La plaza Lizardi se convertirá en céntrico lugar de lectura
La restauración del templo de la Catedral también obligó al traslado de los vendedores de libros que estaban instalados desde hace 27 años en el pasaje Baldivieso hacia la plaza Lizardi, lugar que la Alcaldía proyecta convertir en un sitio cultural donde se promueva la lectura. El plan fue...
La restauración del templo de la Catedral también obligó al traslado de los vendedores de libros que estaban instalados desde hace 27 años en el pasaje Baldivieso hacia la plaza Lizardi, lugar que la Alcaldía proyecta convertir en un sitio cultural donde se promueva la lectura. El plan fue consensuado con los ocho vendedores que integran el grupo de expositores de libros “Oscar Alfaro”.
Traslado
El responsable de la Secretaría de Turismo y Cultura del Gobierno Municipal, Fernando Trigo, infirmó que ya desde antes del inicio de los trabajos de refacción de la Catedral, se sostuvo reuniones con los libreros para acordar la implementación del proyecto y reubicarlos en esa plaza que se encuentra al frente del templo.
“Ellos tienen un trabajo duro –dijo-, tenían que recoger el material, hacer turnos cada noche para que uno de ellos se quede a cuidar sus libros, prácticamente sus puestos eran de lona sin ninguna seguridad ni comodidad”.
Por esta razón el municipio elaboró un plan para instalar las casetas en un sector de la plaza Lizardi, al fondo cerca a los murales, que no tiene ningún uso. Los sitios tendrán todas las medidas de seguridad, los vendedores tendrán su llave, energía eléctrica y se mejorarán los baños que ya existen allí.
La comuna también tendrá un puesto con las mismas características pero con libros para prestar a las personas que visiten el lugar, se instalarán faroles especiales y bancas para que puedan leer hasta en la noche, “que sea un lugar de lectura para la población”.
Cada caseta costará alrededor de 14 mil bolivianos, serán financiadas y elaboradas por los mismos libreros, la Alcaldía brindará los planos, el tipo de material a usarse, el diseño ya fue aprobado y apoyará con la logística. En un plazo de 90 días estará adecuado el lugar y la ideas es que a partir de julio se inicien las obras para que a la llegada de la primavera el sitio esté listo.
Por su parte, la representante de los expositores, Marlene Jurado Soliz, apuntó que se encuentran de acuerdo con el proyecto porque considera que es un espacio adecuado tanto para ellos como para los peatones
“Hemos llegado a un acuerdo con Cultura por este proyecto, son más de 27 y ahora se nos dio la oportunidad de tener casetas fijas con todas las comodidades, como grupo queremos que esté consolidado, unificado, con puestos de un mismo modelo y los clientes tangan su espacio”, indicó
En la misma línea, Lucio Apaza, quien sostiene que es uno de los primeros vendedores de libros con casi 30 años en la actividad, recordó que en años anteriores, cuando Oscar Montes era alcalde, solicitaron que se les permita tener puestos fijos en el pasaje Baldivieso con la intención de que se convierta en un lugar cultural, pero les fue negado.
Entretanto, este paso peatonal, luego de la restauración del templo de la Catedral, se convertirá en un lugar de esparcimiento con espacios verdes, bancos y murales de artistas tarijeños con la idea de que no se realice ningún tipo de actividad comercial.
EL APUNTE
El martirio del
padre Julián
de Lizardi
Julián de Lizardi fue un misionero guipuzcoano nacido en Asteasu el 30 de noviembre de 1696. Fue declarado beato por la iglesia católica. Hizo el noviciado en Villagarcía de Campos. En 1713 ingresó en la Compañía de Jesús. Luego es trasladado al colegio de Santiago donde prosigue los estudios. Más tarde solicitó ser trasladado a las misiones en América. Cumpliendo su deseo arribó a Buenos Aires en 1717.
En Córdoba prosigue sus estudios ordenándose en 1721. Su nuevo destino es el colegio de Buenos Aires para dedicarse a la enseñanza de la gramática. Cuando llegan los nuevos jesuitas, marcha de nuevo a misiones a evangelizar a la tribu de los chiriguanos, cuya provincia (en la actual Bolivia) había sido concedida íntegramente a los jesuitas.
