La bancada del MAS, Branko vs Rubén y Romero marcaron la jornada
Los presagios del expresidente Evo Morales están a punto de cumplirse. La bancada del Movimiento Al Socialismo (MAS) estaba tocada ya antes de iniciar el tratamiento de la Ley Excepcional de Prórroga del Mandato Constitucional de Autoridades Electas, pero con ella está por acabar de consumar...
Los presagios del expresidente Evo Morales están a punto de cumplirse. La bancada del Movimiento Al Socialismo (MAS) estaba tocada ya antes de iniciar el tratamiento de la Ley Excepcional de Prórroga del Mandato Constitucional de Autoridades Electas, pero con ella está por acabar de consumar el quiebre.
Hace solo cuatro días, las organizaciones del Pacto de Unidad concentradas en Huanuni, Oruro, clamaban contra la prórroga y exigían dar por finalizado el mandato de Áñez y de todos los asambleístas plurinacionales el 22 de enero. Ayer, luego de la sentencia constitucional que apoyada en el artículo 12 de la Constitución aprobaba la continuidad excepcional, los asambleístas del partido daban el quorum necesario para iniciar el trámite en el Senado, que al cierre de esta edición continuaba sin mayores contratiempos.
En las redes, ni Evo Morales ni su eventual sucesor, David Choquehuanca, se manifestaban al respecto. En las últimas entrevistas, el expresidente empieza a reconocer que ha perdido el control sobre la bancada y que desde Buenos Aires poco más puede hacer. Peor ahora que, según fuentes argentinas, el Gobierno de Alberto Fernández le ha pedido más moderación en su comportamiento y declaraciones. Lo de las “milicias” no ha caído bien en ningún entorno.
Los pulsos
La sentencia del Constitucional acaba de dar forma al nuevo escenario político, ya con varios postulantes en liza aunque con los frentes sin acabar de configurar. Estos días, por ejemplo, se ventila en Santa Cruz la capacidad y liderazgo de Rubén Costas y sus Demócratas, tocados tras la errática campaña de Óscar Ortiz en octubre de 2019 y por los propios resultados obtenidos – que paradójicamente fueron los que desencadenaron el movimiento que acabó con el régimen del MAS y llevó a una de las suyas al poder -.
La irrupción de Branko Marinkovic, con sus vínculos con Luis Fernando Camacho, con los grandes soyeros brasileros y demás y con los restos de la Ustacha, ha precipitado la definición. El propio Branko ha encarado a Rubén, quien le ha respondido que “tiene la conciencia tranquila”. Las negociaciones de los verdes con Comunidad Ciudadana han empezado, aunque las posiciones de fuerza son muy diferentes a las del año pasado.
Mientras tanto, Yerko Núñez, ministro de la Presidencia y hombre de más confianza de Áñez, salió a desmentir por enésima vez – y con los mismos resultados – las intenciones de la Presidenta de candidatear.
El debate sigue porque Áñez no lo cierra; porque ABI lo alimenta con sus enfoques, y porque Tuto Quiroga necesita un/a compañero/a de fórmula, y por lo tanto, hasta el 24 de enero que se presentan alianzas y hasta el 3 de febrero que se presentan los nombres de los candidatos, seguirá abierto.
Romero en celda judicial, Costas a casa
Mientras lo político se ordena, lo judicial sigue su curso. O su nuevo curso. En celdas judiciales descansó de nuevo el exministro de Gobierno Carlos Romero, imputado ahora sí por el caso de las irregularidades en la inteligencia de la lucha contra el narcotráfico. Romero había paseado tranquilo por La Paz durante varias semanas hasta que salió en televisión ingresando a su domicilio. Después vino el cerco, su ingreso en la Caja Petrolera, sus apresuradas órdenes de aprehensión y finalmente su imputación. Su sucesor Arturo Murillo trató hace una semana de señalar que no tenía causas y por tanto era inocente. Romero fue clave al no prever un motín policial que le estalló el 8 de noviembre, tras tres semanas de movilización y que acabó precipitando la caída de Morales. Evo lo defiende en twitter. No todos se muerden la lengua con aquello de las traiciones a los traidores.
