Mitos sobre la carne de cerdo
Camilo Andrade Nutricionista Los principales mitos o temores en torno a la carne de cerdo son que aporta un alto contenido de grasas y colesterol a la dieta y que puede transmitir enfermedades a los humanos, como la triquinosis. Pero esto no es tan así. Por el contrario, el cerdo puede ser...
Camilo Andrade Nutricionista
Los principales mitos o temores en torno a la carne de cerdo son que aporta un alto contenido de grasas y colesterol a la dieta y que puede transmitir enfermedades a los humanos, como la triquinosis. Pero esto no es tan así. Por el contrario, el cerdo puede ser una importante fuente nutricional que aporta proteínas al organismo y resulta tan saludable como otras carnes, ya sean carnes rojas o carnes blancas.
A tomar en cuenta
Con respecto a las grasas, hay que considerar que los métodos de crianza y conservación de estos animales han variado con el tiempo y se ha logrado disminuir el valor calórico de su carne. Además, se ha probado que algunos cortes específicos de estos animales aportan menos colesterol que las carnes rojas: las piezas más magras proporcionan entre 60 y 80 miligramos por cada 100 gramos, una cantidad inferior que las carnes de cordero o las vacunas.
Esto último ocurre porque la carne de cerdo es rica en grasas monoinsaturadas, un tipo de ácido oleico característico del aceite de oliva, cuyo consumo contribuye a reducir los niveles de colesterol total en la sangre a expensas del llamado colesterol malo o LDL y a aumentar los niveles del denominado colesterol bueno o HDL. Así, junto con las aves sin piel o el conejo, el cerdo es una buena alternativa de consumo de carne que no implica una ingesta elevada de grasa ni incide de modo negativo en los niveles de colesterol en la sangre.
La carne de cerdo es la principal fuente de contagio de triquinosis
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Los principales mitos o temores en torno a la carne de cerdo son que aporta un alto contenido de grasas y colesterol a la dieta y que puede transmitir enfermedades a los humanos, como la triquinosis. Pero esto no es tan así. Por el contrario, el cerdo puede ser una importante fuente nutricional que aporta proteínas al organismo y resulta tan saludable como otras carnes, ya sean carnes rojas o carnes blancas.
A tomar en cuenta
Con respecto a las grasas, hay que considerar que los métodos de crianza y conservación de estos animales han variado con el tiempo y se ha logrado disminuir el valor calórico de su carne. Además, se ha probado que algunos cortes específicos de estos animales aportan menos colesterol que las carnes rojas: las piezas más magras proporcionan entre 60 y 80 miligramos por cada 100 gramos, una cantidad inferior que las carnes de cordero o las vacunas.
Esto último ocurre porque la carne de cerdo es rica en grasas monoinsaturadas, un tipo de ácido oleico característico del aceite de oliva, cuyo consumo contribuye a reducir los niveles de colesterol total en la sangre a expensas del llamado colesterol malo o LDL y a aumentar los niveles del denominado colesterol bueno o HDL. Así, junto con las aves sin piel o el conejo, el cerdo es una buena alternativa de consumo de carne que no implica una ingesta elevada de grasa ni incide de modo negativo en los niveles de colesterol en la sangre.
La carne de cerdo es la principal fuente de contagio de triquinosis
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