Encerró a su amiga en su habitación y quiso violarla
Una mujer de 44 años de edad estuvo a punto de ser violada por su propio amigo y en su propia habitación, luego de que el agresor perdiera el control de sí en el afán de toques impúdicos a la víctima e intentar cometer alguna agresión sexual a la denunciante. De acuerdo a la...
Una mujer de 44 años de edad estuvo a punto de ser violada por su propio amigo y en su propia habitación, luego de que el agresor perdiera el control de sí en el afán de toques impúdicos a la víctima e intentar cometer alguna agresión sexual a la denunciante.
De acuerdo a la declaración informativa de la víctima, el agresor constantemente le realizaba tocamientos impúdicos a la víctima, desde que ella ingresó a vivir a dicho lugar como inquilina y precisó que la última agresión de la que fue víctima ocurrió el pasado sábado en horas de la tarde.
Recuerda que ella se encontraba haciendo una siesta cuando despertó debido a que sintió las manos de su agresor sobre su cuerpo. Asustada y alterada, ella cuenta que se sobresaltó y comenzó a gritarle, pidiéndole que no la toque. Pero como el sujeto estaba fuera de sí, no le hizo caso y en uno de esos momentos se abalanzó sobre ella con la intención de quitarle la ropa interior.
Al ver el accionar del sujeto, ella cuenta que agarró un cinto que se encontraba al lado suyo y comenzó a empujar al sindicado con sus pies, mientras le advertía que si seguía con los maltratos, ella le golpearía con la hebilla del cinto.
Recuerda que mientras más le pedía a su agresor que la soltara, éste le agarraba más fuerte, pese a que ella se defendía con patadas y a cinturonazos. De hecho, en un momento de esos la hebilla del cinturón le llegó al cuello del sujeto, por lo que la víctima aprovechó ese instante, se soltó de su agresor y se escapó corriendo en ropa interior hasta el patio.
Como ella estaba afuera, trancó la puerta de su habitación con el agresor adentro, pero al cabo de un par de horas, el sindicado salió por la ventana del cuarto, por lo que ella volvió a entrar a su habitación, con la finalidad de vestirse. Pero en ese momento el agresor la encerró a la mujer, al igual que hicieron con él.
La víctima, encerrada, se sentía más segura, por lo que pidió ayuda a sus amigos para que llamen a la Policía y así, el sindicado terminó aprehendido.
De acuerdo a la declaración informativa de la víctima, el agresor constantemente le realizaba tocamientos impúdicos a la víctima, desde que ella ingresó a vivir a dicho lugar como inquilina y precisó que la última agresión de la que fue víctima ocurrió el pasado sábado en horas de la tarde.
Recuerda que ella se encontraba haciendo una siesta cuando despertó debido a que sintió las manos de su agresor sobre su cuerpo. Asustada y alterada, ella cuenta que se sobresaltó y comenzó a gritarle, pidiéndole que no la toque. Pero como el sujeto estaba fuera de sí, no le hizo caso y en uno de esos momentos se abalanzó sobre ella con la intención de quitarle la ropa interior.
Al ver el accionar del sujeto, ella cuenta que agarró un cinto que se encontraba al lado suyo y comenzó a empujar al sindicado con sus pies, mientras le advertía que si seguía con los maltratos, ella le golpearía con la hebilla del cinto.
Recuerda que mientras más le pedía a su agresor que la soltara, éste le agarraba más fuerte, pese a que ella se defendía con patadas y a cinturonazos. De hecho, en un momento de esos la hebilla del cinturón le llegó al cuello del sujeto, por lo que la víctima aprovechó ese instante, se soltó de su agresor y se escapó corriendo en ropa interior hasta el patio.
Como ella estaba afuera, trancó la puerta de su habitación con el agresor adentro, pero al cabo de un par de horas, el sindicado salió por la ventana del cuarto, por lo que ella volvió a entrar a su habitación, con la finalidad de vestirse. Pero en ese momento el agresor la encerró a la mujer, al igual que hicieron con él.
La víctima, encerrada, se sentía más segura, por lo que pidió ayuda a sus amigos para que llamen a la Policía y así, el sindicado terminó aprehendido.