Las comidas muy calientes
Camilo Andrade Nutricionista Una de las preguntas más habituales es si comer muy caliente provoca un mayor riesgo de sufrir cáncer de esófago, y aunque hasta hace unos años no se había comprobado definitivamente, lo cierto es que análisis más recientes han demostrado que esta...
Camilo Andrade Nutricionista
Una de las preguntas más habituales es si comer muy caliente provoca un mayor riesgo de sufrir cáncer de esófago, y aunque hasta hace unos años no se había comprobado definitivamente, lo cierto es que análisis más recientes han demostrado que esta afirmación puede ser cierta.
A tomar en cuenta
Pero esto son las consecuencias a nivel externo, puesto que una vez el alimento haya pasado por la boca, se conduce por el tracto digestivo hasta el estómago, irritando a su paso todo el tejido del esófago y otras zonas afectadas. Una vez en el estómago, el alimento se une con los ácidos estomacales que se ven obligados a aumentar la temperatura de nuestro cuerpo, debilitando así la barrera natural del estómago contra los ácidos.
Para empezar, la primera zona afectada cuando llevamos un alimento caliente en exceso a nuestra boca son las membranas bucales, que se verán más afectadas e inflamadas cuanto más caliente esté el plato degustado. De la misma forma, las papilas gustativas de la lengua también se pueden inflamar o enrojecer.
Debemos distinguir entre una comida “caliente” y la misma comida “exageradamente caliente”
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Una de las preguntas más habituales es si comer muy caliente provoca un mayor riesgo de sufrir cáncer de esófago, y aunque hasta hace unos años no se había comprobado definitivamente, lo cierto es que análisis más recientes han demostrado que esta afirmación puede ser cierta.
A tomar en cuenta
Pero esto son las consecuencias a nivel externo, puesto que una vez el alimento haya pasado por la boca, se conduce por el tracto digestivo hasta el estómago, irritando a su paso todo el tejido del esófago y otras zonas afectadas. Una vez en el estómago, el alimento se une con los ácidos estomacales que se ven obligados a aumentar la temperatura de nuestro cuerpo, debilitando así la barrera natural del estómago contra los ácidos.
Para empezar, la primera zona afectada cuando llevamos un alimento caliente en exceso a nuestra boca son las membranas bucales, que se verán más afectadas e inflamadas cuanto más caliente esté el plato degustado. De la misma forma, las papilas gustativas de la lengua también se pueden inflamar o enrojecer.
Debemos distinguir entre una comida “caliente” y la misma comida “exageradamente caliente”
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