Empezar a ser vegano
Camilo Andrade Nutricionista El principal objetivo llegar a tener una dieta 100% vegetal en la que no haya ni carne ni productos de procedencia animal entre los que se incluyen los huevos y los lácteos. Para ello necesitaremos ir eliminando unos y añadiendo otros. Esto no sólo implica un...
Camilo Andrade Nutricionista
El principal objetivo llegar a tener una dieta 100% vegetal en la que no haya ni carne ni productos de procedencia animal entre los que se incluyen los huevos y los lácteos. Para ello necesitaremos ir eliminando unos y añadiendo otros. Esto no sólo implica un cambio de forma, sino también de consistencia, de sabores y de recetas. Además de la carne, el veganismo elimina pescados, huevos y lácteos.
A tomar en cuenta
Este tipo de alimentos están tan arraigados en nuestra alimentación que eliminarlos de golpe puede costar. Quizá suprimir la carne sea más fácil si uno de los motivos por los que decidimos ser veganos es que no nos gusta mucho su sabor o porque nuestra conciencia lo identifica antes como un ser vivo. Sin embargo, eliminar los huevos y los lácteos es uno de los pasos más complicados ya que no solemos relacionarlo tan fácilmente a los animales, pero proceden de ellos.
Algunos recomiendan mantener estos alimentos cuando empezamos una dieta vegana y quitarlos más adelante. Sin embargo, con este paso corremos el riesgo de que cada vez sea más difícil dejar de comerlos porque nos acostumbramos a combinarlos con la ausencia de carne y pescado. Por eso, a la hora de ser vegano lo mejor es apostar por la periodicidad en lugar de la selección de alimentos, es decir, ir reduciendo las veces a la semana que comemos estos alimentos prohibidos en el veganismo y eliminarlos poco a poco pero todos a la vez.
La transición
de una dieta normal a una dieta vegana no es fácil
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El principal objetivo llegar a tener una dieta 100% vegetal en la que no haya ni carne ni productos de procedencia animal entre los que se incluyen los huevos y los lácteos. Para ello necesitaremos ir eliminando unos y añadiendo otros. Esto no sólo implica un cambio de forma, sino también de consistencia, de sabores y de recetas. Además de la carne, el veganismo elimina pescados, huevos y lácteos.
A tomar en cuenta
Este tipo de alimentos están tan arraigados en nuestra alimentación que eliminarlos de golpe puede costar. Quizá suprimir la carne sea más fácil si uno de los motivos por los que decidimos ser veganos es que no nos gusta mucho su sabor o porque nuestra conciencia lo identifica antes como un ser vivo. Sin embargo, eliminar los huevos y los lácteos es uno de los pasos más complicados ya que no solemos relacionarlo tan fácilmente a los animales, pero proceden de ellos.
Algunos recomiendan mantener estos alimentos cuando empezamos una dieta vegana y quitarlos más adelante. Sin embargo, con este paso corremos el riesgo de que cada vez sea más difícil dejar de comerlos porque nos acostumbramos a combinarlos con la ausencia de carne y pescado. Por eso, a la hora de ser vegano lo mejor es apostar por la periodicidad en lugar de la selección de alimentos, es decir, ir reduciendo las veces a la semana que comemos estos alimentos prohibidos en el veganismo y eliminarlos poco a poco pero todos a la vez.
La transición
de una dieta normal a una dieta vegana no es fácil
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