En Tarija 3 municipios desarrollan políticas de agrobiodiversidad
Yunchará, Villa Montes y Cercado son los municipios del departamento que desarrollan proyectos y líneas de acción para el fortalecimiento de la agrobiodiversidad y así garantizar la producción agrícola para la seguridad alimentaria local. En el marco del Proyecto de Estrategias de...
Yunchará, Villa Montes y Cercado son los municipios del departamento que desarrollan proyectos y líneas de acción para el fortalecimiento de la agrobiodiversidad y así garantizar la producción agrícola para la seguridad alimentaria local.
En el marco del Proyecto de Estrategias de Amortiguamiento del Cambio Climático, que promueve la comunidad de Estudios Jaina en Tarija, Gonzalo Vargas, el técnico de la entidad, informó que se hizo una valoración de las políticas públicas de los tres municipios y el Gobierno Departamental, con el objetivo de acompañar las iniciativas que se desarrollan para fortalecer las prácticas productivas de las familias campesinas.
Destacó que entre los Objetivos de Desarrollo Sostenible del Milenio, la biodiversidad es importante porque el fortalecimiento de los recursos genéticos naturales y productos de alto valor nutritivo es una ventaja que tiene Bolivia en relación a los países vecinos.
Asimismo, da cuenta que en el caso de Cercado, si bien se desarrollan políticas públicas para fomentar la producción agrícola, hay limitaciones en el sentido que la ciudadanía a veces no las conoce o hay resistencia para la producción de determinados productos porque el fortalecimiento de la agrobiodiversidad, de los productos nativos al ser más costosos, requiere mayor atención, por tanto su costo en el mercado es más elevado y eso limita el mecanismo de retorno económico a las familias.
El País (EP): ¿Por qué los municipios tienen que priorizar las políticas públicas referidas a preservar la agrobiodiversidad?
Gonzalo Vargas (GV): Es importante subrayar que los problemas que acarrea el cambio climático, en términos de la carencia cada vez más sustantivas y más fuertes de los recursos de la biodiversidad, tiene que ver también con la afectación de los alimentos. Se ha desarrollado en el mundo estrategias de producción agrícola, pero están distantes a poder mantener la capacidad de revitalización del medio ambiente, de la biodiversidad y esto está afectando la producción de alimentos; y ha señalado un conjunto de problemas, sobre todo a las familias de situación humilde o económicamente menos favorecidas.
El cambio climático es un fenómeno mundial, y los países en el mundo también se han puesto de acuerdo para desarrollar estrategias de mitigación del medio ambiente en los proyectos de desarrollo, de esa manera han emergido los Objetivos del Desarrollo Sostenible, que Bolivia se ha planteado y ha venido accionando a partir de políticas públicas.
En ese marco, está la Ley de la Madre Tierra 1.300, promulgada el 2010 y que da los lineamientos para que toda actividad económica productiva y especialmente la agrícola, pueda tomar en cuenta elementos para los productores, sobre todo de fortalecer la biodiversidad, fortalecer los recursos genéticos propios, además de ir permitiendo una regeneración de la biodiversidad en la naturaleza.
EP: En ese marco, ¿Qué proyectos se desarrollan en el departamento para mitigar el efecto del cambio climático?
GV: Nuestro proyecto contempla hacer una valoración junto al Gobierno Departamental de Tarija y algunos municipios como Yunchará, Villa Montes y Cercado, para ver en qué medida estas instituciones gubernativas están desarrollando los Objetivos de Desarrollo Sostenible del Milenio o si aún no lo han hecho; la idea es articular acciones de forma coordinada.
Desde la Gobernación se pudo ver que hay varios proyectos, políticas públicas en esa línea, además de normativas. Entonces estamos coordinando las formas de cómo poder priorizar algunas líneas de acción sobre el fortalecimiento de la agrobiodiversidad y en consecuencia garantizar la producción de alimentos para la seguridad y soberanía alimentaria; para que así la población pueda también no solamente contar con alimentos sino que esos alimentos tengan alto valor nutritivo.
EP: ¿Qué acciones concretas se ejecutan en los municipios de Yunchará, Villa Montes y Cercado?
