Street food en auge
Camilo Andrade Nutricionista Comer bien, a buen precio y a pie de calle... Eso es lo que proclama la tendencia street food, que se ha apoderado de todo el mundo, intentando redefinir y elevar el concepto de “comida callejera”, y reclamando espacios para que los “transgresores...
Camilo Andrade Nutricionista
Comer bien, a buen precio y a pie de calle... Eso es lo que proclama la tendencia street food, que se ha apoderado de todo el mundo, intentando redefinir y elevar el concepto de “comida callejera”, y reclamando espacios para que los “transgresores gastronómicos” puedan salir al encuentro de los ciudadanos.
En contexto
El ‘street food’ es la tendencia gastronómica del momento en todo el planeta. Desde las calles de Bankgkok, Bombay o México DF, los puestos de “comida de calle” (y a mucha honra) han invadido las aceras y las plazas de Nueva York y Londres. Madrid y Barcelona se han subido al carro con ese punto de innovación y transgresión que viene a pelo para los tiempos que corren.
Pese a nuestras ordenanzas municipales aún muy rígidas con las licencias, muchos restaurantes miran con recelo a la “competencia desleal” y la gente no está aún convencida de que se puede comer en el asfalto de un modo sabroso y sano, rápido y barato. Probar no está mal, pero asegúrate de que lo haces en el lugar correcto, verificando primero, la higiene.
Una tendencia que se resiste a desaparecer y vuelve con más fuerza gracias a los carros de comida
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Comer bien, a buen precio y a pie de calle... Eso es lo que proclama la tendencia street food, que se ha apoderado de todo el mundo, intentando redefinir y elevar el concepto de “comida callejera”, y reclamando espacios para que los “transgresores gastronómicos” puedan salir al encuentro de los ciudadanos.
En contexto
El ‘street food’ es la tendencia gastronómica del momento en todo el planeta. Desde las calles de Bankgkok, Bombay o México DF, los puestos de “comida de calle” (y a mucha honra) han invadido las aceras y las plazas de Nueva York y Londres. Madrid y Barcelona se han subido al carro con ese punto de innovación y transgresión que viene a pelo para los tiempos que corren.
Pese a nuestras ordenanzas municipales aún muy rígidas con las licencias, muchos restaurantes miran con recelo a la “competencia desleal” y la gente no está aún convencida de que se puede comer en el asfalto de un modo sabroso y sano, rápido y barato. Probar no está mal, pero asegúrate de que lo haces en el lugar correcto, verificando primero, la higiene.
Una tendencia que se resiste a desaparecer y vuelve con más fuerza gracias a los carros de comida
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