La ansiedad patológica
Elías Vidaurre Médico La ansiedad sana nos prepara para afrontar aquellas situaciones que nos plantean alguna dificultad. De hecho, una de las funciones de ansiedad es incrementar nuestro rendimiento en situaciones concretas. Otro de sus efectos es avisarnos que algo en nuestro sistema...
Elías Vidaurre Médico
La ansiedad sana nos prepara para afrontar aquellas situaciones que nos plantean alguna dificultad. De hecho, una de las funciones de ansiedad es incrementar nuestro rendimiento en situaciones concretas. Otro de sus efectos es avisarnos que algo en nuestro sistema psíquico no está funcionando correctamente. Es evidente que hay muchos niveles de ansiedad. Existe la ansiedad adaptativa o normal frente a lo que podemos llamar ansiedad “nerviosa” o patológica.
Conociendo más
Para algunas personas, la ansiedad es tan frecuente o tan intensa, que se convierte en un problema en la vida diaria. En este caso, ya no es una respuesta adaptativa y sana. Esto sucede cuando el nivel de la activación y duración de la ansiedad son desproporcionados respecto a la situación en la que nos encontramos. Entonces podemos decir que estamos sufriendo de ansiedad nerviosa y que la ansiedad se ha convertido en un problema en nuestra vida.
Cuando la alteración emocional producida por la ansiedad es continua e intensa, comienzan a aparecer síntomas como problemas en la alimentación, déficit de sueño, dificultades para tener un buen descanso, inquietud constante, dificultades para mantener una conversación o una relación sin alterarse, etc. es decir, la ansiedad constante afecta al organismo y a nuestra vida cotidiana.
Siempre hay que tener en cuenta que existen diferentes niveles de ansiedad y su tratamiento tiene que ser personalizado, es decir, cada uno de ellos precisa un diagnostico diferenciado, ya que la causa de la ansiedad puede ser distinta en cada caso. En la persona que padece síntomas de ansiedad nerviosa, la aparición de los síntomas provoca un círculo vicioso casi imposible de manejar. La ansiedad constante afecta a la salud e impide desenvolverse con normalidad en la vida cotidiana.
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La ansiedad sana nos prepara para afrontar aquellas situaciones que nos plantean alguna dificultad. De hecho, una de las funciones de ansiedad es incrementar nuestro rendimiento en situaciones concretas. Otro de sus efectos es avisarnos que algo en nuestro sistema psíquico no está funcionando correctamente. Es evidente que hay muchos niveles de ansiedad. Existe la ansiedad adaptativa o normal frente a lo que podemos llamar ansiedad “nerviosa” o patológica.
Conociendo más
Para algunas personas, la ansiedad es tan frecuente o tan intensa, que se convierte en un problema en la vida diaria. En este caso, ya no es una respuesta adaptativa y sana. Esto sucede cuando el nivel de la activación y duración de la ansiedad son desproporcionados respecto a la situación en la que nos encontramos. Entonces podemos decir que estamos sufriendo de ansiedad nerviosa y que la ansiedad se ha convertido en un problema en nuestra vida.
Cuando la alteración emocional producida por la ansiedad es continua e intensa, comienzan a aparecer síntomas como problemas en la alimentación, déficit de sueño, dificultades para tener un buen descanso, inquietud constante, dificultades para mantener una conversación o una relación sin alterarse, etc. es decir, la ansiedad constante afecta al organismo y a nuestra vida cotidiana.
Siempre hay que tener en cuenta que existen diferentes niveles de ansiedad y su tratamiento tiene que ser personalizado, es decir, cada uno de ellos precisa un diagnostico diferenciado, ya que la causa de la ansiedad puede ser distinta en cada caso. En la persona que padece síntomas de ansiedad nerviosa, la aparición de los síntomas provoca un círculo vicioso casi imposible de manejar. La ansiedad constante afecta a la salud e impide desenvolverse con normalidad en la vida cotidiana.
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