Reino Unido y UE discuten acuerdo sobre el Brexit
Reino Unido y la Unión Europea rechazaron el jueves las posibilidades de lograr un acuerdo inmediato sobre el Brexit, pero diplomáticos dijeron que sus posiciones se están acercando hacia un compromiso legal que la primera ministra Theresa May espera sea aprobado por el Parlamento...
Reino Unido y la Unión Europea rechazaron el jueves las posibilidades de lograr un acuerdo inmediato sobre el Brexit, pero diplomáticos dijeron que sus posiciones se están acercando hacia un compromiso legal que la primera ministra Theresa May espera sea aprobado por el Parlamento británico.
May está tratando de lograr cambios en el paquete de divorcio antes de someterlo a otra votación parlamentaria. Si fracasa, la líder conservadora tendrá que decidir si retrasar el Brexit o poner en peligro a la quinta economía más grande del mundo y sacar al país del bloque sin un acuerdo el 29 de marzo.
El ministro de Finanzas británico, Philip Hammond, despertó las expectativas de que un acuerdo revisado estaba dentro de las posibilidades, al decir que los legisladores podrían tener la oportunidad de votar el nuevo pacto la próxima semana.
Pero a las pocas horas de los comentarios de Hammond, una fuente del Gobierno británico que habló bajo condición de anonimato restó importancia a la probabilidad de alcanzar un acuerdo dentro de unos días.
El mayor problema para May es la llamada salvaguarda irlandesa, una suerte de póliza de seguro que busca mantener abierta la frontera entre la provincia británica de Irlanda del Norte e Irlanda, un miembro de la UE, en caso de que un futuro acuerdo comercial no esté a la altura después del Brexit.
El Parlamento británico le ordenó a la primera ministra británica reemplazar este mecanismo -denominado backstop- y reabrir el acuerdo de salida, pero esto fue descartado por la UE.
Diplomáticos dijeron que las dos partes están avanzando hacia una declaración legal separada en la que el bloque podría volver a destacar el carácter temporal de la salvaguarda para la frontera irlandesa.
May está tratando de lograr cambios en el paquete de divorcio antes de someterlo a otra votación parlamentaria. Si fracasa, la líder conservadora tendrá que decidir si retrasar el Brexit o poner en peligro a la quinta economía más grande del mundo y sacar al país del bloque sin un acuerdo el 29 de marzo.
El ministro de Finanzas británico, Philip Hammond, despertó las expectativas de que un acuerdo revisado estaba dentro de las posibilidades, al decir que los legisladores podrían tener la oportunidad de votar el nuevo pacto la próxima semana.
Pero a las pocas horas de los comentarios de Hammond, una fuente del Gobierno británico que habló bajo condición de anonimato restó importancia a la probabilidad de alcanzar un acuerdo dentro de unos días.
El mayor problema para May es la llamada salvaguarda irlandesa, una suerte de póliza de seguro que busca mantener abierta la frontera entre la provincia británica de Irlanda del Norte e Irlanda, un miembro de la UE, en caso de que un futuro acuerdo comercial no esté a la altura después del Brexit.
El Parlamento británico le ordenó a la primera ministra británica reemplazar este mecanismo -denominado backstop- y reabrir el acuerdo de salida, pero esto fue descartado por la UE.
Diplomáticos dijeron que las dos partes están avanzando hacia una declaración legal separada en la que el bloque podría volver a destacar el carácter temporal de la salvaguarda para la frontera irlandesa.