Se recuerda hoy 103 años del nacimiento de Ernesto La Faye
Ernesto Raymundo La Faye Cabrera –“Don Ernesto”, como le decían quienes lo conocieron- fue un músico nacido en Cochabamba el 5 de octubre de 1915. Su vida es una clara muestra de cómo basta una sola persona para cambiar el curso de los hechos: sin él, la Tarija musical que hoy...
Ernesto Raymundo La Faye Cabrera –“Don Ernesto”, como le decían quienes lo conocieron- fue un músico nacido en Cochabamba el 5 de octubre de 1915. Su vida es una clara muestra de cómo basta una sola persona para cambiar el curso de los hechos: sin él, la Tarija musical que hoy conocemos, sería radicalmente diferente, escribió quién fuera uno de sus estudiantes, el maestro de la guitarra Fernando Arduz Ruiz.
Contó que cuando Don Ernesto vino a establecerse en Tarija, luego de jubilarse de su puesto de Gerente de la Casa Importadora Mac Donalds (no confundir con la marca de hamburguesas), quiso dedicarse a enseñar el arte que era motivo de su pasión: la música. El único requisito que exigía a sus estudiantes era la responsabilidad, ya que no cobraba por las clases que daba en su domicilio; las puertas de su casa estaban siempre abiertas para quienes cumplían con el horario y el estudio disciplinado y constante.
Desde el primer concierto de guitarra que dimos Marco Alandia, David Mendieta y mi persona –sostiene Arduz-, el 13 de diciembre de 1974 en el Paraninfo Universitario, algo empezaría a cambiar en Tarija: poco a poco fueron sumándose al grupo otros niños y jóvenes deseosos de aprender la música. Así fue creado el Grupo Musical Pro-Arte al que luego se incluirían Beto Martínez, Arnaud Gérard, Carmen Verdún, Milton Ramos, Weimar Soto, Jorge Molina y otros más bajo la dirección de Ernesto La Faye.
“Las vidas de quienes decidimos dedicarnos a la música profesionalmente cambiaron gracias al hecho que un día Don Ernesto La Faye decidió quedarse en Tarija. Fue compositor de varios temas de música folklórica nacional, su inspiración por Tarija se hace patente en las piezas “Tarija tierra querida” y “Tarija vergel de amor”, recordó.
Semblanza
Por su parte, el escritor Iván Castrillo Castellón, autor del libro en edición “El viento del Sur - Semblanza de Ernesto La Faye C.”, cuenta que un martes 27 de marzo de 1946, a la edad de 32 años, organizó y dirigió a un grupo de músicos tarijeños: Jesús Gaite, Juan Choke G., Tovar, y Morales Asua; hábiles instrumentistas de la guitarra, conformando así el Grupo Musical “Mozart”,
Entre los años 1950 y 1970, como Gerente de la distribuidora Mc Donalds, con sede en la ciudad de La Paz y contando con una sucursal en la ciudad de Tarija, realizaba permanentes visitas a esta tierra, su amor por esta tierra o su amor por una bella dama tarijeña: Doña Teresa Monasterio, con quien contrajo nupcias, tal vez fueron los motivos por los que siempre estuvo vinculado a Tarija y a los tarijeños.
El año 1972, habiéndose jubilado, decide establecerse en la ciudad de Tarija, cumple funciones como miembro consejero del Directorio del Banco Central de Bolivia, y se va involucrando en el quehacer cultural y social de la ciudad.
Con su primer alumno, Marco Alandia Navajas, empieza todo un periplo musical, en una ciudad donde la actividad cultural siempre estuvo relegada y lo está aún ahora; al poco tiempo corre la voz de que hay un maestro de música que imparte clases de guitarra, tal vez no era la intención o tal vez sí, el caso es que empezaron a aparecer los jóvenes que acudían a Don Ernesto La Faye, para que les abriera las puertas de su casa y sumergirse en otro mundo totalmente musical.
