¿Piensas cambiar de gym?
José Arciénaga Preparador físico El gimnasio es un lugar en el que pasamos muchas horas de nuestra vida realizando ejercicio. Es por ello que su elección es muy delicada y debemos reflexionar sobre ella, ya que aunque lo parezca, no todos los gimnasios son iguales, sino que cada uno...
José Arciénaga Preparador físico
El gimnasio es un lugar en el que pasamos muchas horas de nuestra vida realizando ejercicio. Es por ello que su elección es muy delicada y debemos reflexionar sobre ella, ya que aunque lo parezca, no todos los gimnasios son iguales, sino que cada uno tiene una serie de pros y contras. Cuando no estamos en ningún gimnasio es más sencillo elegir, pues no tenemos punto de referencia con el que comparar, pero cuando queremos cambiarnos de gimnasio es necesario que tengamos algunas cosas en cuenta.
En primer lugar debemos realizar un ejercicio de reflexión. A la hora de cambiarnos de gimnasio nos puede seducir la idea de irnos a otro gimnasio nuevo, con instalaciones más nuevas. Esto suele pasar así porque ya estamos acostumbrados a nuestro viejo gimnasio, y por ello debemos analizar si realmente las máquinas son tan viejas e inútiles. Es necesario que nos fijemos en la cantidad de cargas que tienen, la usabilidad, la adaptación a nuestro cuerpo, nunca el diseño ni la novedad deben ser determinantes.
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El trato personal y la presencia de monitores de sala y de compañeros de entrenamiento es también algo que debemos tener presente, ya que en el gimnasio en el que nos encontramos solemos tener nuestro grupo de amigos a la hora de entrenar, y más cuando llevamos un cierto tiempo. En el nuevo gimnasio este grupo no existe, con lo que debemos empezar de cero y quizá esto nos frene en el desarrollo de las actividades habituales de entrenamiento, ya que mientras conocemos gente y demás no trabajaremos con la misma intensidad.
El gimnasio es un lugar en el que pasamos muchas horas de nuestra vida realizando ejercicio. Es por ello que su elección es muy delicada y debemos reflexionar sobre ella, ya que aunque lo parezca, no todos los gimnasios son iguales, sino que cada uno tiene una serie de pros y contras. Cuando no estamos en ningún gimnasio es más sencillo elegir, pues no tenemos punto de referencia con el que comparar, pero cuando queremos cambiarnos de gimnasio es necesario que tengamos algunas cosas en cuenta.
En primer lugar debemos realizar un ejercicio de reflexión. A la hora de cambiarnos de gimnasio nos puede seducir la idea de irnos a otro gimnasio nuevo, con instalaciones más nuevas. Esto suele pasar así porque ya estamos acostumbrados a nuestro viejo gimnasio, y por ello debemos analizar si realmente las máquinas son tan viejas e inútiles. Es necesario que nos fijemos en la cantidad de cargas que tienen, la usabilidad, la adaptación a nuestro cuerpo, nunca el diseño ni la novedad deben ser determinantes.
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El trato personal y la presencia de monitores de sala y de compañeros de entrenamiento es también algo que debemos tener presente, ya que en el gimnasio en el que nos encontramos solemos tener nuestro grupo de amigos a la hora de entrenar, y más cuando llevamos un cierto tiempo. En el nuevo gimnasio este grupo no existe, con lo que debemos empezar de cero y quizá esto nos frene en el desarrollo de las actividades habituales de entrenamiento, ya que mientras conocemos gente y demás no trabajaremos con la misma intensidad.