GV: En cada municipio se realizan acciones similares, aunque estamos en una etapa de diagnóstico, por ejemplo en Yunchará, nos explicaron que el territorio tiene tres pisos ecológicos; altiplano, cabecera de valles y valles, por tanto también la diversidad de ese territorio es importante, lo que significa delinear líneas de acción para ver cómo el Gobierno Municipal puede generar políticas públicas para la elaboración de proyectos que fortalezcan esa biodiversidad, a partir de una relación que el municipio tiene con las organizaciones campesinas.
Por otro lado, buscamos que estas tareas de fortalecimiento de agrobiodiversidad a través de estrategias productivas propias de los hermanos campesinos, puedan estar acompañadas de normas y leyes del Municipio, además a partir de estos elementos que puedan concretar, se apunta a facilitar la búsqueda de financiamiento para llevar adelante proyectos de envergadura que les permitan fijar líneas de acción que fortalezcan sus estrategias productivas.
En el caso de Cercado nos han comunicado que hay varias políticas que se están desarrollando, pero también hay limitaciones en el sentido que la ciudadanía a veces no las conoce o hay resistencia en el impulso de la producción de determinados productos porque el fortalecimiento de la agrobiodiversidad, de los productos propios, nativos, es más costoso, requiere mayor atención, por tanto su costo en el mercado es más elevado.
Esto limita por una parte el mecanismo de retorno económico a las familias; por tanto no quieren hacer estas prácticas, pero justamente esto requiere a futuro de tareas que vayan acompañadas de acciones de educación, formación e información a la población para que la dimensión de estas iniciativas fortalezca la producción propia.
En Villa Montes estuvieron presentes otros miembros de la institución, y conocemos que en el municipio se están sentando bases para los trabajados de coordinación en la línea de fortalecer estrategias para la revitalización de la biodiversidad y garantizar la alimentación para la población.
EP: ¿Cuál es la importancia de promover la agrobiodiversidad y la soberanía alimentaria en Bolivia?
GV: La agrobiodiversidad es importante porque cuando hablamos de soberanía alimentaria hay que tomar en cuenta que la producción de alimentos en el país, si bien, en el caso del último Gobierno se ha trabajado, no han logrado generar estrategias que resuelvan esta necesidad y el contrabando de alimentos sigue existiendo. A Bolivia entra cualquier cantidad de papa de Perú, por ejemplo, o fruta de los países vecinos.
En Bolivia pese a los esfuerzos que se puedan hacer en el tema producción de alimentos no se va a poder competir con Argentina o Chile, porque estos países producen alimentos a bajos costos. Sin embargo, ninguno de esos países podría superar a Bolivia en la línea de los productos orgánicos, donde se haga el mínimo uso de fertilizante, o insumos químicos que usan otros países en la producción de alimentos. Eso significa que los bolivianos podamos tener la garantía de no solamente contar con nuestros propios alimentos, sino también el derecho de consumir alimentos de alta calidad nutritiva.
En realidad el objetivo a largo plazo es en esta línea, y de eso se trata la soberanía alimentaria que está introducida en la Ley 144 de la Revolución Productiva y Comunitaria. Además, de la Agenda Patriótica 2020-2025, que en el pilar 6,8 y 9 directamente se concentra en el cuidado del medio ambiente, en el fortalecimiento de la biodiversidad y la garantía de la producción de alimentos para la producción boliviana.
Bolivia en relación a otros países, en los eventos internacionales que se han hecho, sobre la madre tierra, el cambio climático, creemos que es uno de los que más ha avanzado en términos de ir generando política pública, el asunto ahora es cómo lo vamos concretando en la propia realidad.
Es así que este proyecto se enfoca en; qué se está haciendo a nivel departamental y los municipios. Una institución pequeña como Jaina, no puede ampliar pero está buscando espacios concretos para ir haciendo esa valoración, además de contribuir para que estos objetivos planteados por el país sean asumidos responsablemente y se puedan concretar en Bolivia.
EP: A nivel nacional ¿Qué iniciativas referidas a la agrobiodiversad y políticas públicas se están aplicando?
GV: Desde el Ministerio de Planificación - anterior Gobierno- se ha definido por ejemplo una metodología, para que en la planificación de los gobiernos municipales y departamentales, tomen en cuenta las características territoriales, en el momento de aplicar estrategias productivas.
