No todas las madres podrán celebrar el 27 de mayo
Este miércoles se celebra el Día de la Madre, sin embargo, para algunas de ellas será como cualquier otro, ya que más que festejar les preocupa cómo conseguir dinero o víveres para alimentar a su familia, mientras que otras se encuentran en soledad. María Salazar, recolectora de...
Este miércoles se celebra el Día de la Madre, sin embargo, para algunas de ellas será como cualquier otro, ya que más que festejar les preocupa cómo conseguir dinero o víveres para alimentar a su familia, mientras que otras se encuentran en soledad.
María Salazar, recolectora de material reciclable en el vertedero municipal de Pampa Galana indicó que con esta pandemia que vive la población debe quedarse en su casa y, para agravar su situación, se encuentra resfriada.
“Pasar el Día de la Madre siempre fue como cualquier otro, como recolectora igual tenía a que trabajar porque vivimos al día, la vamos a pasar como siempre, de esa parte, con mis hijos nos servimos un simple plato, y ahora es peor porque la preocupación de cada día es conseguir alimentos”, sostuvo.
La situación de las trabajadoras del vertedero siempre fue “grave”, dijo a tiempo de contar que ella sola mantiene a sus cuatro hijos, uno de 25 años, otro de 23, el que le sigue 18 y el menor tiene cinco años, todos ellos se encuentran a su lado porque aún estudian los dos mayores en la Universidad Autónoma Juan Misael Saracho (UAJMS) y el tercero en colegio, pero ahora cumplen el encierro.
También recomendó cuidarse y mantenerse en casa, al menos estará con los suyos el Día de la Madre, al no tener ingresos económicos solicitó a las autoridades acordarse de los vecinos de Pampa Galana porque muchos se encuentran en situación crítica y llevarles víveres, comida, alimentos, porque tampoco pueden salir en grupo para hablar con el Gobernador Adrián Oliva para pedirle ayuda.
Por otro lado, la única mujer albañil certificada en Tarija, Justina Díaz, expresó que su sector se encuentra paralizado y que se encuentra delicada de salud, por lo que no tiene ánimo para pasar el Día de la Madre porque ya sufre de la falta de dinero y sus pocos ahorros empezaron a terminar.
Está casada con Carlos Miranda Herrera, que también es constructor, tiene cuatro hijos, dos mujeres de 21 y 18 años que estudian en la UAJMS, y dos varones de 15 y 10 años que aún están en colegio, su domicilio queda entre Alto Senac y Tabladita II.
Cuando no tenía que trabajar en alguna obra, a veces solía realizar pequeños trabajos para allegados y vecinos, pero ahora con las restricciones por la cuarentena debe quedarse en casa, “todos estamos tristes sin poder salir, el estado de ánimo de mis hijos también se cae, las chicas se ponen a llorar, los chicos están aburridos”, contó.
“Muchas fueron despedidas, otras no pueden ir a donde trabajaban a causa de la cuarentena, por lo que para ellas celebrar el Día de la Madre será un momento penoso”. Miriam Azama, trabajadora del hogar
Solo pudo cobrar los bonos de sus hijos menores, lo que les ayudó un poco, y los otros beneficios económicos ya no puede recibirlos, sostuvo que como padres eran los que generaban el dinero para la familia, pero ahora tienen solo para sobrevivir, está segura que todas las madres no la pasarán bien a causa de la pandemia.
Miriam Miranda trabajaba como partera, contó que se encuentra tranquila, pero en soledad, tiene tres hijos que ya son adultos, los dos mayores están casados y la tercera aun soltera. Ellos viven en la ciudad de Tarija. Antes de la cuarentena se fue al campo, a la comunidad del Chayasa en el municipio El Puente y se tuvo que quedar allí.
“No se puede viajar, no hay movilidades y no me queda otra, tampoco ellos pueden venir a visitarme, entonces el día de la madre la pasaré sola, lo que no sucedía en años anteriores, siempre como familia se reunían para compartir una comida, en otras oportunidades salíamos a un restaurante, pero ahora no se puede”.
