Cita histórica para 7,3 millones de bolivianos
Después de una campaña larguísima, con numerosas anécdotas, ataques, momentos críticos y cómicos, el 20 de octubre ha llegado para todos y serán los ciudadanos los que decidan con su voto en manos de quién queda el país a partir del próximo mes de enero. Para ello están citados...
Después de una campaña larguísima, con numerosas anécdotas, ataques, momentos críticos y cómicos, el 20 de octubre ha llegado para todos y serán los ciudadanos los que decidan con su voto en manos de quién queda el país a partir del próximo mes de enero. Para ello están citados 7.315.364 bolivianos en los nueve departamentos y en el exterior.
La campaña ha sido larga “por una decisión estratégica de electoralizar prematuramente el escenario, con tres objetivos: Desplazar y convertir la lucha por el 21F en una lucha electoral. Ello contribuyó, con las primarias de por medio, a legitimar la candidatura oficialista; Quitar del escenario el factor sorpresa, ante nuevos candidatos (contra el oficialismo) y otorgar tiempo para desplegar campañas de desgaste y exigir un mayor presupuesto -advierte el experto en comunicación política y coordinador del grupo de ComPol en Bolivia, Sergio Lea Plaza, quien concluye que - La larga campaña se convirtió en una guerra de trincheras, de desgaste del enemigo, sin grandes ofensivas, propuestas o promesas, sin grandes apariciones ni grandes piezas publicitarias” y cuyo artículo completo se puede leer aquí.
Esta campaña ha sido también la primera en la que se han multiplicado las encuestas electorales, algo poco común en Bolivia, y que sin embargo, desde noviembre de 2016 hasta octubre de 2019 se presentaron 55 encuestas públicas según un trabajo de Amaru Villanueva de la FES (Fundación Ebert Stiftung). Aunque la mayoría ha mantenido una tendencia similar, los expertos también concuerdan que muchas han jugado un rol estratégico en momentos determinados. A ello se suma la particular metodología, ya que han ofrecido resultados sobre totales y no sobre votos válidos, lastrando por tanto su credibilidad.
Por lo general, se reconocen momentos particulares que han dejado efectos precisos: la multiplicación de candidatos de oposición, los problemas para polarizar, el prematuro ataque a Carlos Mesa, la rebelión de Wilson Rodríguez en Bolivia Dice No y finalmente, el incendio de la Chiquitanía y los cabildos, sin embargo, nada de eso parece ser definitorio.
Para los expertos en comunicación política, Ricardo Amado de Estados Unidos y Luciano Galup, de Argentina, temas como el incendio estancaron el crecimiento de los candidatos y sirvió para “unificar criterios en la oposición”, pero para poco más.
“De acuerdo a las encuestas detuvo la tendencia y el crecimiento de los actores en disputa. Detuvo el crecimiento del presidente Morales, al sacarlo de su encuadre y mensaje. Sin embargo, los otros actores no capitalizaron inteligentemente este suceso, sí Morales. Se apagó el incendio e, inexplicablemente, se apagó el tema en la agenda electoral” señala Sergio Lea Plaza.
Otro factor fundamental han sido las redes sociales y el uso que de ellas han hecho los diferentes partidos.
El coordinador del grupo de ComPol manifiesta que el consenso general es que ha sido “una campaña sumamente mediocre en cuanto a la creatividad de los mensajes y piezas publicitarias. Los candidatos que tenían razones muy interesantes para armar piezas, como spots muy creativos, se limitaron a aparecer en spots de forma tradicional. Fue una campaña sin emotividad, sin pasión, sin grandes mensajes”, algo que se ha reflejado en las redes sociales.
Sobre esto, Galup señala que hay cierta limitación de los actores para captar votos en las redes, mientras que Amado cree que no hay que subestimarlas, pues el trabajo está muy sectorializado y se han logrado resultados.
