Sobre los tipos de leche
Camilo Andrade Nutricionista Desde que la vaca o la cabra se ordeña hasta que la leche se envasa pasa por una serie de procesos que influyen en la calidad nutritiva. Antes de elegir de una u otro tipo, has de asegurarte que es un producto que tiene todos los ingredientes que crees y que son...
Camilo Andrade Nutricionista
Desde que la vaca o la cabra se ordeña hasta que la leche se envasa pasa por una serie de procesos que influyen en la calidad nutritiva. Antes de elegir de una u otro tipo, has de asegurarte que es un producto que tiene todos los ingredientes que crees y que son necesarios para nuestro organismo. Un primer punto polémico es que no todos los expertos consideran que sea un alimento siempre recomendado. De hecho, somos prácticamente el único mamífero adulto que la consume habitualmente.
A tomar en cuenta
La leche no es imprescindible para una persona adulta, pero constituye una fuente de proteínas de alta calidad, de vitaminas A y D, de ácidos grasos esenciales y; sobre todo, de calcio. Indudablemente, combinando de forma acertada otros alimentos, podemos obtener los mismos nutrientes. Sin embargo, todas las marcas no ofrecen exactamente la misma calidad de leche. Estudios constataron que, en general, todas las empresas mantienen unos impecables controles de higiene, la correcta temperatura en el transporte o la cantidad de grasa de acuerdo con el tipo de leche.
Algunas marcas añaden leche en polvo o tienen un tratamiento de temperatura diferente que elimina más nutrientes que otra. Una vez ordeñada, la leche se centrifuga para separar la grasa (la única modificación que permite la ley). Los fabricantes no son generosos a la hora de “dejar” grasa en la leche. El resto la aprovechan para hacer mantequilla, nata montada, etc. La leche cruda no es en absoluto aconsejable. La leche llamada fresca tampoco lo es exactamente, al menos pasa por el proceso de pasteurización.
Hay que calentarla como mínimo hasta los 75 grados, poco antes de su ebullición
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Desde que la vaca o la cabra se ordeña hasta que la leche se envasa pasa por una serie de procesos que influyen en la calidad nutritiva. Antes de elegir de una u otro tipo, has de asegurarte que es un producto que tiene todos los ingredientes que crees y que son necesarios para nuestro organismo. Un primer punto polémico es que no todos los expertos consideran que sea un alimento siempre recomendado. De hecho, somos prácticamente el único mamífero adulto que la consume habitualmente.
A tomar en cuenta
La leche no es imprescindible para una persona adulta, pero constituye una fuente de proteínas de alta calidad, de vitaminas A y D, de ácidos grasos esenciales y; sobre todo, de calcio. Indudablemente, combinando de forma acertada otros alimentos, podemos obtener los mismos nutrientes. Sin embargo, todas las marcas no ofrecen exactamente la misma calidad de leche. Estudios constataron que, en general, todas las empresas mantienen unos impecables controles de higiene, la correcta temperatura en el transporte o la cantidad de grasa de acuerdo con el tipo de leche.
Algunas marcas añaden leche en polvo o tienen un tratamiento de temperatura diferente que elimina más nutrientes que otra. Una vez ordeñada, la leche se centrifuga para separar la grasa (la única modificación que permite la ley). Los fabricantes no son generosos a la hora de “dejar” grasa en la leche. El resto la aprovechan para hacer mantequilla, nata montada, etc. La leche cruda no es en absoluto aconsejable. La leche llamada fresca tampoco lo es exactamente, al menos pasa por el proceso de pasteurización.
Hay que calentarla como mínimo hasta los 75 grados, poco antes de su ebullición
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