Agregó que las circunstancias a causa de la cuarentena no se podían prevenir y que solo resta cuidarse, por la situación se debe hacer caso a las indicaciones para evitar el contagio y tener paciencia hasta que todo termine. “La presencia de Dios me ayuda y esperar no más a que se haga su voluntad”.
La difícil situación de las trabajadoras del hogar
La presidenta de la Asociación de las trabajadoras del hogar “30 de marzo”, Miriam Azama, contó que la situación por las que atraviesa el rubro no es de los mejores, muchas fueron despedidas, otras no pueden ir a donde trabajaban a causa de la cuarentena, por lo que para ellas celebrar el Día de la Madre será “un momento penoso”.
Muchas de ellas son madres solas, contó, viven de alquiler solo con sus hijos y muchas ya no tienen alimentos, ya no tienen un ingreso seguro y deben permanecer encerradas en sus casas antes de la cuarentena ya pasaban penurias porque por lo general trabajan por horas, su mayor preocupación era reunir dinero para pagar el alquiler y luego pensar en el alimento paras su hijos.
Por ejemplo, la trabajadora del hogar Flora Mamani contó que tiene dos hijos que ya son grandecitos, el primero tiene 21 años y estudiaba mecánica en un instituto, mientras que el segundo, de 18, dio examen para ingresar a la Universidad Autónoma Juan Misael Saracho, pero con la emergencia de la cuarentena a causa del Covid – 19, ambos deben permanecer en casa.
“Ellos dependen de mí, viven conmigo, prefiero que estudien a que trabajen – sostuvo -, estaba empleada en una casa, pero me despidieron y no me están pagando lo que me deben, comemos lo que hay, tengo conocidos que a veces me llaman para algunos trabajos por horas, otras veces tengo que salir, la situación está crítica, hay días que vuelvo a casa sin nada”.
María Estela Velásquez sostuvo que tiene una hija de cuatro años a la que no puede dejar sola y debe llevarla a todos los lados donde va en busca de sustento y no le ve sentido celebrar el Día de la Madre. “Antes de la cuarentena era trabajadora del hogar, pero apenas empezó el problema de la cuarentena me despidieron”, agregó.
María Salazar, recolectora de material reciclable en el vertedero municipal de Pampa Galana indicó que con esta pandemia que vive la población debe quedarse en su casa y, para agravar su situación, se encuentra resfriada.
“Pasar el Día de la Madre siempre fue como cualquier otro, como recolectora igual tenía a que trabajar porque vivimos al día, la vamos a pasar como siempre, de esa parte, con mis hijos nos servimos un simple plato, y ahora es peor porque la preocupación de cada día es conseguir alimentos”, sostuvo.
La situación de las trabajadoras del vertedero siempre fue “grave”, dijo a tiempo de contar que ella sola mantiene a sus cuatro hijos, uno de 25 años, otro de 23, el que le sigue 18 y el menor tiene cinco años, todos ellos se encuentran a su lado porque aún estudian los dos mayores en la Universidad Autónoma Juan Misael Saracho (UAJMS) y el tercero en colegio, pero ahora cumplen el encierro.
También recomendó cuidarse y mantenerse en casa, al menos estará con los suyos el Día de la Madre, al no tener ingresos económicos solicitó a las autoridades acordarse de los vecinos de Pampa Galana porque muchos se encuentran en situación crítica y llevarles víveres, comida, alimentos, porque tampoco pueden salir en grupo para hablar con el Gobernador Adrián Oliva para pedirle ayuda.
Por otro lado, la única mujer albañil certificada en Tarija, Justina Díaz, expresó que su sector se encuentra paralizado y que se encuentra delicada de salud, por lo que no tiene ánimo para pasar el Día de la Madre porque ya sufre de la falta de dinero y sus pocos ahorros empezaron a terminar.
