El barbijo, la elección y su mal uso en Tarija
La mascarilla o barbijo como se lo conoce en Tarija se utilizaba únicamente en los hospitales o en casos muy especiales. Sin embargo, hoy su uso debido a la pandemia de Covid-19 se ha masificado e incluso ayer mediante decreto departamental 35 la Gobernación ha establecido su uso obligatorio en...
La mascarilla o barbijo como se lo conoce en Tarija se utilizaba únicamente en los hospitales o en casos muy especiales. Sin embargo, hoy su uso debido a la pandemia de Covid-19 se ha masificado e incluso ayer mediante decreto departamental 35 la Gobernación ha establecido su uso obligatorio en lugares públicos.
Más aún, en nuestras calles, vemos el uso de barbijos de todo tipo, desde los fabricados con tela, papel e incluso de lana. A la vez observamos que muchas personas hacen mal uso de éste, poniéndoselo en el cuello o en el bolsillo cuando no se lo utiliza. En este sentido, munidos de datos comprobados, buscamos despejar las dudas sobre su buen uso.
Empezaremos apuntando que aunque en las primeras fases de la pandemia solo se recomendaba usarlos a quienes tenían síntomas de COVID-19 o atendían a personas contagiadas, el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) aprobó el uso de un tipo de mascarilla higiénica reutilizable a toda la población en entornos públicos, eso sí, “como medida complementaria al distanciamiento físico, higiene meticulosa de las manos y evitar tocarse cara, nariz, ojos y boca”.
Ahora bien, de elegir los más adecuados y hacer un correcto uso de ellos depende que realmente sean eficaces. Tras consultar la revista de salud Consumer Eroski y resoluciones de organismos internacionales de salud, nos permitimos aclarar varias dudas.
[caption id="attachment_550108" align="alignnone" width="1366"] Oferta de variedad de barbijos en redes sociales de Tarija[/caption]
¿Los barbijos para quiénes?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) no se mostraba partidaria del uso generalizado de mascarillas entre la población sana, ya que argumentaba que se podía crear “un falso sentido de seguridad” y evitar la práctica de las medidas que han demostrado ser más efectivas contra la pandemia, como el frecuente lavado de manos con jabón o una solución hidroalcohólica y el distanciamiento físico.
Es por este motivo que este organismo recomendó el uso de barbijos para los profesionales sanitarios, los pacientes infectados con el nuevo coronavirus, todos los que estén en contacto estrecho con un paciente con COVID-19 o aquellas personas sanas que presenten tos o estornudos.
Más aún, hoy su uso en Tarija y países como Argentina se ha convertido en una norma. La médica Patricia Molina afirma que poco a poco ha notado en Tarija el reabastecimiento de esta herramienta, más aún apunta también que aunque la mayoría de la población lo utiliza muy pocos saben hacerlo. “He visto que se lo sacan como sea, se lo guardan al bolsillo, usan un solo barbijo por días o lo tienen en el cuello sin ningún cuidado”, detalla.
¿Bebés y niños también pueden usarlo?
En Bolivia se ha establecido que los niños no deben salir de casa en esta cuarentena, pero no faltan quienes deben ser trasladados a emergencias por algún tema médico, y es en ese momento en el que surge la duda ¿Pueden usar barbijo?
De acuerdo con Molina y los expertos en pediatría, los menores de un año no deben usar mascarilla, puesto que corren riesgo de asfixia; además “por la dificultad para mantener la mascarilla correctamente colocada sobre la nariz y boca”.
Aunque, de acuerdo a Consumer Eroski, “si es que es preciso llevarles al centro de salud, los pacientes pediátricos mayores de un año con síntomas de infección respiratoria aguda deben usar una mascarilla quirúrgica, si es posible”.
En caso de que los pequeños no toleren llevar barbijo, los adultos que los supervisen deberán reforzar medidas de prevención como el lavado de manos y la distancia social. En Tarija, a comparación de otros países, poco se ha visto a niños usar barbijos, debido a la reducción de su presencia en las calles, aunque se ha constatado la oferta de barbijos infantiles por redes sociales.
Los tipos de barbijos
Existen tres tipos de mascarillas o barbijos industriales en base a su capacidad para filtrar el aire inspirado o espirado, y por tanto, a su capacidad para proteger al usuario y al resto de la población del contagio en caso de una infección de transmisión aérea.
1. Las llamadas mascarillas quirúrgicas (las de papel) “ejercen de barrera para evitar la emisión de gotículas respiratorias al estornudar o toser; pueden prevenir la transmisión del agente infeccioso desde una persona infectada a otras sanas, pero su eficacia a la hora de prevenir el contagio al usuario de la misma parece más limitada, con una menor evidencia científica al respecto”.
