Ejercicios para gluteos
José Arciénaga Preparador físico Si tu objetivo es conseguir unos glúteos de infarto, sentadillas, lunges y burpees no pueden faltar en tu entrenamiento. Aun así, es normal que te invada un sentimiento de desesperación: demasiadas agujetas para tan pocos resultados. Lo primero que...
José Arciénaga Preparador físico
Si tu objetivo es conseguir unos glúteos de infarto, sentadillas, lunges y burpees no pueden faltar en tu entrenamiento. Aun así, es normal que te invada un sentimiento de desesperación: demasiadas agujetas para tan pocos resultados. Lo primero que debes saber es que los glúteos son una de las zonas más rebeldes del cuerpo, pues, además de ser el músculo más grande del cuerpo, es donde más grasa se acumula, por eso los resultados tardan más en verse que en otras zonas con menos grasa localizada.
A veces, ponemos toda la atención en querer mejorar una zona en concreto y nos olvidarnos del resto de músculos. Los glúteos no son una parte aislada del cuerpo, sino que forman parte de un todo, por eso, para conseguir que estén más fuertes, no debemos olvidarnos de los grupos musculares que les rodean como piernas, espalda o abdomen. Si te fijas, los ejercicios más efectivos para tonificar esta parte -como sentadillas o lunges- implican que se activen los isquiotibiales, los lumbares o el abdomen.
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Por eso, para conseguir unos glúteos firmes y bien tonificados, necesitas tener unas piernas y un tronco fuerte. No por más peso se consiguen mejores resultados, es más, esto puede provocar el efecto contrario. Uno de los errores más comunes al hacer sentadillas es utilizar más peso del que nuestro cuerpo puede aguantar; ya que implicará que no flexiones lo suficiente las rodillas y que, en lugar de que trabajen los glúteos, sean los lumbares quienes se esfuercen -llegando incluso a provocarnos una lesión-.
Si tu objetivo es conseguir unos glúteos de infarto, sentadillas, lunges y burpees no pueden faltar en tu entrenamiento. Aun así, es normal que te invada un sentimiento de desesperación: demasiadas agujetas para tan pocos resultados. Lo primero que debes saber es que los glúteos son una de las zonas más rebeldes del cuerpo, pues, además de ser el músculo más grande del cuerpo, es donde más grasa se acumula, por eso los resultados tardan más en verse que en otras zonas con menos grasa localizada.
A veces, ponemos toda la atención en querer mejorar una zona en concreto y nos olvidarnos del resto de músculos. Los glúteos no son una parte aislada del cuerpo, sino que forman parte de un todo, por eso, para conseguir que estén más fuertes, no debemos olvidarnos de los grupos musculares que les rodean como piernas, espalda o abdomen. Si te fijas, los ejercicios más efectivos para tonificar esta parte -como sentadillas o lunges- implican que se activen los isquiotibiales, los lumbares o el abdomen.
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Por eso, para conseguir unos glúteos firmes y bien tonificados, necesitas tener unas piernas y un tronco fuerte. No por más peso se consiguen mejores resultados, es más, esto puede provocar el efecto contrario. Uno de los errores más comunes al hacer sentadillas es utilizar más peso del que nuestro cuerpo puede aguantar; ya que implicará que no flexiones lo suficiente las rodillas y que, en lugar de que trabajen los glúteos, sean los lumbares quienes se esfuercen -llegando incluso a provocarnos una lesión-.