Lo mejor de la mandarina
Camilo Andrade Nutricionista Esta jugosa y sabrosa fruta cítrica aporta vitaminas que refuerzan las defensas y mejoran la circulación. Su aroma cautiva e invita a experimentar en la cocina. Las primeras mandarinas del otoño, con la piel aún moteada de verde, anuncian la llegada del...
Camilo Andrade Nutricionista
Esta jugosa y sabrosa fruta cítrica aporta vitaminas que refuerzan las defensas y mejoran la circulación. Su aroma cautiva e invita a experimentar en la cocina. Las primeras mandarinas del otoño, con la piel aún moteada de verde, anuncian la llegada del frío. Y qué mejor época para comerlas que estos meses en los que el organismo precisa más de su riqueza en vitaminas antioxidantes.
A tomar en cuenta
El mineral que más abunda en la mandarina es el potasio, necesario para la generación y transmisión de los impulsos nerviosos, la actividad muscular y el equilibrio hídrico de las células. También aporta calcio y magnesio y, en menor cantidad, hierro y cinc y fósforo.
La fibra de la mandarina –sobre todo pectina– ayuda a prevenir el estreñimiento, las enfermedades cardiovasculares y el cáncer de colon. El ácido cítrico es el responsable de su agradable acidez. Esta sustancia ejerce un efecto desinfectante y potencia el de la vitamina C. En general, sus compuestos de efecto antioxidante contrarrestan la acción nociva de los radicales libres y protegen de las enfermedades degenerativas.
El mineral que más abunda en la mandarina es el potasio
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Esta jugosa y sabrosa fruta cítrica aporta vitaminas que refuerzan las defensas y mejoran la circulación. Su aroma cautiva e invita a experimentar en la cocina. Las primeras mandarinas del otoño, con la piel aún moteada de verde, anuncian la llegada del frío. Y qué mejor época para comerlas que estos meses en los que el organismo precisa más de su riqueza en vitaminas antioxidantes.
A tomar en cuenta
El mineral que más abunda en la mandarina es el potasio, necesario para la generación y transmisión de los impulsos nerviosos, la actividad muscular y el equilibrio hídrico de las células. También aporta calcio y magnesio y, en menor cantidad, hierro y cinc y fósforo.
La fibra de la mandarina –sobre todo pectina– ayuda a prevenir el estreñimiento, las enfermedades cardiovasculares y el cáncer de colon. El ácido cítrico es el responsable de su agradable acidez. Esta sustancia ejerce un efecto desinfectante y potencia el de la vitamina C. En general, sus compuestos de efecto antioxidante contrarrestan la acción nociva de los radicales libres y protegen de las enfermedades degenerativas.
El mineral que más abunda en la mandarina es el potasio
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