2. Un segundo tipo de mascarillas son las filtrantes o autofiltrantes. “Contienen un filtro de micropartículas, gracias al cual pueden proteger al usuario de la mascarilla frente a la inhalación de contaminantes ambientales —en partículas o aerosoles— tales como agentes patógenos, agentes químicos, antibióticos, etc.”. Estas mascarillas autofiltrantes pueden tener o no una válvula de exhalación para reducir la humedad y el calor dentro de la mascarilla, proporcionando mayor comodidad al usuario. Ahora bien, “si cuentan con válvula no deberían utilizarse en el caso de pacientes con COVID-19, ya que podrían transmitir el virus a través de la válvula, salvo en el caso de que esta estuviera protegida o diseñada para evitar dicha transmisión hacia el exterior”.
3. El tercer tipo de mascarillas son las higiénicas o de barrera. El objetivo de su empleo en esta pandemia es intentar reducir el riesgo de transmisión del virus desde la boca y la nariz del usuario no enfermo o asintomático, como medida complementaria con otras medidas preventivas aprobadas por las autoridades sanitarias. No obstante, tal y como el Centro Europeo de Control de Enfermedades ha indicado, no hay datos que permitan establecer su eficacia para prevenir la transmisión de la COVID-19.
En Tarija de acuerdo a Molina se aprecia el uso masivo de las mascarillas quirúrgicas, aunque en los últimos días se ha visto también el uso de mascarillas caseras.
Las mascarillas caseras
Las mascarillas higiénicas caseras pueden estar fabricadas de muy diferentes materiales y los ensayos e investigación clínica sobre su eficacia son limitados. “La evidencia disponible muestra que las de tela protegerían menos que las mascarillas quirúrgicas e incluso podrían aumentar el riesgo de infección debido a la humedad, la difusión de líquidos y la retención del virus”, “no se consideran protección frente a virus respiratorios y, en el ámbito laboral, no se debería promover su utilización”.
El uso seguro
La Organización Mundial de la Salud nos recomienda que, antes de ponernos la mascarilla, nos lavemos las manos con un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón. Después, debemos cubrirnos la boca y la nariz con ella, sujetándola por las gomas, asegurándonos de que no quede espacio entre la cara y la máscara. Mientras la llevemos puesta, no debemos tocarla; si lo hacemos, es recomendable volver a lavarnos las manos con los productos antes mencionados.
Para quitarse la mascarilla se recomienda retirarla por detrás, sin tocar la parte delantera; en caso de no ser reutilizable, hay que desecharla inmediatamente en un recipiente cerrado; después, hay que lavarse las manos con un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón.
Tanto las mascarillas quirúrgicas como las filtrantes, se consideran no reutilizables. Si se trata de mascarillas quirúrgicas, las recomendaciones de los fabricantes aconsejan no exceder 6 horas de uso. Para las autofiltrantes, ese periodo de tiempo puede llegar a 12 horas. En el caso de las mascarillas higiénicas reutilizables, tendrán que seguir la normativa vigente, según la cual deberá poder aguantar, al menos, cinco ciclos de lavado y secado manteniendo sus prestaciones. Y una advertencia: la posible reutilización de las mascarillas siempre tiene que ser realizada por la misma persona.
Más aún, en nuestras calles, vemos el uso de barbijos de todo tipo, desde los fabricados con tela, papel e incluso de lana. A la vez observamos que muchas personas hacen mal uso de éste, poniéndoselo en el cuello o en el bolsillo cuando no se lo utiliza. En este sentido, munidos de datos comprobados, buscamos despejar las dudas sobre su buen uso.
Empezaremos apuntando que aunque en las primeras fases de la pandemia solo se recomendaba usarlos a quienes tenían síntomas de COVID-19 o atendían a personas contagiadas, el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) aprobó el uso de un tipo de mascarilla higiénica reutilizable a toda la población en entornos públicos, eso sí, “como medida complementaria al distanciamiento físico, higiene meticulosa de las manos y evitar tocarse cara, nariz, ojos y boca”.
Ahora bien, de elegir los más adecuados y hacer un correcto uso de ellos depende que realmente sean eficaces. Tras consultar la revista de salud Consumer Eroski y resoluciones de organismos internacionales de salud, nos permitimos aclarar varias dudas.
[caption id="attachment_550108" align="alignnone" width="1366"] Oferta de variedad de barbijos en redes sociales de Tarija[/caption]
¿Los barbijos para quiénes?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) no se mostraba partidaria del uso generalizado de mascarillas entre la población sana, ya que argumentaba que se podía crear “un falso sentido de seguridad” y evitar la práctica de las medidas que han demostrado ser más efectivas contra la pandemia, como el frecuente lavado de manos con jabón o una solución hidroalcohólica y el distanciamiento físico.
Es por este motivo que este organismo recomendó el uso de barbijos para los profesionales sanitarios, los pacientes infectados con el nuevo coronavirus, todos los que estén en contacto estrecho con un paciente con COVID-19 o aquellas personas sanas que presenten tos o estornudos.
Más aún, hoy su uso en Tarija y países como Argentina se ha convertido en una norma. La médica Patricia Molina afirma que poco a poco ha notado en Tarija el reabastecimiento de esta herramienta, más aún apunta también que aunque la mayoría de la población lo utiliza muy pocos saben hacerlo. “He visto que se lo sacan como sea, se lo guardan al bolsillo, usan un solo barbijo por días o lo tienen en el cuello sin ningún cuidado”, detalla.