Por lo general, en Bolivia se han usado más para ataques directos, llegando a saturar algunas cuentas, y menos para difundir fake news, uno de los asuntos más críticos en campaña. Por lo general no ha habido noticias falsas relevantes hasta el último momento, donde se ha difundido la bajada de Óscar Ortiz, los pasajes de avión de Carlos Mesa para el 22 de octubre y las cuentas en el IOR de Evo Morales. Todos han sido falsos.
Los datos del padrón
Lo hecho en campaña, hecho está. Las variables están definidas y quedan todavía numerosos datos por analizar, pero el padrón está cerrado.
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En total suma 7.315.364 votantes; de lo que 6.974.363 están en el territorio nacional, mientras que en el exterior suman 341.001. En las elecciones generales de 2014 el total de habilitados sumaron 6.243.138, de los que 5.971.152 fueron habilitados a escala nacional, y 271.986 en el exterior. En ese sentido, el operativo de empadronamiento en el exterior no parece haber dado los mejores resultados.
Por departamentos, La Paz suma 1.910.654 y es el territorio clave una vez más junto a Santa Cruz con 1.863.543 y Cochabamba con 1.325.896. A escala departamental, el padrón electoral cruceño creció en un 21,5%, siendo que en 2014 registró 1.533.638 votantes; este incremento porcentual es mayor que el de La Paz que en 2014 tenía 1.678.769, experimentando un aumento del 13%.
Todos los demás departamentos apenas suman 1.538.493 habilitados: Chuquisaca tiene 370.680; Oruro, 335.777, Potosí, 452.047; Tarija, 377.600; Beni, 265.586 y Pando es el departamento que tiene menos electores con 72.580. Tarija supera ya ampliamente a Oruro y pasa a Chuquisaca, que en 2014 era casi idéntico.
Los pesos electorales resultan determinantes. En 2014, por ejemplo, el MAS logró superar los tres millones de votos, lo que le permitieron sumar más del 60% y su segunda mayoría de dos tercios. Esos tres millones de votos se cosecharon esencialmente en el eje: 1.000.000 en La Paz, y más de 600.000 tanto en Cochabamba como en Santa Cruz, donde fue la fuerza más votada, ya que a una cifra similar llega la suma de los cosechado por UD y PDC.
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La teoría de los “tres tercios” de Santa Cruz también se pondrá a prueba en esta jornada electoral, para saber cómo ha funcionado la estrategia de la polarización.
Tarija y su pelea interna
Tarija es el quinto departamento con más votación, pero lejos de los números del eje. El padrón electoral del departamento de Tarija creció en su conjunto un 16 por ciento, pasando de 323.351 personas habilitadas para votar en las elecciones de 2014 a las 377.600 que están en esas condiciones para votar hoy.
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En el referéndum de 2016, el total de inscritos era de 336.247 habilitados, por lo que había crecido un 3,98% entre octubre de 2014 y febrero de 2016, es decir, en un año y cinco meses. Mientras, en los tres años y medio posteriores ha crecido un 12,2%.
El municipio que más ha crecido entre 2014 y 2019 según el padrón electoral, es San Lorenzo, que en 2014 tenía 14.589 habilitados y ahora suma 18.143.
Después se sitúan los tres municipios con frontera habilitada. Villa Montes con Paraguay y Yacuiba y Bermejo con Argentina. Villa Montes crece en un 19% pasando de 25.985 habilitados a 31.180. Por su parte, Yacuiba crece un 17% pasando de 58.307 personas a 68.279 mientras que Bermejo, que también crece de 24.804 habitantes mayores de edad a 29.067.
Tarija capital también crece un 17,01% y se consolida con 174.789 habilitados frente a los 149.370 que tenía en 2014. La cifra es el resultado de los inscritos, si bien se conoce que muchos residentes retornan a sus municipios para participar de las elecciones.
