El déficit de atención
Elías Vidaurre Médico El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es una disfunción de origen neurobiológico que conlleva una inmadurez en los sistemas que regulan el nivel de movimiento, la impulsividad y la atención. Puede presentarse con hiperactividad o sin ella,...
Elías Vidaurre Médico
El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es una disfunción de origen neurobiológico que conlleva una inmadurez en los sistemas que regulan el nivel de movimiento, la impulsividad y la atención. Puede presentarse con hiperactividad o sin ella, y para que se considere TDAH los síntomas tienen que aparecer antes de los 12 años. Si no aparecen antes, no se puede hacer un diagnóstico ya que no hay TDAH que comience en la edad adulta.
Conociendo más
Esta patología afecta sobre todo a los niños y es más frecuente en varones. Sin embargo, aproximadamente entre el 60 y el 80 por ciento de los adultos mayores de 18 años que han tenido antes TDAH tienen persistencia de los síntomas. Es decir, casi tres cuartas partes siguen refiriendo que tienen síntomas y que éstos interfieren en sus estudios, en su profesión, etc.
La causa principal del TDAH es la herencia. Aproximadamente el 75 por ciento de los casos con este trastorno tiene causas de origen genético. No obstante, determinar este origen es complicado ya que la patología no la causa un solo gen y además estos genes interactúan entre ellos. Hay muchos implicados, principalmente los sistemas que regulan la dopamina, la adrenalina, la serotonina, etc. Es una herencia poligénica y compleja porque también interactúan entre ellos, etc.
Los niños con TDAH son muy inquietos impulsivos y tienen problemas para prestar atención y concentrarse. A pesar de intentarlo, son incapaces de escuchar correctamente, de organizar sus tareas, de seguir instrucciones complejas, de trabajar o jugar en equipo. El actuar sin pensar (la conducta impulsiva) provoca problemas con padres, amigos y profesores. Suelen ser niños inquietos, siempre en movimiento, incapaces de permanecer sentados mucho tiempo o con una constante inquietud (que se ve en tamborileo de dedos o en el movimiento constante de los pies o las piernas).
El tratamiento principal, y que ha mostrado desde hace décadas su efectividad, es la terapia farmacológica ya que permite corregir la disfunción cerebral durante las horas que hace efecto.
Los síntomas más claros son la falta de interés en el estudio y el bajo aprendizaje
En algunos casos el TDAH se complica con ansiedad, o trastornos de conducta
Es importante que los padres y los profesores sepan en qué consiste el trastorno
[gallery type="slideshow" size="full" ids="33888"]
El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es una disfunción de origen neurobiológico que conlleva una inmadurez en los sistemas que regulan el nivel de movimiento, la impulsividad y la atención. Puede presentarse con hiperactividad o sin ella, y para que se considere TDAH los síntomas tienen que aparecer antes de los 12 años. Si no aparecen antes, no se puede hacer un diagnóstico ya que no hay TDAH que comience en la edad adulta.
Conociendo más
Esta patología afecta sobre todo a los niños y es más frecuente en varones. Sin embargo, aproximadamente entre el 60 y el 80 por ciento de los adultos mayores de 18 años que han tenido antes TDAH tienen persistencia de los síntomas. Es decir, casi tres cuartas partes siguen refiriendo que tienen síntomas y que éstos interfieren en sus estudios, en su profesión, etc.
La causa principal del TDAH es la herencia. Aproximadamente el 75 por ciento de los casos con este trastorno tiene causas de origen genético. No obstante, determinar este origen es complicado ya que la patología no la causa un solo gen y además estos genes interactúan entre ellos. Hay muchos implicados, principalmente los sistemas que regulan la dopamina, la adrenalina, la serotonina, etc. Es una herencia poligénica y compleja porque también interactúan entre ellos, etc.
Los niños con TDAH son muy inquietos impulsivos y tienen problemas para prestar atención y concentrarse. A pesar de intentarlo, son incapaces de escuchar correctamente, de organizar sus tareas, de seguir instrucciones complejas, de trabajar o jugar en equipo. El actuar sin pensar (la conducta impulsiva) provoca problemas con padres, amigos y profesores. Suelen ser niños inquietos, siempre en movimiento, incapaces de permanecer sentados mucho tiempo o con una constante inquietud (que se ve en tamborileo de dedos o en el movimiento constante de los pies o las piernas).
El tratamiento principal, y que ha mostrado desde hace décadas su efectividad, es la terapia farmacológica ya que permite corregir la disfunción cerebral durante las horas que hace efecto.
Los síntomas más claros son la falta de interés en el estudio y el bajo aprendizaje
En algunos casos el TDAH se complica con ansiedad, o trastornos de conducta
Es importante que los padres y los profesores sepan en qué consiste el trastorno
[gallery type="slideshow" size="full" ids="33888"]