Incendio de la Chiquitanía cubre “casi toda” la semana política
No era una semana política. El fuego se había desbordado en la Chiquitanía, mucho más de lo que parecía, y los ciudadanos tenían pocas ganas de seguir escuchando proselitismo mientras se enfrentaba una catástrofe de esas dimensiones, pero aún con todo, hubo momentos para tratar de sacar...
No era una semana política. El fuego se había desbordado en la Chiquitanía, mucho más de lo que parecía, y los ciudadanos tenían pocas ganas de seguir escuchando proselitismo mientras se enfrentaba una catástrofe de esas dimensiones, pero aún con todo, hubo momentos para tratar de sacar ventaja electoral e incluso se llevó adelante el paro cívico más deslucido de los últimos años, donde solo en Tarija se pudo considerar un “éxito”.
El pasado fin de semana fue un clamor contra el presidente Evo Morales, que continuó su campaña incluso con paseos en bicicleta cuando el fuego en Roboré y San Ignacio ya había consumido casi medio millón de hectáreas. El lunes el Presidente se puso el traje de faena y convocó gabinete de crisis para abordar la situación; gabinete que se convirtió en comité y que se desplazó hasta el lugar para estar cerca de las operaciones.
Todos los gestos igualmente se han leído con detalle político en la oposición. Tanto el “oportunismo” de Carlos Mesa, que estuvo en Roboré y puso el dedo en la llaga sobre los incentivos a la deforestación y la ampliación de la frontera agrícola que se ha venido promoviendo desde el Gobierno, como la ligereza de Óscar Ortíz, cruceño, que continuó su gira nacional presentando a su nueva compañera de fórmula, Shirley Franco.
Un paro raro
El fuego desmovilizó el paro cívico convocado para el 21 de agosto en Santa Cruz y también en los departamentos controlados por el oficialismo donde había pocas ganas de ponerse en evidencia. No lo hubo en Oruro, ni en Beni, ni en Pando, ni en Chuquisaca, ni en Potosí, estos porque llevan las últimas semanas con sus propios problemas. Sí hubo en Tarija, en Cochabamba y en La Paz, pero con resultados bien diferentes. Mientras en Tarija si fue una jornada movilizada, con calles cortadas y persianas bajadas, aunque no como en otros paros, en Cochabamba y La Paz fue muy limitado y por barrios. Muestra de lo contradictorio: Óscar Ortiz anunció en la mañana que no tendría actos ni participaría en la sesión del Senado por apoyo al paro, pero unas horas después colgó en su twitter la presentación de su compañera de fórmula en Oruro.
Lo del paro indefinido en octubre que alguna vez manejó la Conade para llegar a la elección con máxima presión es una idea ya lejana que nadie trata más allá de la ocurrencia, mientras que lo de la campaña camina inexorablemente hacia la resignación por parte de los opositores. Ni el Tribunal Supremo Electoral ni ningún miembro del Gobierno se vio en la necesidad de hacer una valoración política del paro, porque la atención estaba en otro lado.
La bomba para el final
Con todo, entre SuperTankers, emergencias, pedidos de ayuda internacional y críticas por las contradicciones del Gobierno a la hora de ponderar la situación y rechazar ayuda internacional, como si fuera algún tipo de descrédito, al final de la semana apareció otra bomba de esas que mueven el panorama político, sobre todo en La Paz.
El tribunal cautelar consideró necesario dar detención domiciliaria para el alcalde paceño Luis Revilla, aunque con permiso para ir a trabajar. El caso presume algún tipo de responsabilidad del exalcalde en el desastre de Alpacoma, el vertedero que colapsó en la ciudad y que generó un revuelo político de primer orden-
El argumento tiene que ver con la posibilidad de Revilla de influir sobre testigos o documentos, sin embargo, el hecho de brindarle la posibilidad de acudir a trabajar contradice esa misma hipótesis.
El Alcalde paceño recibió el apoyo de todas las facciones de la oposición. Hay pocas dudas sobre el efecto que está causando este caso en su popularidad y en la posibilidad de ampliar su perfil.