Por encima del 10% están Entre Ríos, con un crecimiento del 15,6%, alcanzando los 13.447 habilitados; Uriondo, que crece un 13,9% y supera la barrera de los 10.000 habilitados con 772; Padcaya, que crece un 11% y alcanza los 12.663 habilitados luego de haber sido el municipio que más peso perdió en el periodo intercensal de 2001 a 2012. También crece un 10,7% el municipio de Caraparí, a pesar de que en los últimos años ha perdido fuelle como capital petrolera. Los habilitados suman 9.860.
Por otro lado, entre los municipios que menos crecen se encuentran Yunchará, con un 7 por ciento y El Puente, que apenas creció un 3 por ciento desde 2014. Yunchará suma 2.667 habilitados mientras que El Puente llega a los 6.733. Ambos municipios de la zona alta son los de menor desarrollo en el departamento, y además han padecido desastres naturales y otros problemas.
En 2014 el MAS fue el partido más votado en Tarija con un 51 por ciento de los votos. Además, el presidente Evo Morales fue el candidato más votado en todos los municipios. Superó el 51% en todos los municipios menos en San Lorenzo, donde obtuvo un 49,28%, y en Cercado, donde logró el 40,67%, quedando por encima de los candidatos de la oposición, que se dividió entre UD (30,59%) y PDC (26,07%). El municipio donde obtuvo una mayor victoria fue en Yunchará, con un 89% de los votos.
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Esta campaña ha sido también la primera en la que se han multiplicado las encuestas electorales, algo poco común en Bolivia, y que sin embargo, desde noviembre de 2016 hasta octubre de 2019 se presentaron 55 encuestas públicas según un trabajo de Amaru Villanueva de la FES (Fundación Ebert Stiftung). Aunque la mayoría ha mantenido una tendencia similar, los expertos también concuerdan que muchas han jugado un rol estratégico en momentos determinados. A ello se suma la particular metodología, ya que han ofrecido resultados sobre totales y no sobre votos válidos, lastrando por tanto su credibilidad.
Por lo general, se reconocen momentos particulares que han dejado efectos precisos: la multiplicación de candidatos de oposición, los problemas para polarizar, el prematuro ataque a Carlos Mesa, la rebelión de Wilson Rodríguez en Bolivia Dice No y finalmente, el incendio de la Chiquitanía y los cabildos, sin embargo, nada de eso parece ser definitorio.
Para los expertos en comunicación política, Ricardo Amado de Estados Unidos y Luciano Galup, de Argentina, temas como el incendio estancaron el crecimiento de los candidatos y sirvió para “unificar criterios en la oposición”, pero para poco más.
“De acuerdo a las encuestas detuvo la tendencia y el crecimiento de los actores en disputa. Detuvo el crecimiento del presidente Morales, al sacarlo de su encuadre y mensaje. Sin embargo, los otros actores no capitalizaron inteligentemente este suceso, sí Morales. Se apagó el incendio e, inexplicablemente, se apagó el tema en la agenda electoral” señala Sergio Lea Plaza.
Otro factor fundamental han sido las redes sociales y el uso que de ellas han hecho los diferentes partidos.
El coordinador del grupo de ComPol manifiesta que el consenso general es que ha sido “una campaña sumamente mediocre en cuanto a la creatividad de los mensajes y piezas publicitarias. Los candidatos que tenían razones muy interesantes para armar piezas, como spots muy creativos, se limitaron a aparecer en spots de forma tradicional. Fue una campaña sin emotividad, sin pasión, sin grandes mensajes”, algo que se ha reflejado en las redes sociales.
Sobre esto, Galup señala que hay cierta limitación de los actores para captar votos en las redes, mientras que Amado cree que no hay que subestimarlas, pues el trabajo está muy sectorializado y se han logrado resultados.
Por lo general, en Bolivia se han usado más para ataques directos, llegando a saturar algunas cuentas, y menos para difundir fake news, uno de los asuntos más críticos en campaña. Por lo general no ha habido noticias falsas relevantes hasta el último momento, donde se ha difundido la bajada de Óscar Ortiz, los pasajes de avión de Carlos Mesa para el 22 de octubre y las cuentas en el IOR de Evo Morales. Todos han sido falsos.
