El cocinero Guereca ganó el certamen nacional de cueca
El ingeniero agrónomo, escritor, músico, cocinero e historiador gastronómico, Pedro Augusto Guereca Maldonado, ocupo el primer lugar en el II Concurso de Composición de Cueca Chapaca Pío Hipólito “Zenka” Martínez Echart con su obra dedicada a Nilo Soruco. Ganadores El certamen,...
El ingeniero agrónomo, escritor, músico, cocinero e historiador gastronómico, Pedro Augusto Guereca Maldonado, ocupo el primer lugar en el II Concurso de Composición de Cueca Chapaca Pío Hipólito “Zenka” Martínez Echart con su obra dedicada a Nilo Soruco.
Ganadores
El certamen, creado en 2018, nació con el objetivo de preservar la cultura regional e incrementar el repertorio musical del valle central de Tarija, en esta oportunidad el compositor destacado fue Guereca, nacido en Tupiza, Potosí, y que utilizó el seudónimo “Criollo Urbano”, informó el director de Cultura del Gobierno Municipal, Gustavo Ruiz.
El segundo lugar lo ocupó el tarijeño, Walter Roque Hoyos Montecinos, bajo el seudónimo “Colibrí” y su composición se llamó “Colibrí”, en tercera posición quedó Osvaldo Castillo de los Ríos, que utilizó el seudónimo “Diño” y su obra la denominó “Amor de ayer”; mientras que en la categoría Cueca Simple el premio se llevó Roberto Carlos Velasco Ovando con el seudónimo “Transistor” y su tema se llamó “Pal año cabal”.
Ruiz contó que en el evento del año pasado se presentaron 62 trabajos, de los cuales los ganadores fueron: en primer lugar Willy Claure, segundo Walter Roque Hoyos y en tercer lugar Ernesto “Sapito” Mealla. Las 10 mejores obras debían ser grabadas en un disco para su difusión por el Fondo Editorial del Concejo Municipal, pero a la fecha aún no se lo hizo.
Entretanto, Guereca luego de haber vivido varios años en Europa, actualmente reside en Cochabamba y se dedica a cultivar sus pasiones: la música, escritura y cocina. Las últimas décadas ha publicado artículos referentes a la revalorización de la gastronomía tradicional boliviana.
“Llajua y bechamel” fue su última novela y en ella revaloriza la cocina boliviana entrelazada con una historia de un chef italiano y una cocinera de un mercado popular.
Su trabajo más reciente fue “Crónica de un falso conejo adulterado”, ganador del Premio Eduardo Abaroa en la categoría ensayo y crónica. Tomó como referencia el falso conejo en representación de la gastronomía nacional y a la vez critica la pérdida del sabor original por la inclusión de un ingrediente llamado glutamato monosódico, más conocido popularmente como “ajinomoto”.
Ganadores
El certamen, creado en 2018, nació con el objetivo de preservar la cultura regional e incrementar el repertorio musical del valle central de Tarija, en esta oportunidad el compositor destacado fue Guereca, nacido en Tupiza, Potosí, y que utilizó el seudónimo “Criollo Urbano”, informó el director de Cultura del Gobierno Municipal, Gustavo Ruiz.
El segundo lugar lo ocupó el tarijeño, Walter Roque Hoyos Montecinos, bajo el seudónimo “Colibrí” y su composición se llamó “Colibrí”, en tercera posición quedó Osvaldo Castillo de los Ríos, que utilizó el seudónimo “Diño” y su obra la denominó “Amor de ayer”; mientras que en la categoría Cueca Simple el premio se llevó Roberto Carlos Velasco Ovando con el seudónimo “Transistor” y su tema se llamó “Pal año cabal”.
Ruiz contó que en el evento del año pasado se presentaron 62 trabajos, de los cuales los ganadores fueron: en primer lugar Willy Claure, segundo Walter Roque Hoyos y en tercer lugar Ernesto “Sapito” Mealla. Las 10 mejores obras debían ser grabadas en un disco para su difusión por el Fondo Editorial del Concejo Municipal, pero a la fecha aún no se lo hizo.
Entretanto, Guereca luego de haber vivido varios años en Europa, actualmente reside en Cochabamba y se dedica a cultivar sus pasiones: la música, escritura y cocina. Las últimas décadas ha publicado artículos referentes a la revalorización de la gastronomía tradicional boliviana.
“Llajua y bechamel” fue su última novela y en ella revaloriza la cocina boliviana entrelazada con una historia de un chef italiano y una cocinera de un mercado popular.
Su trabajo más reciente fue “Crónica de un falso conejo adulterado”, ganador del Premio Eduardo Abaroa en la categoría ensayo y crónica. Tomó como referencia el falso conejo en representación de la gastronomía nacional y a la vez critica la pérdida del sabor original por la inclusión de un ingrediente llamado glutamato monosódico, más conocido popularmente como “ajinomoto”.