Se habla de espacios de vida, por ejemplo, esto quiere decir que los municipios deben caracterizar sus territorios para ver las potencialidades que tiene cada uno, para que justamente en función a sus prioridades, el respeto de las zonas y características al interior de los municipios y los departamentos, se puedan fortalecer los bloques estratégicos que su población agricultora, campesina, indígena y agroindustrial pueda llevar adelante, esto por una parte.
Por otro lado, a diferencia de lo que eran los PDM (Programas de Desarrollo Municipal) de los municipios y departamentales se han dado lugar a los Planes Territoriales de Gestión (PTG), tanto en lo departamental y municipal están tratando de acercar lo que es la organización territorial con el ordenamiento territorial.
Por otro lado, tomar en cuenta que existen al interior de sus territorios la Tierras Comunitarias de Origen, donde están ubicados los pueblos indígenas, vistos como espacios de vida, pero sobre todo valorizar sus estrategias productivas. Recordemos que la Constitución Política del Estado, ha acuñado un paradigma importante que es el Vivir Bien.
Esto no significa que llenemos los bolsillos de plata, sino más bien, cómo cada ciudadano o la sociedad en su conjunto, va regenerando una producción de respeto y cuidado de su medio ambiente en la medida, y en esa medida estaremos preservando la biodiversidad, la naturaleza, porque de lo contrario estaríamos destruyendo nuestro propio hogar, y generalmente cuestionar qué espacios vamos a heredar a nuestros hijos.
Por eso el tema de Vivir Bien. El caso boliviano y ecuatoriano se ha convertido en un referente para otros países, que también quieren hacer cosas parecidas a las que se implementó en Bolivia.
EP: ¿Qué rol desempeñan las familias campesinas en la preservación de la agrobiodiversidad?
GV: Su rol es fundamental, son y tienen que ser los principales artífices en esta línea, por eso se trata de generar políticas públicas porque el campesino solo no va a poder llevar adelante esto; porque el mercado y las formas económico-productivas de tendencia capitalista, les exigen ampliar la frontera agrícola, abaratar costos en la producción para llevar al mercado, por tanto apela a la producción con fertilizantes, a comprar semillas que ellos ya no manejan. Entonces hay que invertir eso y rescatar lo que queda todavía en la agrobiodiversidad.
Por ejemplo, en el último Encuentro Internacional de la Papa en Lima, Perú, se ha tipificado que en una región andina de América existen alrededor de 2.700 variedades de papa. Esas variedades de semilla de papa tienen su propia conducta, sus características y están adaptadas para territorios concretos, además que responden a alimentos climáticos específicos.
Los campesinos, sobre todo antiguos, manejaban varias variedades de papa en función al comportamiento climático, variedades nativas que además tienen un alto valor nutritivo. Pero ese conocimiento de variedades que significaba el comportamiento climático para saber dónde cultivar determinada papa, o con poca agua, son características que se van perdiendo por la incidencia del modelo de desarrollo capitalista, que promueve una o dos variedades vigentes como la Holandesa o la Desiré.
Eso es más fácil solo que hay comprar fertilizante, no hay que criar ganado y juntar el estiércol que lleva su tiempo para una producción más sana.
Entonces, esta lógica capitalista y altamente depredatoria del medio ambiente tiene que ir cediendo paso a la retoma de las estrategias y prácticas tradicionales y eso lleva su tiempo. E implica aplicar políticas públicas desde los municipios, gobernaciones y del sistema académico, que tendrá que intervenir en eso. En ese marco, Jaina pretende ser un pequeño motivador para que estas cosas que el Estado, las gobernaciones y municipios han empezado a hacer, puedan profundizarse en términos en la concreción de resultados.
EP: En Tarija en los últimos años los campesinos modificaron las prácticas de cultivos frente al cambio climático ¿Qué se recomienda para fortalecer la producción y al mismo tiempo preservar las áreas de cultivos?
GV: Hemos dialogado con gente del Concejo Municipal de Tarija, y hay gente que está muy preocupada, ya que Tarija se caracterizaba por ser una ciudad, y aún sigue siendo, que comparte áreas de cultivos. En la casa o alrededores de la ciudad todavía existen huertos y parcelas de cultivo, ése es un tema en el que el Municipio debe tomar las previsiones para que la ciudad conviva y mantenga sus áreas verdes.
