La avena en la nutrición
Camilo Andrade Nutricionista La avena, sabrosa y rica en proteínas, ayuda a regular el colesterol y a prevenir los altibajos de glucosa. Incluirla en la dieta es fácil. Nutricionalmente la avena no solo es muy completa sino que supera con mucho a otros cereales más populares, tanto por su...
Camilo Andrade Nutricionista
La avena, sabrosa y rica en proteínas, ayuda a regular el colesterol y a prevenir los altibajos de glucosa. Incluirla en la dieta es fácil. Nutricionalmente la avena no solo es muy completa sino que supera con mucho a otros cereales más populares, tanto por su aporte de proteínas como de grasas saludables. Además aporta buenas cantidades de vitaminas y minerales.
A tomar en cuenta
El contenido en hidratos de carbono de la avena es similar al de otras semillas, en torno al 60%. A este efecto contribuye su riqueza en fibra (6,7%). Con ello se evitan la debilidad, el cansancio y la ansiedad que llevan a comer entre horas y a desequilibrar la dieta. Su aporte de proteínas (13,8%) es el más alto entre los cereales. Consumirla junto a una legumbre, cocinada por ejemplo con leche de soja o con lentejas o alubias, permite obtener proteínas más completas.
Una ración de 50 gramos de copos de avena integral aporta el 25% del fósforo diario, el 20% del magnesio, el 15% del hierro, el 50% del manganeso y el 22% de la vitamina B1. Además aporta algo de potasio, calcio, selenio, silicio, cobre, cinc y vitaminas E, B2 y B3, así como numerosos antioxidantes y antiinflamatorios como las avenantramidas.
La avena contiene una fibra soluble llamada betaglucano
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La avena, sabrosa y rica en proteínas, ayuda a regular el colesterol y a prevenir los altibajos de glucosa. Incluirla en la dieta es fácil. Nutricionalmente la avena no solo es muy completa sino que supera con mucho a otros cereales más populares, tanto por su aporte de proteínas como de grasas saludables. Además aporta buenas cantidades de vitaminas y minerales.
A tomar en cuenta
El contenido en hidratos de carbono de la avena es similar al de otras semillas, en torno al 60%. A este efecto contribuye su riqueza en fibra (6,7%). Con ello se evitan la debilidad, el cansancio y la ansiedad que llevan a comer entre horas y a desequilibrar la dieta. Su aporte de proteínas (13,8%) es el más alto entre los cereales. Consumirla junto a una legumbre, cocinada por ejemplo con leche de soja o con lentejas o alubias, permite obtener proteínas más completas.
Una ración de 50 gramos de copos de avena integral aporta el 25% del fósforo diario, el 20% del magnesio, el 15% del hierro, el 50% del manganeso y el 22% de la vitamina B1. Además aporta algo de potasio, calcio, selenio, silicio, cobre, cinc y vitaminas E, B2 y B3, así como numerosos antioxidantes y antiinflamatorios como las avenantramidas.
La avena contiene una fibra soluble llamada betaglucano
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