Quecaña contra el mundo desde el Chaco
José Quecaña empieza a sospechar de sus posibilidades reales de volver a ser nominado en marzo para ser, entonces sí, el primer ejecutivo regional del Chaco por la vía de la elección. Sus obras son escasas, y las que tiene se deben a un largo peregrinar detrás del Gobierno, para acabar pagando la mayor parte, como en el caso de la doble vía.
En su desesperación, Quecaña ha cargado contra todos y especialmente contra este medio de comunicación. Sin embargo, aún no explica el convenio firmado con la ABC.
El pasado fin de semana fue un clamor contra el presidente Evo Morales, que continuó su campaña incluso con paseos en bicicleta cuando el fuego en Roboré y San Ignacio ya había consumido casi medio millón de hectáreas. El lunes el Presidente se puso el traje de faena y convocó gabinete de crisis para abordar la situación; gabinete que se convirtió en comité y que se desplazó hasta el lugar para estar cerca de las operaciones.
Todos los gestos igualmente se han leído con detalle político en la oposición. Tanto el “oportunismo” de Carlos Mesa, que estuvo en Roboré y puso el dedo en la llaga sobre los incentivos a la deforestación y la ampliación de la frontera agrícola que se ha venido promoviendo desde el Gobierno, como la ligereza de Óscar Ortíz, cruceño, que continuó su gira nacional presentando a su nueva compañera de fórmula, Shirley Franco.
Un paro raro
El fuego desmovilizó el paro cívico convocado para el 21 de agosto en Santa Cruz y también en los departamentos controlados por el oficialismo donde había pocas ganas de ponerse en evidencia. No lo hubo en Oruro, ni en Beni, ni en Pando, ni en Chuquisaca, ni en Potosí, estos porque llevan las últimas semanas con sus propios problemas. Sí hubo en Tarija, en Cochabamba y en La Paz, pero con resultados bien diferentes. Mientras en Tarija si fue una jornada movilizada, con calles cortadas y persianas bajadas, aunque no como en otros paros, en Cochabamba y La Paz fue muy limitado y por barrios. Muestra de lo contradictorio: Óscar Ortiz anunció en la mañana que no tendría actos ni participaría en la sesión del Senado por apoyo al paro, pero unas horas después colgó en su twitter la presentación de su compañera de fórmula en Oruro.
Lo del paro indefinido en octubre que alguna vez manejó la Conade para llegar a la elección con máxima presión es una idea ya lejana que nadie trata más allá de la ocurrencia, mientras que lo de la campaña camina inexorablemente hacia la resignación por parte de los opositores. Ni el Tribunal Supremo Electoral ni ningún miembro del Gobierno se vio en la necesidad de hacer una valoración política del paro, porque la atención estaba en otro lado.
La bomba para el final
Con todo, entre SuperTankers, emergencias, pedidos de ayuda internacional y críticas por las contradicciones del Gobierno a la hora de ponderar la situación y rechazar ayuda internacional, como si fuera algún tipo de descrédito, al final de la semana apareció otra bomba de esas que mueven el panorama político, sobre todo en La Paz.
El tribunal cautelar consideró necesario dar detención domiciliaria para el alcalde paceño Luis Revilla, aunque con permiso para ir a trabajar. El caso presume algún tipo de responsabilidad del exalcalde en el desastre de Alpacoma, el vertedero que colapsó en la ciudad y que generó un revuelo político de primer orden-
El argumento tiene que ver con la posibilidad de Revilla de influir sobre testigos o documentos, sin embargo, el hecho de brindarle la posibilidad de acudir a trabajar contradice esa misma hipótesis.
El Alcalde paceño recibió el apoyo de todas las facciones de la oposición. Hay pocas dudas sobre el efecto que está causando este caso en su popularidad y en la posibilidad de ampliar su perfil.
Quecaña contra el mundo desde el Chaco
José Quecaña empieza a sospechar de sus posibilidades reales de volver a ser nominado en marzo para ser, entonces sí, el primer ejecutivo regional del Chaco por la vía de la elección. Sus obras son escasas, y las que tiene se deben a un largo peregrinar detrás del Gobierno, para acabar pagando la mayor parte, como en el caso de la doble vía.
En su desesperación, Quecaña ha cargado contra todos y especialmente contra este medio de comunicación. Sin embargo, aún no explica el convenio firmado con la ABC.