El otro movimiento fue el de Antonio Costas, exvocal del TSE, el organismo que encendió los ánimos con sus decisiones levantando todas las sospechas de fraude que acabó afirmando la OEA. Costas era el único que sabía de informática. Ahora se defenderá desde su domicilio.
Hace solo cuatro días, las organizaciones del Pacto de Unidad concentradas en Huanuni, Oruro, clamaban contra la prórroga y exigían dar por finalizado el mandato de Áñez y de todos los asambleístas plurinacionales el 22 de enero. Ayer, luego de la sentencia constitucional que apoyada en el artículo 12 de la Constitución aprobaba la continuidad excepcional, los asambleístas del partido daban el quorum necesario para iniciar el trámite en el Senado, que al cierre de esta edición continuaba sin mayores contratiempos.
En las redes, ni Evo Morales ni su eventual sucesor, David Choquehuanca, se manifestaban al respecto. En las últimas entrevistas, el expresidente empieza a reconocer que ha perdido el control sobre la bancada y que desde Buenos Aires poco más puede hacer. Peor ahora que, según fuentes argentinas, el Gobierno de Alberto Fernández le ha pedido más moderación en su comportamiento y declaraciones. Lo de las “milicias” no ha caído bien en ningún entorno.
Los pulsos
La sentencia del Constitucional acaba de dar forma al nuevo escenario político, ya con varios postulantes en liza aunque con los frentes sin acabar de configurar. Estos días, por ejemplo, se ventila en Santa Cruz la capacidad y liderazgo de Rubén Costas y sus Demócratas, tocados tras la errática campaña de Óscar Ortiz en octubre de 2019 y por los propios resultados obtenidos – que paradójicamente fueron los que desencadenaron el movimiento que acabó con el régimen del MAS y llevó a una de las suyas al poder -.
La irrupción de Branko Marinkovic, con sus vínculos con Luis Fernando Camacho, con los grandes soyeros brasileros y demás y con los restos de la Ustacha, ha precipitado la definición. El propio Branko ha encarado a Rubén, quien le ha respondido que “tiene la conciencia tranquila”. Las negociaciones de los verdes con Comunidad Ciudadana han empezado, aunque las posiciones de fuerza son muy diferentes a las del año pasado.
Mientras tanto, Yerko Núñez, ministro de la Presidencia y hombre de más confianza de Áñez, salió a desmentir por enésima vez – y con los mismos resultados – las intenciones de la Presidenta de candidatear.
El debate sigue porque Áñez no lo cierra; porque ABI lo alimenta con sus enfoques, y porque Tuto Quiroga necesita un/a compañero/a de fórmula, y por lo tanto, hasta el 24 de enero que se presentan alianzas y hasta el 3 de febrero que se presentan los nombres de los candidatos, seguirá abierto.
Romero en celda judicial, Costas a casa
Mientras lo político se ordena, lo judicial sigue su curso. O su nuevo curso. En celdas judiciales descansó de nuevo el exministro de Gobierno Carlos Romero, imputado ahora sí por el caso de las irregularidades en la inteligencia de la lucha contra el narcotráfico. Romero había paseado tranquilo por La Paz durante varias semanas hasta que salió en televisión ingresando a su domicilio. Después vino el cerco, su ingreso en la Caja Petrolera, sus apresuradas órdenes de aprehensión y finalmente su imputación. Su sucesor Arturo Murillo trató hace una semana de señalar que no tenía causas y por tanto era inocente. Romero fue clave al no prever un motín policial que le estalló el 8 de noviembre, tras tres semanas de movilización y que acabó precipitando la caída de Morales. Evo lo defiende en twitter. No todos se muerden la lengua con aquello de las traiciones a los traidores.
El otro movimiento fue el de Antonio Costas, exvocal del TSE, el organismo que encendió los ánimos con sus decisiones levantando todas las sospechas de fraude que acabó afirmando la OEA. Costas era el único que sabía de informática. Ahora se defenderá desde su domicilio.