Exorcistas se reúnen para combatir a Satanás
Al parecer en estos tiempos modernos todo se propaga por la red. Es por ello que unas 240 personas se han unido en la Universidad de los Legionarios de Cristo (en Roma) con el fin de realizar un curso titulado: “Curso de exorcismo y plegaria de la liberación” para aprender a combatir al...
Al parecer en estos tiempos modernos todo se propaga por la red. Es por ello que unas 240 personas se han unido en la Universidad de los Legionarios de Cristo (en Roma) con el fin de realizar un curso titulado: “Curso de exorcismo y plegaria de la liberación” para aprender a combatir al diablo, en pleno siglo XXI.
Según los organizadores, al igual que la sociedad progresa y se vuelve más moderna, el Diablo también se ha actualizado y ha encontrado nuevas formas de extender el mal a través de los medios de comunicación, Internet, las redes sociales y los smartphones.
Este grupo de curas, sacerdotes y monjas se ha reunido en la capital mundial del catolicismo para debatir cómo luchar contra el mal de manera online
“Cada día practico cuatro o cinco exorcismos con el teléfono móvil”, decía uno de los asistentes al curso.
Su método de usar la tecnología para vencer al diablo consiste en rezar a través de llamadas y las redes sociales, apelar a la fe del poseído y gritarle con dureza a Satanás, obligando a callar sus malas influencias en la víctima.
Según los organizadores, al igual que la sociedad progresa y se vuelve más moderna, el Diablo también se ha actualizado y ha encontrado nuevas formas de extender el mal a través de los medios de comunicación, Internet, las redes sociales y los smartphones.
Este grupo de curas, sacerdotes y monjas se ha reunido en la capital mundial del catolicismo para debatir cómo luchar contra el mal de manera online
“Cada día practico cuatro o cinco exorcismos con el teléfono móvil”, decía uno de los asistentes al curso.
Su método de usar la tecnología para vencer al diablo consiste en rezar a través de llamadas y las redes sociales, apelar a la fe del poseído y gritarle con dureza a Satanás, obligando a callar sus malas influencias en la víctima.