Los datos del padrón
Lo hecho en campaña, hecho está. Las variables están definidas y quedan todavía numerosos datos por analizar, pero el padrón está cerrado.
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Por departamentos, La Paz suma 1.910.654 y es el territorio clave una vez más junto a Santa Cruz con 1.863.543 y Cochabamba con 1.325.896. A escala departamental, el padrón electoral cruceño creció en un 21,5%, siendo que en 2014 registró 1.533.638 votantes; este incremento porcentual es mayor que el de La Paz que en 2014 tenía 1.678.769, experimentando un aumento del 13%.
Todos los demás departamentos apenas suman 1.538.493 habilitados: Chuquisaca tiene 370.680; Oruro, 335.777, Potosí, 452.047; Tarija, 377.600; Beni, 265.586 y Pando es el departamento que tiene menos electores con 72.580. Tarija supera ya ampliamente a Oruro y pasa a Chuquisaca, que en 2014 era casi idéntico.
Los pesos electorales resultan determinantes. En 2014, por ejemplo, el MAS logró superar los tres millones de votos, lo que le permitieron sumar más del 60% y su segunda mayoría de dos tercios. Esos tres millones de votos se cosecharon esencialmente en el eje: 1.000.000 en La Paz, y más de 600.000 tanto en Cochabamba como en Santa Cruz, donde fue la fuerza más votada, ya que a una cifra similar llega la suma de los cosechado por UD y PDC.
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Tarija y su pelea interna
Tarija es el quinto departamento con más votación, pero lejos de los números del eje. El padrón electoral del departamento de Tarija creció en su conjunto un 16 por ciento, pasando de 323.351 personas habilitadas para votar en las elecciones de 2014 a las 377.600 que están en esas condiciones para votar hoy.
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El municipio que más ha crecido entre 2014 y 2019 según el padrón electoral, es San Lorenzo, que en 2014 tenía 14.589 habilitados y ahora suma 18.143.
Después se sitúan los tres municipios con frontera habilitada. Villa Montes con Paraguay y Yacuiba y Bermejo con Argentina. Villa Montes crece en un 19% pasando de 25.985 habilitados a 31.180. Por su parte, Yacuiba crece un 17% pasando de 58.307 personas a 68.279 mientras que Bermejo, que también crece de 24.804 habitantes mayores de edad a 29.067.
Tarija capital también crece un 17,01% y se consolida con 174.789 habilitados frente a los 149.370 que tenía en 2014. La cifra es el resultado de los inscritos, si bien se conoce que muchos residentes retornan a sus municipios para participar de las elecciones.
Por encima del 10% están Entre Ríos, con un crecimiento del 15,6%, alcanzando los 13.447 habilitados; Uriondo, que crece un 13,9% y supera la barrera de los 10.000 habilitados con 772; Padcaya, que crece un 11% y alcanza los 12.663 habilitados luego de haber sido el municipio que más peso perdió en el periodo intercensal de 2001 a 2012. También crece un 10,7% el municipio de Caraparí, a pesar de que en los últimos años ha perdido fuelle como capital petrolera. Los habilitados suman 9.860.
Por otro lado, entre los municipios que menos crecen se encuentran Yunchará, con un 7 por ciento y El Puente, que apenas creció un 3 por ciento desde 2014. Yunchará suma 2.667 habilitados mientras que El Puente llega a los 6.733. Ambos municipios de la zona alta son los de menor desarrollo en el departamento, y además han padecido desastres naturales y otros problemas.
En 2014 el MAS fue el partido más votado en Tarija con un 51 por ciento de los votos. Además, el presidente Evo Morales fue el candidato más votado en todos los municipios. Superó el 51% en todos los municipios menos en San Lorenzo, donde obtuvo un 49,28%, y en Cercado, donde logró el 40,67%, quedando por encima de los candidatos de la oposición, que se dividió entre UD (30,59%) y PDC (26,07%). El municipio donde obtuvo una mayor victoria fue en Yunchará, con un 89% de los votos.
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