¿Bebés y niños también pueden usarlo?
En Bolivia se ha establecido que los niños no deben salir de casa en esta cuarentena, pero no faltan quienes deben ser trasladados a emergencias por algún tema médico, y es en ese momento en el que surge la duda ¿Pueden usar barbijo?
De acuerdo con Molina y los expertos en pediatría, los menores de un año no deben usar mascarilla, puesto que corren riesgo de asfixia; además “por la dificultad para mantener la mascarilla correctamente colocada sobre la nariz y boca”.
Aunque, de acuerdo a Consumer Eroski, “si es que es preciso llevarles al centro de salud, los pacientes pediátricos mayores de un año con síntomas de infección respiratoria aguda deben usar una mascarilla quirúrgica, si es posible”.
En caso de que los pequeños no toleren llevar barbijo, los adultos que los supervisen deberán reforzar medidas de prevención como el lavado de manos y la distancia social. En Tarija, a comparación de otros países, poco se ha visto a niños usar barbijos, debido a la reducción de su presencia en las calles, aunque se ha constatado la oferta de barbijos infantiles por redes sociales.
Los tipos de barbijos
Existen tres tipos de mascarillas o barbijos industriales en base a su capacidad para filtrar el aire inspirado o espirado, y por tanto, a su capacidad para proteger al usuario y al resto de la población del contagio en caso de una infección de transmisión aérea.
1. Las llamadas mascarillas quirúrgicas (las de papel) “ejercen de barrera para evitar la emisión de gotículas respiratorias al estornudar o toser; pueden prevenir la transmisión del agente infeccioso desde una persona infectada a otras sanas, pero su eficacia a la hora de prevenir el contagio al usuario de la misma parece más limitada, con una menor evidencia científica al respecto”.
2. Un segundo tipo de mascarillas son las filtrantes o autofiltrantes. “Contienen un filtro de micropartículas, gracias al cual pueden proteger al usuario de la mascarilla frente a la inhalación de contaminantes ambientales —en partículas o aerosoles— tales como agentes patógenos, agentes químicos, antibióticos, etc.”. Estas mascarillas autofiltrantes pueden tener o no una válvula de exhalación para reducir la humedad y el calor dentro de la mascarilla, proporcionando mayor comodidad al usuario. Ahora bien, “si cuentan con válvula no deberían utilizarse en el caso de pacientes con COVID-19, ya que podrían transmitir el virus a través de la válvula, salvo en el caso de que esta estuviera protegida o diseñada para evitar dicha transmisión hacia el exterior”.
3. El tercer tipo de mascarillas son las higiénicas o de barrera. El objetivo de su empleo en esta pandemia es intentar reducir el riesgo de transmisión del virus desde la boca y la nariz del usuario no enfermo o asintomático, como medida complementaria con otras medidas preventivas aprobadas por las autoridades sanitarias. No obstante, tal y como el Centro Europeo de Control de Enfermedades ha indicado, no hay datos que permitan establecer su eficacia para prevenir la transmisión de la COVID-19.
En Tarija de acuerdo a Molina se aprecia el uso masivo de las mascarillas quirúrgicas, aunque en los últimos días se ha visto también el uso de mascarillas caseras.
Las mascarillas caseras
Las mascarillas higiénicas caseras pueden estar fabricadas de muy diferentes materiales y los ensayos e investigación clínica sobre su eficacia son limitados. “La evidencia disponible muestra que las de tela protegerían menos que las mascarillas quirúrgicas e incluso podrían aumentar el riesgo de infección debido a la humedad, la difusión de líquidos y la retención del virus”, “no se consideran protección frente a virus respiratorios y, en el ámbito laboral, no se debería promover su utilización”.
El uso seguro
La Organización Mundial de la Salud nos recomienda que, antes de ponernos la mascarilla, nos lavemos las manos con un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón. Después, debemos cubrirnos la boca y la nariz con ella, sujetándola por las gomas, asegurándonos de que no quede espacio entre la cara y la máscara. Mientras la llevemos puesta, no debemos tocarla; si lo hacemos, es recomendable volver a lavarnos las manos con los productos antes mencionados.
Para quitarse la mascarilla se recomienda retirarla por detrás, sin tocar la parte delantera; en caso de no ser reutilizable, hay que desecharla inmediatamente en un recipiente cerrado; después, hay que lavarse las manos con un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón.
Tanto las mascarillas quirúrgicas como las filtrantes, se consideran no reutilizables. Si se trata de mascarillas quirúrgicas, las recomendaciones de los fabricantes aconsejan no exceder 6 horas de uso. Para las autofiltrantes, ese periodo de tiempo puede llegar a 12 horas. En el caso de las mascarillas higiénicas reutilizables, tendrán que seguir la normativa vigente, según la cual deberá poder aguantar, al menos, cinco ciclos de lavado y secado manteniendo sus prestaciones. Y una advertencia: la posible reutilización de las mascarillas siempre tiene que ser realizada por la misma persona.