El comercio y la “creatividad” en medio de las protestas
Durante los últimos días Bolivia atraviesa tiempos difíciles a raíz de la coyuntura política, esto derivó en protestas, paros cívicos y movilizaciones. En Tarija se vive esto con distintos puntos de bloqueo tanto en el centro de la ciudad como en las zonas más alejadas. A raíz de esta...
Durante los últimos días Bolivia atraviesa tiempos difíciles a raíz de la coyuntura política, esto derivó en protestas, paros cívicos y movilizaciones. En Tarija se vive esto con distintos puntos de bloqueo tanto en el centro de la ciudad como en las zonas más alejadas.
A raíz de esta situación, la economía en diferentes sectores comerciales y productivos, se vio afectada, sobre todo por no desarrollar sus actividades en los horarios que normalmente acostumbran.
Los pequeños emprendimientos afiliados a la Federación Departamental de Micro y Pequeñas Empresas (Fedemype), expresaron su preocupación por los bajos ingresos que tuvieron en los últimos días, los gremiales también expresaron su preocupación en torno a las bajas ventas, causa de la poca afluencia de las personas.
Sin embargo, uno de los sectores que no fue afectado prácticamente en nada, lo componen los establecimientos que expenden una diversidad de alimentos para la población, desde hamburgueserías hasta los locales que comercializan pescado en la avenida Delio Echazú del barrio Juan XXIII.
Algunas arterias de la ciudad son conocidas por contar con “un patio de comidas”, tales como la mencionada avenida, otra similar es la del barrio Senac o la avenida Font del barrio Juan XXIII, etc.
El “buen apetito” está en la cultura tarijeña dice uno de los propietarios de los establecimientos que vende una variedad de preparaciones a base de pollo y que está ubicado en la avenida Font. Según asegura el entrevistado, éste es uno de los principales motivos por los cuales este sector comercial, no notó grandes pérdidas económicas en los últimos días.
El cliente “siempre tiene hambre”, mencionó, recalcando que en los últimos días lo más difícil, es obtener los productos que requieren para preparar el amplio menú que ofrecen al ciudadano.
“Hay que levantarse a las cuatro de la madrugada para ir hasta el mercado y traer las cosas que necesitamos para cocinar, eso es lo más difícil, porque si nos atrasamos, nos topamos con bloqueos a la vuelta y ahí ya es más complicado pasar con los insumos”, dijo.
A diario, se observa gran clientela en el “patio de comidas de la Font”, un espacio que cuenta con al menos 15 establecimientos de comida, en su mayoría, chatarra.
Con paro cívico o no, los locales siempre están con clientes, unos días más otros menos, pero de forma general, siempre hay gente.
El arte de la “creatividad”
Más aún, varios expresaron su preocupación por el “día a día”, una práctica que se basa en ganar lo justo y necesario económicamente, para los gastos de cada día y no así contando con un monto salarial fijo.
Frente a esto, algunos comerciantes se dieron formas de comercializar sus productos de manera “creativa”, un vendedor de helados, pasea por diferentes sectores de la ciudad, ofreciendo “helados sin fraude”, mientras que otra integrante de la Federación Departamental de Gremiales en Tarija, optó por cambiar de rubro solo por estos días.
“Vendo artículos para el hogar en la zona del Mercado Campesino, pero en estos días bajo al centro de la ciudad a vender raspadillos para ganar algo de dinero y llevar el sustento a mi familia”, dice Flor.
Con aproximadamente 43 años de edad, Flor baja hace más de 15 días hasta el centro de la ciudad desde el barrio Los Chapacos para vender sus raspadillos con un carrito que se prestó de una prima, quien le dijo que ese negocio es más lucrativo “en estos tiempos de calor”.
De manera paralela, varios establecimientos comerciales que ofertan servicios y productos, también habilitaron sus ofertas de “entrega a domicilio”, incluso vendedores de productos en el Mercado Campesino ahora llevan lo que el cliente desea hasta las puertas de su hogar.
