Cuatro décadas de pasión verdolaga
Habrá quienes digan que Unión Tarija no es Unión Central, pero lo que nadie puede discutir es la hinchada que tiene que por cuatro décadas vivió la pasión del fútbol con este conjunto. Hoy 8 de abril se celebran 40 años de existencia del cuadro verdolaga. Repasamos los momentos clave...
Habrá quienes digan que Unión Tarija no es Unión Central, pero lo que nadie puede discutir es la hinchada que tiene que por cuatro décadas vivió la pasión del fútbol con este conjunto. Hoy 8 de abril se celebran 40 años de existencia del cuadro verdolaga.
Repasamos los momentos clave de la historia de esta institución que tuvo en sus años más gloriosos la experiencia de disputar el fútbol profesional boliviano. Hace 40 años exacto, una jornada de abril en 1980, nació el club Unión Central, justamente el nombre porque se dio en el centro de la ciudad y con un grupo de amigos amantes de este deporte que decidieron darle identidad propia a su equipo con el color verde.
La primera década, sirvió para ingresar en la consideración de los demás, para participar del campeonato local y obtener el respectivo ascenso a la máxima categoría dentro del fútbol tarijeño.
Ya en los 90, pintaba un equipo importante, y poco a poco fue dejando de ser ese club donde jugaban amigos, para ser un elenco que sumaba a grandes talentos tarijeños y de lo mejor del mercado local. Al final de esta década, ya era un equipo semiprofesional, llegó su mejor momento, consiguiendo la clasificación a la Copa Simón Bolívar del año 1998 y conquistando ese torneo obteniendo así el ascenso la Liga del Fútbol Profesional, máxima categoría en el país. Nadie de ese entonces en la ciudad olvidará el día en el que el plantel regresó con la Copa al aeropuerto Oriel Lea Plaza luego de superar en la llave final a Pompeya.
El año 1999 pasó a ser el club de los tarijeños, la “unionmanía” se apoderó de la capital chapaca y se armó un equipo para soñar en grande. Al final de la temporada Tarija vivió su pico máximo en cuanto a logros de un club, Unión Central quedó tercero en el fútbol boliviano y a nada de obtener el pase a la Copa Libertadores, en ese entonces de Bolivia clasificaban solamente dos equipos. Hasta el día de hoy no hubo otro equipo que consiga esa hazaña. Ciclón estuvo en el profesionalismo, Petrolero también e incluso tiene una participación en Copa Sudamericana, pero la Libertadores no.
Al inicio de los 2000 continuó siendo el equipo verdolaga la cara del departamento, pero se terminó el andar en el profesionalismo el 2006, consumó su descenso y con él una profunda crisis económica de la cual no pudo salir, en 2009 fue desafiliado por la FIFA por deudas. Encontró su resurgir en Unión Tarija, un equipo que habían creado los verdolagas en 2005 para dar rodaje a jóvenes talentos dentro de la Asociación Tarijeña de Fútbol.
Del 2010 para adelante, Unión Tarija mantuvo la esencia que dejó Unión Central, los colores, los hinchas, el protagonismo deportivo en el ámbito local, pero no volvió a dar el salto a nivel nacional, lo máximo que disputó fue una Copa Bolivia.
Un párrafo final el superclásico tarijeño, el que protagoniza contra Ciclón, el partido con más color y sonido en las tribunas del fútbol tarijeño. Hace poco le ganó en La Bombonera, fue la última presentación de Unión, que hoy tiene a su familia, la verdolaga, celebrando 40 años de existencia.
Repasamos los momentos clave de la historia de esta institución que tuvo en sus años más gloriosos la experiencia de disputar el fútbol profesional boliviano. Hace 40 años exacto, una jornada de abril en 1980, nació el club Unión Central, justamente el nombre porque se dio en el centro de la ciudad y con un grupo de amigos amantes de este deporte que decidieron darle identidad propia a su equipo con el color verde.
La primera década, sirvió para ingresar en la consideración de los demás, para participar del campeonato local y obtener el respectivo ascenso a la máxima categoría dentro del fútbol tarijeño.
Ya en los 90, pintaba un equipo importante, y poco a poco fue dejando de ser ese club donde jugaban amigos, para ser un elenco que sumaba a grandes talentos tarijeños y de lo mejor del mercado local. Al final de esta década, ya era un equipo semiprofesional, llegó su mejor momento, consiguiendo la clasificación a la Copa Simón Bolívar del año 1998 y conquistando ese torneo obteniendo así el ascenso la Liga del Fútbol Profesional, máxima categoría en el país. Nadie de ese entonces en la ciudad olvidará el día en el que el plantel regresó con la Copa al aeropuerto Oriel Lea Plaza luego de superar en la llave final a Pompeya.
El año 1999 pasó a ser el club de los tarijeños, la “unionmanía” se apoderó de la capital chapaca y se armó un equipo para soñar en grande. Al final de la temporada Tarija vivió su pico máximo en cuanto a logros de un club, Unión Central quedó tercero en el fútbol boliviano y a nada de obtener el pase a la Copa Libertadores, en ese entonces de Bolivia clasificaban solamente dos equipos. Hasta el día de hoy no hubo otro equipo que consiga esa hazaña. Ciclón estuvo en el profesionalismo, Petrolero también e incluso tiene una participación en Copa Sudamericana, pero la Libertadores no.
Al inicio de los 2000 continuó siendo el equipo verdolaga la cara del departamento, pero se terminó el andar en el profesionalismo el 2006, consumó su descenso y con él una profunda crisis económica de la cual no pudo salir, en 2009 fue desafiliado por la FIFA por deudas. Encontró su resurgir en Unión Tarija, un equipo que habían creado los verdolagas en 2005 para dar rodaje a jóvenes talentos dentro de la Asociación Tarijeña de Fútbol.
Del 2010 para adelante, Unión Tarija mantuvo la esencia que dejó Unión Central, los colores, los hinchas, el protagonismo deportivo en el ámbito local, pero no volvió a dar el salto a nivel nacional, lo máximo que disputó fue una Copa Bolivia.
Un párrafo final el superclásico tarijeño, el que protagoniza contra Ciclón, el partido con más color y sonido en las tribunas del fútbol tarijeño. Hace poco le ganó en La Bombonera, fue la última presentación de Unión, que hoy tiene a su familia, la verdolaga, celebrando 40 años de existencia.