde según informes de organismos internacionales, en los últimos 17 años se perdieron casi 20 millones de hectáreas de bosque.
La escala de la desforestación en la región del Chaco Boliviano es menor debido a sus dimensiones más reducidas. Esto provoca el cambio de hábitat de ciertas especies como el jaguar y quita terreno a estos animales.
[caption id="attachment_41098" align="aligncenter" width="696"] Loros y monos son algunas de las especies más cotizadas para el tráfico de animales.[/caption]
El tráfico de animales es otro factor que amenaza constantemente a distintas especies, según explicó Arnold y el representante de la Sociedad Protectora de Animales en Tarija (SPAT) y activista ambiental, Gonzalo Torrez.
“Hay una policía fronteriza bastante incompetente, mal instruida y equipada, nosotros somos el país número 8 en biodiversidad en el mundo y estamos en esta situación. La fauna sale desde Bolivia a países con menos especies como Argentina o incluso países europeos. Se trata de fauna que solo existe en nuestro país”, detalló.
El tráfico ilegal de animales y especies silvestres que se encuentran con grados de amenazas actualmente está “fuera de control” según Torrez, quien indicó que las instituciones como el Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap) no estarían cumpliendo sus funciones adecuadamente, de forma especial en Tarija.
Asimismo, Torrez, mencionó que la deforestación es otro factor que estaría amenazando a la biodiversidad, situación que evidenció en la región del Chaco, donde algunas personas estarían deforestando “grandes extensiones de tierra” para dedicarse a la agroindustria tecnificada, sembrando productos transgénicos solo porque “se venden mejor”.
Mecanismos y estrategias para enfrentar amenazas
La organización Naturaleza Tierra y Vida (Nativa) según su director, Iván Arnold, actualmente trabaja territorialmente en el Gran Chaco Americano compuesto por el municipio de Villa Montes, la región de Charagua y asociados con otras instituciones de Paraguay y Argentina.
Arnold explicó que en base a un protocolo internacional o el “Libro Rojo” de especies amenazadas, se establece cuáles son las especies que están en peligro de extinción o en categorías de amenaza.
“Este debería ser un requisito para cualquier persona, aunque quiera una mascota para transportarla. Recientemente vimos el caso del tucán que era transportado en un vehículo de transporte público”, señaló.
Para el activista ambiental Gonzalo Torrez, para combatir la caza, pesca y el tráfico de especies, primero se tiene que cambiar las “políticas de vida” y trabajar arduamente en la conciencia de cada ser humano.
“Este aire que respiramos y el agua que tomamos, servicios ambientales, la gente no los vincula con la naturaleza, tenemos que diagramar y graficar la producción de oxígeno y agua y hacerle entender que todo esto viene de un ecosistema. Una vez que seamos conscientes de mantener a la naturaleza, vamos a saber sobre todo, de su importancia”, dijo.
Deforestación
Entre los años 1980 y 2000 se perdieron 100 millones de hectáreas de bosque tropical, principalmente por la ganadería en América del Sur y las plantaciones de aceite de palma en el sudeste asiático.
Peor que los bosques tropicales se encuentran los humedales: en el año 2.000 solo se conservaba el 13% de los que existían en 1700.