Doña Enriqueta Ruiz vende banderas y le fue bien, tanto que tuvo que pedir dos veces a La Paz que le envíen más, el día del cabildo llegó a ganar hasta 3.000 bolivianos. Dijo que al principio “salía” más la bandera tarijeña, pero últimamente se vende bien la de Bolivia.
Otro sector que gana alrededor de 300 bolivianos diarios, lo componen las personas particulares, que cuentan con una motocicleta y que en los últimos días vieron la necesidad que posee la gente para transportarse, por lo que decidieron incursionar en este negocio y trasladar a las personas de un sitio a otro con tarifas de entre 5 a 7 bolivianos si se trata del centro de la ciudad y de 15 a 20 bolivianos para las zonas más alejadas.
Movilizaciones de
gremiales
Aunque muchos se dieron formas para obtener recursos y sostenerse económicamente en los últimos días, algunos continúan perjudicados por los bloqueos y las movilizaciones, tal es el caso del sector gremial.
Su ejecutiva en Tarija, Adriana Romero, expresó que durante los primeros días de paro cívico en la región, “tuvieron paciencia” y esperaron a ver si al final del túnel había una solución al pedido del pueblo que expresa su voz.
Pero al no haber una solución a la fecha, se mantienen en emergencia y afirman que el sector en su conjunto, solo obtuvo pérdidas económicas e incluso varias agresiones físicas.
La situación de los gremiales, incluso escaló hasta una acción popular en el Tribunal Departamental de Justicia de Tarija (TDJ), pero tampoco prosperó ya que los jueces en dicha audiencia, rechazaron la acción para que se levante el paro cívico en Tarija.
Apuntes sobre el tema
Para el calor
Un vendedor de helados circula por diferentes sectores de la ciudad, ofreciendo helados sin fraude, con el fin de comercializar sus productos frente a las altas temperaturas que se registran en la región.
Moto Taxis
Las personas que cuentan con una motocicleta para transportarse diariamente, optaron por incursionar en el servicio de transporte de pasajeros analizando la demanda de la población para trasladarse de un lugar a otro.
Carritos de comida
Ya sea para vender un jugo de frutas, un raspadillo, pipocas, entre otros, los carritos se convirtieron en una de las mejores herramientas para trabajar durante los días de paro cívico en Tarija.
A raíz de esta situación, la economía en diferentes sectores comerciales y productivos, se vio afectada, sobre todo por no desarrollar sus actividades en los horarios que normalmente acostumbran.
Los pequeños emprendimientos afiliados a la Federación Departamental de Micro y Pequeñas Empresas (Fedemype), expresaron su preocupación por los bajos ingresos que tuvieron en los últimos días, los gremiales también expresaron su preocupación en torno a las bajas ventas, causa de la poca afluencia de las personas.
Sin embargo, uno de los sectores que no fue afectado prácticamente en nada, lo componen los establecimientos que expenden una diversidad de alimentos para la población, desde hamburgueserías hasta los locales que comercializan pescado en la avenida Delio Echazú del barrio Juan XXIII.
Algunas arterias de la ciudad son conocidas por contar con “un patio de comidas”, tales como la mencionada avenida, otra similar es la del barrio Senac o la avenida Font del barrio Juan XXIII, etc.
El “buen apetito” está en la cultura tarijeña dice uno de los propietarios de los establecimientos que vende una variedad de preparaciones a base de pollo y que está ubicado en la avenida Font. Según asegura el entrevistado, éste es uno de los principales motivos por los cuales este sector comercial, no notó grandes pérdidas económicas en los últimos días.
El cliente “siempre tiene hambre”, mencionó, recalcando que en los últimos días lo más difícil, es obtener los productos que requieren para preparar el amplio menú que ofrecen al ciudadano.
“Hay que levantarse a las cuatro de la madrugada para ir hasta el mercado y traer las cosas que necesitamos para cocinar, eso es lo más difícil, porque si nos atrasamos, nos topamos con bloqueos a la vuelta y ahí ya es más complicado pasar con los insumos”, dijo.