En Cochabamba hace unos 30 a 40 años, cuando se viajaba desde la ciudad hasta Quillacollo, en el camino se podía ver vacas, patos, ovejas, gallinas en medio de las casas y parcelas de cultivo, ahora lo único que se ve es una selva de casas y cemento. Eso es justamente pelearse con la madre naturaleza.
Debemos generar un pensamiento de cuidar a la madre tierra, por ejemplo en Brasil crearon la ciudad de Brasilia, la gente diseñó grupos de casas y espacios verdes, donde se produce y hay árboles. Ese modelo tendrían que tener las ciudades.
Todo esto no solo es responsabilidad del Municipio, sino de la gente; para por un lado fortalecer las formas de habitabilidad que tenía el tarijeño tradicional y por otro lado, tomar las previsiones buscando que el crecimiento urbano vaya tomando en cuenta el respeto a la naturaleza con áreas verdes, que pueden ser áreas de cultivo, huertas, e incluso crear en cada casa pequeños huertos como la producción de compost.
Todo eso implica la aplicación de políticas públicas por una parte, que estimulen la aplicación de recreación de la biodiversidad y por otro lado, espacios de educación en las escuelas para que nuestros niños, vayan adquiriendo una conciencia.
“Entonces estamos coordinando las formas de cómo poder priorizar algunas líneas de acción sobre el fortalecimiento de la agrobiodiversidad y en consecuencia garantizar la producción de alimentos para la seguridad y soberanía alimentaria”
“Bolivia en relación a otros países, en los eventos internacionales que se han hecho, sobre la madre tierra, el cambio climático, creemos que es uno de los que más ha avanzado en términos de ir generando política pública, el asunto ahora es cómo eso lo vamos concretando en la propia realidad”
El PERFIL
Nombre
Gonzalo Vargas
Profesión
Antropólogo
Actividad
Proyecto de Estrategias de Amortiguamiento del Cambio Climático
Fue docente de la Universidad Católica Boliviana (UCB), Regional Cochabamba, con experiencia en Educación, Etnodesarrollo y Periodismo. Trabajó en municipios rurales y con pueblos indígena originario campesinos. Fue Viceministro de Autonomías Indígena Originario Campesinas y Organización Territorial.
Tiene varias publicaciones, entre ellas: “Los Desafíos del Estado Plurinacional Boliviano” (2011); “El Ordenamiento Territorial, un Espacio de Tensión entre la Sociedad Andina y el Estado Nacional” (2012); “El Desarrollo de la Democracia Intercultural en el Estado Plurinacional Boliviano” (2013); entre otras.
En el marco del Proyecto de Estrategias de Amortiguamiento del Cambio Climático, que promueve la comunidad de Estudios Jaina en Tarija, Gonzalo Vargas, el técnico de la entidad, informó que se hizo una valoración de las políticas públicas de los tres municipios y el Gobierno Departamental, con el objetivo de acompañar las iniciativas que se desarrollan para fortalecer las prácticas productivas de las familias campesinas.
Destacó que entre los Objetivos de Desarrollo Sostenible del Milenio, la biodiversidad es importante porque el fortalecimiento de los recursos genéticos naturales y productos de alto valor nutritivo es una ventaja que tiene Bolivia en relación a los países vecinos.
Asimismo, da cuenta que en el caso de Cercado, si bien se desarrollan políticas públicas para fomentar la producción agrícola, hay limitaciones en el sentido que la ciudadanía a veces no las conoce o hay resistencia para la producción de determinados productos porque el fortalecimiento de la agrobiodiversidad, de los productos nativos al ser más costosos, requiere mayor atención, por tanto su costo en el mercado es más elevado y eso limita el mecanismo de retorno económico a las familias.
El País (EP): ¿Por qué los municipios tienen que priorizar las políticas públicas referidas a preservar la agrobiodiversidad?
Gonzalo Vargas (GV): Es importante subrayar que los problemas que acarrea el cambio climático, en términos de la carencia cada vez más sustantivas y más fuertes de los recursos de la biodiversidad, tiene que ver también con la afectación de los alimentos. Se ha desarrollado en el mundo estrategias de producción agrícola, pero están distantes a poder mantener la capacidad de revitalización del medio ambiente, de la biodiversidad y esto está afectando la producción de alimentos; y ha señalado un conjunto de problemas, sobre todo a las familias de situación humilde o económicamente menos favorecidas.
