Los nervios del día a día
José Arciénaga Preparador físico La vida diaria nos somete, en ocasiones, a demasiadas obligaciones, a situaciones que nos llenan de preocupaciones y que, a su vez, acaban manifestándose en nuestro cuerpo. Por ello, es importante eliminar nervios. Para ello basta con entrar a cualquier...
José Arciénaga Preparador físico
La vida diaria nos somete, en ocasiones, a demasiadas obligaciones, a situaciones que nos llenan de preocupaciones y que, a su vez, acaban manifestándose en nuestro cuerpo. Por ello, es importante eliminar nervios. Para ello basta con entrar a cualquier página de recomendaciones, siendo estas muy útiles para superar estos momentos.
En ocasiones, no tenemos oportunidad de tomar el aire, de salir a estirar las piernas y a desconectar mentalmente de nuestras obligaciones. Estamos en un espacio del cual no podemos escapar, no importa que sea el trabajo, por cualquier razón, nos sentimos cargados de nervios y tensiones.
[gallery type="slideshow" size="full" ids="222463,5058"]
Es muy común que acumulemos nervios y tensiones en el estómago. A menudo, suele decirse que ahí se encuentra nuestro “segundo cerebro”. De hecho, ambos sistemas están íntimamente conectados, por ello que sea tan común, ante situaciones de estrés o nervios muy agudos, sentir náuseas o perder las ganas de comer.
La vida diaria nos somete, en ocasiones, a demasiadas obligaciones, a situaciones que nos llenan de preocupaciones y que, a su vez, acaban manifestándose en nuestro cuerpo. Por ello, es importante eliminar nervios. Para ello basta con entrar a cualquier página de recomendaciones, siendo estas muy útiles para superar estos momentos.
En ocasiones, no tenemos oportunidad de tomar el aire, de salir a estirar las piernas y a desconectar mentalmente de nuestras obligaciones. Estamos en un espacio del cual no podemos escapar, no importa que sea el trabajo, por cualquier razón, nos sentimos cargados de nervios y tensiones.
[gallery type="slideshow" size="full" ids="222463,5058"]
Es muy común que acumulemos nervios y tensiones en el estómago. A menudo, suele decirse que ahí se encuentra nuestro “segundo cerebro”. De hecho, ambos sistemas están íntimamente conectados, por ello que sea tan común, ante situaciones de estrés o nervios muy agudos, sentir náuseas o perder las ganas de comer.