En el año 1974 cuando “Pro Arte”, bajo la dirección de Don Ernesto La Faye inicia sus actividades como agrupación musical con la participación de jóvenes y talentosos instrumentistas, estudiantes de Don Ernesto. La Universidad Juan Misael Saracho, a través del canal universitario albergó a los músicos; con Roberto Barja bajo la Dirección de Extensión Universitaria, se creó un programa denominado “Jueves Selectos” en el que el grupo musical de Don Ernesto deleitaba con sus cálidas interpretaciones a un público sin rostro que se encontraba al otro lado de las pantallas de un frío televisor.
Como todo es dinámico, en la música lo es mucho más, y el año 1975, se conforman variados ensambles de ejecutantes e instrumentos como la flauta dulce, guitarra y percusión, el grupo crece y gente nueva se incorpora lo que permite la realización de una serie de recitales y presentaciones en público y en televisión.
Su obra
Los subsiguientes años 1977, 1978, 1979 y 1980, don Ernesto mantiene una permanente renovación instrumental en Pro Arte, que da lugar a la formación de un importante grupo humano integrado por: Marco Alandia Navajas, Francisco Xavier Yujra, David Mendieta León, Fernando Arduz Ruíz, José Luis Mendieta, Humberto Martínez Echazú, María del Carmen Verdún Sucre, Pedro Velazco Mac Lean, André La Faye, Jhilma Hoyos Echazú, Gerardo Vaca Guzmán, Ubaldo Calcina, Milton Ramos Díaz, Ernesto La Faye, Freddy Maldonado Valcik, Paul Castellanos Mealla, Claudio Velazco, Arnaldo Gerard Ardenoise, Sergio Alarcón, Milton Ramos, Eddy Cox Hoyos, Franz Zenteno, Margarita Núñez, Weimar Soto Orellana, Julio Verdún Sucre, Horacio Lazcano, Jorge Molina Rossel. Dos músicos siempre invitados, como es el caso de la concertista Adela Lea Plaza y el violinista Roberto Barja.
Dejó un legado significativo de composiciones, sobre todo música popular boliviana como tonadas, taquiraris, huayños, canciones, baladas, inclusive entre ellas se encuentra una misa folclórica boliviana inédita a cuatro voces. Entre las varias composiciones escritas, se pueden citar las siguientes: El río de mi solar (tonada-cueca, arreglo de Fernando Arduz); Tarija la linda (taquirari); Pachamama/Tierra india (Adagio y allegro indio); Tarija tierra querida (tonada); Tarija vergel de amor (tonada); Aquella rosa roja (taquirari); Pájaro cantor (bailecito); Camba errabundo (carnavalito); Espera inútil (taquirari); Aires folclóricos bolivianos (suite) y otros.
Contó que cuando Don Ernesto vino a establecerse en Tarija, luego de jubilarse de su puesto de Gerente de la Casa Importadora Mac Donalds (no confundir con la marca de hamburguesas), quiso dedicarse a enseñar el arte que era motivo de su pasión: la música. El único requisito que exigía a sus estudiantes era la responsabilidad, ya que no cobraba por las clases que daba en su domicilio; las puertas de su casa estaban siempre abiertas para quienes cumplían con el horario y el estudio disciplinado y constante.
Desde el primer concierto de guitarra que dimos Marco Alandia, David Mendieta y mi persona –sostiene Arduz-, el 13 de diciembre de 1974 en el Paraninfo Universitario, algo empezaría a cambiar en Tarija: poco a poco fueron sumándose al grupo otros niños y jóvenes deseosos de aprender la música. Así fue creado el Grupo Musical Pro-Arte al que luego se incluirían Beto Martínez, Arnaud Gérard, Carmen Verdún, Milton Ramos, Weimar Soto, Jorge Molina y otros más bajo la dirección de Ernesto La Faye.
“Las vidas de quienes decidimos dedicarnos a la música profesionalmente cambiaron gracias al hecho que un día Don Ernesto La Faye decidió quedarse en Tarija. Fue compositor de varios temas de música folklórica nacional, su inspiración por Tarija se hace patente en las piezas “Tarija tierra querida” y “Tarija vergel de amor”, recordó.