El cambio climático es un fenómeno mundial, y los países en el mundo también se han puesto de acuerdo para desarrollar estrategias de mitigación del medio ambiente en los proyectos de desarrollo, de esa manera han emergido los Objetivos del Desarrollo Sostenible, que Bolivia se ha planteado y ha venido accionando a partir de políticas públicas.
En ese marco, está la Ley de la Madre Tierra 1.300, promulgada el 2010 y que da los lineamientos para que toda actividad económica productiva y especialmente la agrícola, pueda tomar en cuenta elementos para los productores, sobre todo de fortalecer la biodiversidad, fortalecer los recursos genéticos propios, además de ir permitiendo una regeneración de la biodiversidad en la naturaleza.
EP: En ese marco, ¿Qué proyectos se desarrollan en el departamento para mitigar el efecto del cambio climático?
GV: Nuestro proyecto contempla hacer una valoración junto al Gobierno Departamental de Tarija y algunos municipios como Yunchará, Villa Montes y Cercado, para ver en qué medida estas instituciones gubernativas están desarrollando los Objetivos de Desarrollo Sostenible del Milenio o si aún no lo han hecho; la idea es articular acciones de forma coordinada.
Desde la Gobernación se pudo ver que hay varios proyectos, políticas públicas en esa línea, además de normativas. Entonces estamos coordinando las formas de cómo poder priorizar algunas líneas de acción sobre el fortalecimiento de la agrobiodiversidad y en consecuencia garantizar la producción de alimentos para la seguridad y soberanía alimentaria; para que así la población pueda también no solamente contar con alimentos sino que esos alimentos tengan alto valor nutritivo.
EP: ¿Qué acciones concretas se ejecutan en los municipios de Yunchará, Villa Montes y Cercado?
GV: En cada municipio se realizan acciones similares, aunque estamos en una etapa de diagnóstico, por ejemplo en Yunchará, nos explicaron que el territorio tiene tres pisos ecológicos; altiplano, cabecera de valles y valles, por tanto también la diversidad de ese territorio es importante, lo que significa delinear líneas de acción para ver cómo el Gobierno Municipal puede generar políticas públicas para la elaboración de proyectos que fortalezcan esa biodiversidad, a partir de una relación que el municipio tiene con las organizaciones campesinas.
Por otro lado, buscamos que estas tareas de fortalecimiento de agrobiodiversidad a través de estrategias productivas propias de los hermanos campesinos, puedan estar acompañadas de normas y leyes del Municipio, además a partir de estos elementos que puedan concretar, se apunta a facilitar la búsqueda de financiamiento para llevar adelante proyectos de envergadura que les permitan fijar líneas de acción que fortalezcan sus estrategias productivas.
En el caso de Cercado nos han comunicado que hay varias políticas que se están desarrollando, pero también hay limitaciones en el sentido que la ciudadanía a veces no las conoce o hay resistencia en el impulso de la producción de determinados productos porque el fortalecimiento de la agrobiodiversidad, de los productos propios, nativos, es más costoso, requiere mayor atención, por tanto su costo en el mercado es más elevado.
Esto limita por una parte el mecanismo de retorno económico a las familias; por tanto no quieren hacer estas prácticas, pero justamente esto requiere a futuro de tareas que vayan acompañadas de acciones de educación, formación e información a la población para que la dimensión de estas iniciativas fortalezca la producción propia.
En Villa Montes estuvieron presentes otros miembros de la institución, y conocemos que en el municipio se están sentando bases para los trabajados de coordinación en la línea de fortalecer estrategias para la revitalización de la biodiversidad y garantizar la alimentación para la población.
EP: ¿Cuál es la importancia de promover la agrobiodiversidad y la soberanía alimentaria en Bolivia?
GV: La agrobiodiversidad es importante porque cuando hablamos de soberanía alimentaria hay que tomar en cuenta que la producción de alimentos en el país, si bien, en el caso del último Gobierno se ha trabajado, no han logrado generar estrategias que resuelvan esta necesidad y el contrabando de alimentos sigue existiendo. A Bolivia entra cualquier cantidad de papa de Perú, por ejemplo, o fruta de los países vecinos.