A diario, se observa gran clientela en el “patio de comidas de la Font”, un espacio que cuenta con al menos 15 establecimientos de comida, en su mayoría, chatarra.
Con paro cívico o no, los locales siempre están con clientes, unos días más otros menos, pero de forma general, siempre hay gente.
El arte de la “creatividad”
Más aún, varios expresaron su preocupación por el “día a día”, una práctica que se basa en ganar lo justo y necesario económicamente, para los gastos de cada día y no así contando con un monto salarial fijo.
Frente a esto, algunos comerciantes se dieron formas de comercializar sus productos de manera “creativa”, un vendedor de helados, pasea por diferentes sectores de la ciudad, ofreciendo “helados sin fraude”, mientras que otra integrante de la Federación Departamental de Gremiales en Tarija, optó por cambiar de rubro solo por estos días.
“Vendo artículos para el hogar en la zona del Mercado Campesino, pero en estos días bajo al centro de la ciudad a vender raspadillos para ganar algo de dinero y llevar el sustento a mi familia”, dice Flor.
Con aproximadamente 43 años de edad, Flor baja hace más de 15 días hasta el centro de la ciudad desde el barrio Los Chapacos para vender sus raspadillos con un carrito que se prestó de una prima, quien le dijo que ese negocio es más lucrativo “en estos tiempos de calor”.
De manera paralela, varios establecimientos comerciales que ofertan servicios y productos, también habilitaron sus ofertas de “entrega a domicilio”, incluso vendedores de productos en el Mercado Campesino ahora llevan lo que el cliente desea hasta las puertas de su hogar.
Doña Enriqueta Ruiz vende banderas y le fue bien, tanto que tuvo que pedir dos veces a La Paz que le envíen más, el día del cabildo llegó a ganar hasta 3.000 bolivianos. Dijo que al principio “salía” más la bandera tarijeña, pero últimamente se vende bien la de Bolivia.
Otro sector que gana alrededor de 300 bolivianos diarios, lo componen las personas particulares, que cuentan con una motocicleta y que en los últimos días vieron la necesidad que posee la gente para transportarse, por lo que decidieron incursionar en este negocio y trasladar a las personas de un sitio a otro con tarifas de entre 5 a 7 bolivianos si se trata del centro de la ciudad y de 15 a 20 bolivianos para las zonas más alejadas.
Movilizaciones de
gremiales
Aunque muchos se dieron formas para obtener recursos y sostenerse económicamente en los últimos días, algunos continúan perjudicados por los bloqueos y las movilizaciones, tal es el caso del sector gremial.
Su ejecutiva en Tarija, Adriana Romero, expresó que durante los primeros días de paro cívico en la región, “tuvieron paciencia” y esperaron a ver si al final del túnel había una solución al pedido del pueblo que expresa su voz.
Pero al no haber una solución a la fecha, se mantienen en emergencia y afirman que el sector en su conjunto, solo obtuvo pérdidas económicas e incluso varias agresiones físicas.
La situación de los gremiales, incluso escaló hasta una acción popular en el Tribunal Departamental de Justicia de Tarija (TDJ), pero tampoco prosperó ya que los jueces en dicha audiencia, rechazaron la acción para que se levante el paro cívico en Tarija.
Apuntes sobre el tema
Para el calor
Un vendedor de helados circula por diferentes sectores de la ciudad, ofreciendo helados sin fraude, con el fin de comercializar sus productos frente a las altas temperaturas que se registran en la región.
Moto Taxis
Las personas que cuentan con una motocicleta para transportarse diariamente, optaron por incursionar en el servicio de transporte de pasajeros analizando la demanda de la población para trasladarse de un lugar a otro.
Carritos de comida
Ya sea para vender un jugo de frutas, un raspadillo, pipocas, entre otros, los carritos se convirtieron en una de las mejores herramientas para trabajar durante los días de paro cívico en Tarija.