Siendo superior de la misión en Tarija, comenzó una guerra entre tribus que dificulta los trabajos de los jesuitas; por ello hacen gestiones de paz en ambos campos con resultado satisfactorio. Sin embargo, Los indios de Ingre, de carácter muy belicoso, invaden la residencia de los misioneros el 16 de mayo de 1735 la incendian y la destruyen. Los chiriguanos apresaron a Lizardi cuando se celebraba la misa, le despojan de sus vestiduras y lo llevan en una dura marcha. Le hacen sentar sobre una piedra y lo acribillan a flechazos el 17 de mayo de ese año.
Traslado
El responsable de la Secretaría de Turismo y Cultura del Gobierno Municipal, Fernando Trigo, infirmó que ya desde antes del inicio de los trabajos de refacción de la Catedral, se sostuvo reuniones con los libreros para acordar la implementación del proyecto y reubicarlos en esa plaza que se encuentra al frente del templo.
“Ellos tienen un trabajo duro –dijo-, tenían que recoger el material, hacer turnos cada noche para que uno de ellos se quede a cuidar sus libros, prácticamente sus puestos eran de lona sin ninguna seguridad ni comodidad”.
Por esta razón el municipio elaboró un plan para instalar las casetas en un sector de la plaza Lizardi, al fondo cerca a los murales, que no tiene ningún uso. Los sitios tendrán todas las medidas de seguridad, los vendedores tendrán su llave, energía eléctrica y se mejorarán los baños que ya existen allí.
La comuna también tendrá un puesto con las mismas características pero con libros para prestar a las personas que visiten el lugar, se instalarán faroles especiales y bancas para que puedan leer hasta en la noche, “que sea un lugar de lectura para la población”.
Cada caseta costará alrededor de 14 mil bolivianos, serán financiadas y elaboradas por los mismos libreros, la Alcaldía brindará los planos, el tipo de material a usarse, el diseño ya fue aprobado y apoyará con la logística. En un plazo de 90 días estará adecuado el lugar y la ideas es que a partir de julio se inicien las obras para que a la llegada de la primavera el sitio esté listo.
Por su parte, la representante de los expositores, Marlene Jurado Soliz, apuntó que se encuentran de acuerdo con el proyecto porque considera que es un espacio adecuado tanto para ellos como para los peatones
“Hemos llegado a un acuerdo con Cultura por este proyecto, son más de 27 y ahora se nos dio la oportunidad de tener casetas fijas con todas las comodidades, como grupo queremos que esté consolidado, unificado, con puestos de un mismo modelo y los clientes tangan su espacio”, indicó
En la misma línea, Lucio Apaza, quien sostiene que es uno de los primeros vendedores de libros con casi 30 años en la actividad, recordó que en años anteriores, cuando Oscar Montes era alcalde, solicitaron que se les permita tener puestos fijos en el pasaje Baldivieso con la intención de que se convierta en un lugar cultural, pero les fue negado.
Entretanto, este paso peatonal, luego de la restauración del templo de la Catedral, se convertirá en un lugar de esparcimiento con espacios verdes, bancos y murales de artistas tarijeños con la idea de que no se realice ningún tipo de actividad comercial.
EL APUNTE
El martirio del
padre Julián
de Lizardi
Julián de Lizardi fue un misionero guipuzcoano nacido en Asteasu el 30 de noviembre de 1696. Fue declarado beato por la iglesia católica. Hizo el noviciado en Villagarcía de Campos. En 1713 ingresó en la Compañía de Jesús. Luego es trasladado al colegio de Santiago donde prosigue los estudios. Más tarde solicitó ser trasladado a las misiones en América. Cumpliendo su deseo arribó a Buenos Aires en 1717.
En Córdoba prosigue sus estudios ordenándose en 1721. Su nuevo destino es el colegio de Buenos Aires para dedicarse a la enseñanza de la gramática. Cuando llegan los nuevos jesuitas, marcha de nuevo a misiones a evangelizar a la tribu de los chiriguanos, cuya provincia (en la actual Bolivia) había sido concedida íntegramente a los jesuitas.
Siendo superior de la misión en Tarija, comenzó una guerra entre tribus que dificulta los trabajos de los jesuitas; por ello hacen gestiones de paz en ambos campos con resultado satisfactorio. Sin embargo, Los indios de Ingre, de carácter muy belicoso, invaden la residencia de los misioneros el 16 de mayo de 1735 la incendian y la destruyen. Los chiriguanos apresaron a Lizardi cuando se celebraba la misa, le despojan de sus vestiduras y lo llevan en una dura marcha. Le hacen sentar sobre una piedra y lo acribillan a flechazos el 17 de mayo de ese año.