En Bolivia pese a los esfuerzos que se puedan hacer en el tema producción de alimentos no se va a poder competir con Argentina o Chile, porque estos países producen alimentos a bajos costos. Sin embargo, ninguno de esos países podría superar a Bolivia en la línea de los productos orgánicos, donde se haga el mínimo uso de fertilizante, o insumos químicos que usan otros países en la producción de alimentos. Eso significa que los bolivianos podamos tener la garantía de no solamente contar con nuestros propios alimentos, sino también el derecho de consumir alimentos de alta calidad nutritiva.
En realidad el objetivo a largo plazo es en esta línea, y de eso se trata la soberanía alimentaria que está introducida en la Ley 144 de la Revolución Productiva y Comunitaria. Además, de la Agenda Patriótica 2020-2025, que en el pilar 6,8 y 9 directamente se concentra en el cuidado del medio ambiente, en el fortalecimiento de la biodiversidad y la garantía de la producción de alimentos para la producción boliviana.
Bolivia en relación a otros países, en los eventos internacionales que se han hecho, sobre la madre tierra, el cambio climático, creemos que es uno de los que más ha avanzado en términos de ir generando política pública, el asunto ahora es cómo lo vamos concretando en la propia realidad.
Es así que este proyecto se enfoca en; qué se está haciendo a nivel departamental y los municipios. Una institución pequeña como Jaina, no puede ampliar pero está buscando espacios concretos para ir haciendo esa valoración, además de contribuir para que estos objetivos planteados por el país sean asumidos responsablemente y se puedan concretar en Bolivia.
EP: A nivel nacional ¿Qué iniciativas referidas a la agrobiodiversad y políticas públicas se están aplicando?
GV: Desde el Ministerio de Planificación - anterior Gobierno- se ha definido por ejemplo una metodología, para que en la planificación de los gobiernos municipales y departamentales, tomen en cuenta las características territoriales, en el momento de aplicar estrategias productivas.
Se habla de espacios de vida, por ejemplo, esto quiere decir que los municipios deben caracterizar sus territorios para ver las potencialidades que tiene cada uno, para que justamente en función a sus prioridades, el respeto de las zonas y características al interior de los municipios y los departamentos, se puedan fortalecer los bloques estratégicos que su población agricultora, campesina, indígena y agroindustrial pueda llevar adelante, esto por una parte.
Por otro lado, a diferencia de lo que eran los PDM (Programas de Desarrollo Municipal) de los municipios y departamentales se han dado lugar a los Planes Territoriales de Gestión (PTG), tanto en lo departamental y municipal están tratando de acercar lo que es la organización territorial con el ordenamiento territorial.
Por otro lado, tomar en cuenta que existen al interior de sus territorios la Tierras Comunitarias de Origen, donde están ubicados los pueblos indígenas, vistos como espacios de vida, pero sobre todo valorizar sus estrategias productivas. Recordemos que la Constitución Política del Estado, ha acuñado un paradigma importante que es el Vivir Bien.
Esto no significa que llenemos los bolsillos de plata, sino más bien, cómo cada ciudadano o la sociedad en su conjunto, va regenerando una producción de respeto y cuidado de su medio ambiente en la medida, y en esa medida estaremos preservando la biodiversidad, la naturaleza, porque de lo contrario estaríamos destruyendo nuestro propio hogar, y generalmente cuestionar qué espacios vamos a heredar a nuestros hijos.
Por eso el tema de Vivir Bien. El caso boliviano y ecuatoriano se ha convertido en un referente para otros países, que también quieren hacer cosas parecidas a las que se implementó en Bolivia.
EP: ¿Qué rol desempeñan las familias campesinas en la preservación de la agrobiodiversidad?
GV: Su rol es fundamental, son y tienen que ser los principales artífices en esta línea, por eso se trata de generar políticas públicas porque el campesino solo no va a poder llevar adelante esto; porque el mercado y las formas económico-productivas de tendencia capitalista, les exigen ampliar la frontera agrícola, abaratar costos en la producción para llevar al mercado, por tanto apela a la producción con fertilizantes, a comprar semillas que ellos ya no manejan. Entonces hay que invertir eso y rescatar lo que queda todavía en la agrobiodiversidad.
Por ejemplo, en el último Encuentro Internacional de la Papa en Lima, Perú, se ha tipificado que en una región andina de América existen alrededor de 2.700 variedades de papa. Esas variedades de semilla de papa tienen su propia conducta, sus características y están adaptadas para territorios concretos, además que responden a alimentos climáticos específicos.
