O’Connor tierra de obras y caminos en el olvido
La provincia O’Connor no fue la más desmerecida si se compara la cantidad de recursos que recibió tanto del Gobierno Nacional como de la Gobernación de Tarija en los últimos años, ni fue un territorio desolado por el que nadie pasó porque se encuentra en un lugar estratégico entre la...
La provincia O’Connor no fue la más desmerecida si se compara la cantidad de recursos que recibió tanto del Gobierno Nacional como de la Gobernación de Tarija en los últimos años, ni fue un territorio desolado por el que nadie pasó porque se encuentra en un lugar estratégico entre la ruta al Chaco y la capital del departamento.
En ella se encuentra Margarita, uno de los pozos de gas más importantes de Bolivia que aporta el 54.23 por ciento de la producción de hidrocarburos al departamento, y grandes proyectos hidrocarburíferos como Jaguar X2 y San Temo Norte. Este último proyecto está en conflicto con las normativas que resguardan la Reserva Nacional de Flora y Fauna de Tariquía. El volumen de producción de hidrocarburos de la provincia O’Connor asciende a 310.370.676 de bolivianos.
En el Plan Operativo Anual (POA) 2019 de la Subgobernación de O’Connor se tiene destinado para proyectos 1.217.596.142,67 bolivianos. Según el Censo 2012, la población del municipio de Entre Ríos llegó a los 21.991 habitantes. Las proyecciones a 2017 establecen que esta región cuenta con 23.729 personas de las cuales se dividen en 12.750 hombres y 10.979 mujeres. Se estima que para el 2020 tendrá alrededor de 24.107 habitantes.
En la actualidad O’Connor recibe 4.345 bolivianos per cápita; sin embargo existen varias comunidades que continúan en extrema pobreza, en especial en las zonas habitadas por indígenas. Se les prometió obras, pero no se concretaron ni cumplieron alguna función que la de rellenar espacios en el municipio.
“Nada ha mejorado. No tenemos alcantarillado, no tenemos buena salud, no hay inversión en los proyectos agrícolas, no hay avances. Las obras que prometieron nunca se estrenaron”, explicó una señora que prefirió no dar su nombre por miedo a las represalias que podría tener un sobrino suyo que trabaja para el subgobernador de O’Connor, Walter Ferrufino.
El Matadero Municipal, el Coliseo y la Terminal fueron obras realizadas por el exalcalde Teodoro Zuruguay, pero en el caso de la Terminal no brindó sus servicios, el Coliseo no es utilizado por la población, el Mercado Campesino no tiene productos campesinos en su interior y el Matadero no fue concluido por severas críticas en su diseño.
La Estación Policial Integral y La Fábrica de Alimentos fueron construidas con presupuesto del Gobierno Nacional, incluido el equipamiento que desapareció sin dejar rastro.
La presidente del Comité Cívico de Entre Ríos, Yaneth Molina, indicó que la mayoría de los proyectos que tenían el objetivo inicial de beneficiar a los habitantes se encuentran paralizados o en desuso y aquellos caminos que debían al menos estar en buen estado, por la cantidad de maquinaria que posee la Subgobernación, se encuentran en pésimo estado.
El País realizó una visita para verificar el estado actual de seis proyectos que se ejecutaron en Entre Ríos y recoger la opinión de los entrerrianos sobre estas obras, ya que para algunos sectores de la provincia no cubrió las expectativas. Es así que a criterio de los habitantes “O’Connor es una tierra de obras y caminos en el olvido”.
Mercado Campesino
Esta obra es la menos olvidada porque algunos comerciantes y funcionarios la utilizan. Tiene dos plantas en las cuales se dispuso algunos puestos de verduras, frutas, carne y otros enseres en la planta baja y se ocupó algunas casetas del primer piso con secretarías del Gobierno Municipal de Entre Ríos y unidades como el Adulto Mayor y la Defensoría de la Niñez. El Servicio Nacional de Seguridad de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag) también tiene sus oficinas de atención en la infraestructura.
Sin embargo, no hubo mantenimiento. Hay claros rastros de humedad y deterioro en la fachada y en las barandas. La mayoría de los puestos y casetas están deshabitados. No hay vendedores ni productos. Una de las vendedoras explicó que nunca se hizo un mantenimiento al mercado y que en época de lluvia hubo muchas goteras. “Por eso es que se ha deteriorado tan rápido”, comentó Rosa.
Coliseo
La imagen de un escenario sin fin alguno describe al Coliseo Deportivo que se construyó en la zona de Banda Mealla. Con las puertas cerradas durante los 364 días del año, los habitantes poco o nada conocen de su interior. En las salas de ingreso se apilaron material y muebles para niños, juguetes y una espesa capa de tierra y excremento de pájaros o animales que buscan refugio.
Además, hay forraje esparcido por los diferentes espacios. Los baños tienen fugas de agua y los pisos también tienen polvo y excremento. Hay cúmulos de agua estancada que permite la proliferación de múltiples plagas.
“Creo que el año pasado lo han usado para los juegos del colegio, pero esa ha sido la última vez”, comenta una de las vecinas que explicó que el vidrio roto de la fachada se encuentra así desde hace varios meses y la cortina se rasgó por el roce constante con los trozos que quedaron adheridos al marco de la ventana. Ninguna autoridad parece haberse percatado de ello.