Está casada con Carlos Miranda Herrera, que también es constructor, tiene cuatro hijos, dos mujeres de 21 y 18 años que estudian en la UAJMS, y dos varones de 15 y 10 años que aún están en colegio, su domicilio queda entre Alto Senac y Tabladita II.
Cuando no tenía que trabajar en alguna obra, a veces solía realizar pequeños trabajos para allegados y vecinos, pero ahora con las restricciones por la cuarentena debe quedarse en casa, “todos estamos tristes sin poder salir, el estado de ánimo de mis hijos también se cae, las chicas se ponen a llorar, los chicos están aburridos”, contó.
“Muchas fueron despedidas, otras no pueden ir a donde trabajaban a causa de la cuarentena, por lo que para ellas celebrar el Día de la Madre será un momento penoso”. Miriam Azama, trabajadora del hogar
Solo pudo cobrar los bonos de sus hijos menores, lo que les ayudó un poco, y los otros beneficios económicos ya no puede recibirlos, sostuvo que como padres eran los que generaban el dinero para la familia, pero ahora tienen solo para sobrevivir, está segura que todas las madres no la pasarán bien a causa de la pandemia.
Miriam Miranda trabajaba como partera, contó que se encuentra tranquila, pero en soledad, tiene tres hijos que ya son adultos, los dos mayores están casados y la tercera aun soltera. Ellos viven en la ciudad de Tarija. Antes de la cuarentena se fue al campo, a la comunidad del Chayasa en el municipio El Puente y se tuvo que quedar allí.
“No se puede viajar, no hay movilidades y no me queda otra, tampoco ellos pueden venir a visitarme, entonces el día de la madre la pasaré sola, lo que no sucedía en años anteriores, siempre como familia se reunían para compartir una comida, en otras oportunidades salíamos a un restaurante, pero ahora no se puede”.
Agregó que las circunstancias a causa de la cuarentena no se podían prevenir y que solo resta cuidarse, por la situación se debe hacer caso a las indicaciones para evitar el contagio y tener paciencia hasta que todo termine. “La presencia de Dios me ayuda y esperar no más a que se haga su voluntad”.
La difícil situación de las trabajadoras del hogar
La presidenta de la Asociación de las trabajadoras del hogar “30 de marzo”, Miriam Azama, contó que la situación por las que atraviesa el rubro no es de los mejores, muchas fueron despedidas, otras no pueden ir a donde trabajaban a causa de la cuarentena, por lo que para ellas celebrar el Día de la Madre será “un momento penoso”.
Muchas de ellas son madres solas, contó, viven de alquiler solo con sus hijos y muchas ya no tienen alimentos, ya no tienen un ingreso seguro y deben permanecer encerradas en sus casas antes de la cuarentena ya pasaban penurias porque por lo general trabajan por horas, su mayor preocupación era reunir dinero para pagar el alquiler y luego pensar en el alimento paras su hijos.
Por ejemplo, la trabajadora del hogar Flora Mamani contó que tiene dos hijos que ya son grandecitos, el primero tiene 21 años y estudiaba mecánica en un instituto, mientras que el segundo, de 18, dio examen para ingresar a la Universidad Autónoma Juan Misael Saracho, pero con la emergencia de la cuarentena a causa del Covid – 19, ambos deben permanecer en casa.
“Ellos dependen de mí, viven conmigo, prefiero que estudien a que trabajen – sostuvo -, estaba empleada en una casa, pero me despidieron y no me están pagando lo que me deben, comemos lo que hay, tengo conocidos que a veces me llaman para algunos trabajos por horas, otras veces tengo que salir, la situación está crítica, hay días que vuelvo a casa sin nada”.
María Estela Velásquez sostuvo que tiene una hija de cuatro años a la que no puede dejar sola y debe llevarla a todos los lados donde va en busca de sustento y no le ve sentido celebrar el Día de la Madre. “Antes de la cuarentena era trabajadora del hogar, pero apenas empezó el problema de la cuarentena me despidieron”, agregó.