Los campesinos, sobre todo antiguos, manejaban varias variedades de papa en función al comportamiento climático, variedades nativas que además tienen un alto valor nutritivo. Pero ese conocimiento de variedades que significaba el comportamiento climático para saber dónde cultivar determinada papa, o con poca agua, son características que se van perdiendo por la incidencia del modelo de desarrollo capitalista, que promueve una o dos variedades vigentes como la Holandesa o la Desiré.
Eso es más fácil solo que hay comprar fertilizante, no hay que criar ganado y juntar el estiércol que lleva su tiempo para una producción más sana.
Entonces, esta lógica capitalista y altamente depredatoria del medio ambiente tiene que ir cediendo paso a la retoma de las estrategias y prácticas tradicionales y eso lleva su tiempo. E implica aplicar políticas públicas desde los municipios, gobernaciones y del sistema académico, que tendrá que intervenir en eso. En ese marco, Jaina pretende ser un pequeño motivador para que estas cosas que el Estado, las gobernaciones y municipios han empezado a hacer, puedan profundizarse en términos en la concreción de resultados.
EP: En Tarija en los últimos años los campesinos modificaron las prácticas de cultivos frente al cambio climático ¿Qué se recomienda para fortalecer la producción y al mismo tiempo preservar las áreas de cultivos?
GV: Hemos dialogado con gente del Concejo Municipal de Tarija, y hay gente que está muy preocupada, ya que Tarija se caracterizaba por ser una ciudad, y aún sigue siendo, que comparte áreas de cultivos. En la casa o alrededores de la ciudad todavía existen huertos y parcelas de cultivo, ése es un tema en el que el Municipio debe tomar las previsiones para que la ciudad conviva y mantenga sus áreas verdes.
En Cochabamba hace unos 30 a 40 años, cuando se viajaba desde la ciudad hasta Quillacollo, en el camino se podía ver vacas, patos, ovejas, gallinas en medio de las casas y parcelas de cultivo, ahora lo único que se ve es una selva de casas y cemento. Eso es justamente pelearse con la madre naturaleza.
Debemos generar un pensamiento de cuidar a la madre tierra, por ejemplo en Brasil crearon la ciudad de Brasilia, la gente diseñó grupos de casas y espacios verdes, donde se produce y hay árboles. Ese modelo tendrían que tener las ciudades.
Todo esto no solo es responsabilidad del Municipio, sino de la gente; para por un lado fortalecer las formas de habitabilidad que tenía el tarijeño tradicional y por otro lado, tomar las previsiones buscando que el crecimiento urbano vaya tomando en cuenta el respeto a la naturaleza con áreas verdes, que pueden ser áreas de cultivo, huertas, e incluso crear en cada casa pequeños huertos como la producción de compost.
Todo eso implica la aplicación de políticas públicas por una parte, que estimulen la aplicación de recreación de la biodiversidad y por otro lado, espacios de educación en las escuelas para que nuestros niños, vayan adquiriendo una conciencia.
“Entonces estamos coordinando las formas de cómo poder priorizar algunas líneas de acción sobre el fortalecimiento de la agrobiodiversidad y en consecuencia garantizar la producción de alimentos para la seguridad y soberanía alimentaria”
“Bolivia en relación a otros países, en los eventos internacionales que se han hecho, sobre la madre tierra, el cambio climático, creemos que es uno de los que más ha avanzado en términos de ir generando política pública, el asunto ahora es cómo eso lo vamos concretando en la propia realidad”
El PERFIL
Nombre
Gonzalo Vargas
Profesión
Antropólogo
Actividad
Proyecto de Estrategias de Amortiguamiento del Cambio Climático
Fue docente de la Universidad Católica Boliviana (UCB), Regional Cochabamba, con experiencia en Educación, Etnodesarrollo y Periodismo. Trabajó en municipios rurales y con pueblos indígena originario campesinos. Fue Viceministro de Autonomías Indígena Originario Campesinas y Organización Territorial.
Tiene varias publicaciones, entre ellas: “Los Desafíos del Estado Plurinacional Boliviano” (2011); “El Ordenamiento Territorial, un Espacio de Tensión entre la Sociedad Andina y el Estado Nacional” (2012); “El Desarrollo de la Democracia Intercultural en el Estado Plurinacional Boliviano” (2013); entre otras.