Semblanza
Por su parte, el escritor Iván Castrillo Castellón, autor del libro en edición “El viento del Sur - Semblanza de Ernesto La Faye C.”, cuenta que un martes 27 de marzo de 1946, a la edad de 32 años, organizó y dirigió a un grupo de músicos tarijeños: Jesús Gaite, Juan Choke G., Tovar, y Morales Asua; hábiles instrumentistas de la guitarra, conformando así el Grupo Musical “Mozart”,
Entre los años 1950 y 1970, como Gerente de la distribuidora Mc Donalds, con sede en la ciudad de La Paz y contando con una sucursal en la ciudad de Tarija, realizaba permanentes visitas a esta tierra, su amor por esta tierra o su amor por una bella dama tarijeña: Doña Teresa Monasterio, con quien contrajo nupcias, tal vez fueron los motivos por los que siempre estuvo vinculado a Tarija y a los tarijeños.
El año 1972, habiéndose jubilado, decide establecerse en la ciudad de Tarija, cumple funciones como miembro consejero del Directorio del Banco Central de Bolivia, y se va involucrando en el quehacer cultural y social de la ciudad.
Con su primer alumno, Marco Alandia Navajas, empieza todo un periplo musical, en una ciudad donde la actividad cultural siempre estuvo relegada y lo está aún ahora; al poco tiempo corre la voz de que hay un maestro de música que imparte clases de guitarra, tal vez no era la intención o tal vez sí, el caso es que empezaron a aparecer los jóvenes que acudían a Don Ernesto La Faye, para que les abriera las puertas de su casa y sumergirse en otro mundo totalmente musical.
En el año 1974 cuando “Pro Arte”, bajo la dirección de Don Ernesto La Faye inicia sus actividades como agrupación musical con la participación de jóvenes y talentosos instrumentistas, estudiantes de Don Ernesto. La Universidad Juan Misael Saracho, a través del canal universitario albergó a los músicos; con Roberto Barja bajo la Dirección de Extensión Universitaria, se creó un programa denominado “Jueves Selectos” en el que el grupo musical de Don Ernesto deleitaba con sus cálidas interpretaciones a un público sin rostro que se encontraba al otro lado de las pantallas de un frío televisor.
Como todo es dinámico, en la música lo es mucho más, y el año 1975, se conforman variados ensambles de ejecutantes e instrumentos como la flauta dulce, guitarra y percusión, el grupo crece y gente nueva se incorpora lo que permite la realización de una serie de recitales y presentaciones en público y en televisión.
Su obra
Los subsiguientes años 1977, 1978, 1979 y 1980, don Ernesto mantiene una permanente renovación instrumental en Pro Arte, que da lugar a la formación de un importante grupo humano integrado por: Marco Alandia Navajas, Francisco Xavier Yujra, David Mendieta León, Fernando Arduz Ruíz, José Luis Mendieta, Humberto Martínez Echazú, María del Carmen Verdún Sucre, Pedro Velazco Mac Lean, André La Faye, Jhilma Hoyos Echazú, Gerardo Vaca Guzmán, Ubaldo Calcina, Milton Ramos Díaz, Ernesto La Faye, Freddy Maldonado Valcik, Paul Castellanos Mealla, Claudio Velazco, Arnaldo Gerard Ardenoise, Sergio Alarcón, Milton Ramos, Eddy Cox Hoyos, Franz Zenteno, Margarita Núñez, Weimar Soto Orellana, Julio Verdún Sucre, Horacio Lazcano, Jorge Molina Rossel. Dos músicos siempre invitados, como es el caso de la concertista Adela Lea Plaza y el violinista Roberto Barja.
Dejó un legado significativo de composiciones, sobre todo música popular boliviana como tonadas, taquiraris, huayños, canciones, baladas, inclusive entre ellas se encuentra una misa folclórica boliviana inédita a cuatro voces. Entre las varias composiciones escritas, se pueden citar las siguientes: El río de mi solar (tonada-cueca, arreglo de Fernando Arduz); Tarija la linda (taquirari); Pachamama/Tierra india (Adagio y allegro indio); Tarija tierra querida (tonada); Tarija vergel de amor (tonada); Aquella rosa roja (taquirari); Pájaro cantor (bailecito); Camba errabundo (carnavalito); Espera inútil (taquirari); Aires folclóricos bolivianos (suite) y otros.