Coliseo Deportivo de Entre Ríos - #Tarija en estado de abandono. Una infraestructura nueva que los deportistas entrerrianos nunca pudieron aprovechar
Lee la nota completa aquí ?https://t.co/mMJWmrWY9g pic.twitter.com/INzkvMgdI6
— El País Tarija (@elpais_eN_Tja) 27 de mayo de 2019
Terminal
La terminal nunca fue utilizada, las flotas que van al Chaco y Santa Cruz, ocupan la rotonda como parada temporal en su paso por Entre Ríos. La justificación perfecta fue la falta de alcantarillado que además sirve de excusa para otras obras que también permanece cerradas.
En los ambientes de la terminal se puede observar una capa espesa de tierra que se extiende desde el ingreso de la infraestructura y el primer piso. A esto se suma, una diversidad de huellas de animales, aspecto evidencia que se trata de un lugar para refugio de vacas y perros. Las paredes de los baños y espacios en desuso manifiestan el paso del tiempo, la humedad y la poca importancia que tiene esta infraestructura en Entre Ríos.
En total estado de abandono, así se encuentra la terminal de buses de Entre Ríos Tarija. Una obra que nunca ha sido entregada por las autoridades pic.twitter.com/H9sEl4jj36
— El País Tarija (@elpais_eN_Tja) 27 de mayo de 2019
Fábrica de Alimentos
Ubicada en la comunidad El Pajonal camino a Palos Blancos, la Fábrica de Alimentos que costó alrededor de 13.000.000 de bolivianos, jamás entró en funcionamiento pese que la infraestructura fue edificada el 2010 por parte del Gobierno Nacional. En la actualidad, tiene los vidrios rotos, un candado en la puerta que impide el ingreso y la maleza de un metro de altura que cubre la superficie interna y externa.
Don Jorge, un entrerriano que nació, creció en el pueblo y espera morir en su tierra, explicó que el proyecto de la Fábrica de Alimentos fue realizado con el consentimiento de la Central de Campesinos de O’Connor y apareció “de la noche a la mañana” y hasta la fecha no da frutos para los lugareños.
Si bien, se tenía proyectado el equipamiento y las autoridades en su momento no dudaron en hacer notar la calidad del mismo. Hasta la fecha se desconoce su paradero y las razones por las que la Central de Campesinos no realizó un seguimiento a los responsables para poner en funcionamiento la obra.
Estación Policial
El País publicó una nota el 2016 que describía como la Estación Policial Integral (EPI) de Entre Ríos se caía a pedazos y tres años después nadie se hizo cargo. Este proyecto inició el 2015 por la Subgobernación. Tan solo en la adquisición de equipo de oficina, que no es utilizado, se gastó más de 442.297 bolivianos. Nadie lo habita ni siquiera un cuidador. Hay vehículos cuyos conductores sufrieron algún accidente o los detuvieron. Tampoco aterrizó ningún helicóptero en el costoso helipuerto. Mientras, en la carceleta del pueblo 22 internos purgan sus penas.
Matadero
La construcción del Matadero Municipal de segunda categoría de la provincia O’Connor se encuentra paralizada. El proyecto arrancó el 2015 con 367.994 bolivianos, no hubo desembolsos el 2016 y el 2017, y se retomó la construcción el 2018 con 867.957,00 bolivianos. Se criticó la ubicación del proyecto por estar a una altura por encima a la de un río cercano que es fuente de agua para el resto de las comunidades. Según datos del INE, Entre Ríos tiene una producción pecuaria de 84.143 aves de corral y 48.719 cabezas de bovino, entre las principales especies ganaderas.
En la actualidad existen dos asociaciones de ganaderos paralelas en la provincia. La necesidad de tener un lugar que respete las normativas de salubridad para la faena de ganado es importante para la salud de la población.
Caminos
Varios caminos en la jurisdicción de O´Connor solo funcionan durante una época del año y en el resto de meses, sobre todo en temporada de lluvias, los habitantes deben viajar portando al menos una pala por si se quedan atascados en el lodo, escombros y derrumbes. El camino Quebrada Las Vacas es un proyecto que no tiene miras de culminar. Inició hace más de una década y continúa con ampliaciones de presupuesto que no resuelven la problemática.
Los comunarios manifestaron su preocupación por los caminos que aún no tienen un proyecto de asfaltado porque a pesar que la Subgobernación de O’Connor resguarda la maquinaria para el mantenimiento de caminos, hay vías que no son transitables varios meses al año por las lluvias y la cantidad de irregularidades en los caminos.
Alcantarillado
En Entre Ríos no hay alcantarillado y todas las aguas servidas del pueblo son vertidas a los ríos, situación que genera contaminación en las comunidades vecinas que en su mayoría se dedican a la agricultura e irrigan sus cultivos con agua de los afluentes que bañan el pueblo.
La realidad de la provincia O´Connor, es criticada por las instituciones sociales, los vecinos, el sector campesino que es silenciado por los dirigentes que le rinden cuentas al Movimiento Al Socialismo (MAS) y por los habitantes de la zona urbana que dependen de puestos de trabajo tanto de la Alcaldía como de la Subgobernación.
Los cívicos explicaron que al menos una persona de las familias de Entre Ríos trabaja para estas instituciones y como se trata de “un pueblo chico” las consecuencias de algún reclamo no tardan en llegar.
Los habitantes no pueden opinar diferente. La población prefiere no reclamar por temor a las autoridades. “Siempre hemos sido humildes y seguimos humildes. La casa que uno tiene, los animalitos, o con lo que uno se cura es porque uno mismo lo busca, lo ha trabajado. Ellos solo han venido a llevarse la plata”, explicó don Jorge.