Limpieza de los oídos
Elías Vidaurre Médico Hay una sensación popular de que hay que limpiar los oídos cuando en realidad no es así. Estos no se deben limpiar porque generalmente al manipular el conducto podemos producir complicaciones médicas y no ser eficaces en lo que pretendemos, que es la limpieza, y...
Elías Vidaurre Médico
Hay una sensación popular de que hay que limpiar los oídos cuando en realidad no es así. Estos no se deben limpiar porque generalmente al manipular el conducto podemos producir complicaciones médicas y no ser eficaces en lo que pretendemos, que es la limpieza, y porque además el oído tiene su propio mecanismo de limpieza.
A tomar en cuenta
En las personas sanas, los oídos no precisan de limpiezas, dado que el propio oído es capaz de auto limpiarse. Es más, puede resultar contraproducente llevar a cabo estas maniobras de limpieza dado que, en ocasiones, se pueden generar pequeñas heridas que facilitan la aparición de infecciones, eliminan en exceso la cera, la cual constituye un elemento de defensa para el oído, y ocasionalmente ser elementos que pueden producir traumatismos sobre las estructuras del oído.
Una limpieza del conducto externo de nuestro oído, sea con agua y jabón durante la ducha o bien con un bastoncillo, puede generar problemas relacionados con infecciones del propio conducto auditivo, así como con una mayor acumulación de cera o de piel en la zona, justo lo contrario que se quería conseguir, y alcanzar mayor obstrucción de la que pensábamos.
En casos de exceso de cerumen, lo más recomendable es acudir al médico de familia o la enfermera. En caso de tener precedentes de patologías de oído medio, o de piel eccematosa tendente a infecciones, o bien de infección en estas situaciones, es el otorrino el que debería proceder a la limpieza del oído.
No hay inconveniente en que se limpien las zonas externas de la oreja
Pese a que se anuncian líquidos, sprays y dispositivos, no son necesarios
En casos de exceso de cerumen, lo más recomendable es acudir al médico
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Hay una sensación popular de que hay que limpiar los oídos cuando en realidad no es así. Estos no se deben limpiar porque generalmente al manipular el conducto podemos producir complicaciones médicas y no ser eficaces en lo que pretendemos, que es la limpieza, y porque además el oído tiene su propio mecanismo de limpieza.
A tomar en cuenta
En las personas sanas, los oídos no precisan de limpiezas, dado que el propio oído es capaz de auto limpiarse. Es más, puede resultar contraproducente llevar a cabo estas maniobras de limpieza dado que, en ocasiones, se pueden generar pequeñas heridas que facilitan la aparición de infecciones, eliminan en exceso la cera, la cual constituye un elemento de defensa para el oído, y ocasionalmente ser elementos que pueden producir traumatismos sobre las estructuras del oído.
Una limpieza del conducto externo de nuestro oído, sea con agua y jabón durante la ducha o bien con un bastoncillo, puede generar problemas relacionados con infecciones del propio conducto auditivo, así como con una mayor acumulación de cera o de piel en la zona, justo lo contrario que se quería conseguir, y alcanzar mayor obstrucción de la que pensábamos.
En casos de exceso de cerumen, lo más recomendable es acudir al médico de familia o la enfermera. En caso de tener precedentes de patologías de oído medio, o de piel eccematosa tendente a infecciones, o bien de infección en estas situaciones, es el otorrino el que debería proceder a la limpieza del oído.
No hay inconveniente en que se limpien las zonas externas de la oreja
Pese a que se anuncian líquidos, sprays y dispositivos, no son necesarios
En casos de exceso de cerumen, lo más recomendable es acudir al médico
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