Bacterias en el dinero
Elías Vidaurre Médico Las monedas y billetes que a diario manejamos, con las que pagamos y nos devuelven el cambio han pasado por miles de manos diferentes antes de llegar a nosotros. Manos que pueden estar sucias por infinidad de motivos e incluso haber pasado –antes de llegar a...
Elías Vidaurre Médico
Las monedas y billetes que a diario manejamos, con las que pagamos y nos devuelven el cambio han pasado por miles de manos diferentes antes de llegar a nosotros. Manos que pueden estar sucias por infinidad de motivos e incluso haber pasado –antes de llegar a nosotros- por las manos de alguna persona enferma. De ahí que no sea nada aconsejable el ir toqueteando el dinero que llevamos en los bolsillos y debemos procurar lavarnos las manos después de haberlo tocado.
Conociendo más
Afortunadamente, hoy en día son muchos los comercios que tienen a una persona manejando el dinero diferente a la que sirve la comida o alimentos, aunque todavía hay lugares donde lo realiza el mismo trabajador. Media docena de objetos que tocamos a diario con más bacterias que un inodoro. Pero no solo el dinero en metálico es un foco de bacterias, también lo son los cajeros automáticos a los que acudimos a sacarlo.
Estos aparatos dispensan billetes día y noche, muchos suelen estar a la intemperie y al alcance de cualquier tipo de persona que toca el teclado o la pantalla para introducir la clave y la operación que desea realizar, convirtiéndose en un peligroso cultivo bacteriológico. Media docena de objetos que tocamos a diario con más bacterias que un inodoro.
En los billetes y monedas se encuentran bacterias “potencialmente dañinas para el hombre”, como las ‘Klebsiella’ y las ‘Enterobacter’. Y la amenaza de infección se hace mayor con el aumento en la resistencia de las cepas de bacterias a los antibióticos.
No obstante, para que se produzca una infección se necesita una concentración mínima de microorganismos, y aunque esta concentración es alta en billetes y monedas, con una higiene adecuada de manos lograremos disminuir los patógenos que nos pueden infectar. Solo excepcionalmente, si unimos a la alta contaminación con patógenos un sistema inmunitario debilitado, se producirá infección.
En los billetes y monedas se encuentran bacterias potencialmente dañinas
Se necesita una concentración mínima de microorganismos para enfermarse
Debemos procurar lavarnos las manos después de haberlo tocado
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Las monedas y billetes que a diario manejamos, con las que pagamos y nos devuelven el cambio han pasado por miles de manos diferentes antes de llegar a nosotros. Manos que pueden estar sucias por infinidad de motivos e incluso haber pasado –antes de llegar a nosotros- por las manos de alguna persona enferma. De ahí que no sea nada aconsejable el ir toqueteando el dinero que llevamos en los bolsillos y debemos procurar lavarnos las manos después de haberlo tocado.
Conociendo más
Afortunadamente, hoy en día son muchos los comercios que tienen a una persona manejando el dinero diferente a la que sirve la comida o alimentos, aunque todavía hay lugares donde lo realiza el mismo trabajador. Media docena de objetos que tocamos a diario con más bacterias que un inodoro. Pero no solo el dinero en metálico es un foco de bacterias, también lo son los cajeros automáticos a los que acudimos a sacarlo.
Estos aparatos dispensan billetes día y noche, muchos suelen estar a la intemperie y al alcance de cualquier tipo de persona que toca el teclado o la pantalla para introducir la clave y la operación que desea realizar, convirtiéndose en un peligroso cultivo bacteriológico. Media docena de objetos que tocamos a diario con más bacterias que un inodoro.
En los billetes y monedas se encuentran bacterias “potencialmente dañinas para el hombre”, como las ‘Klebsiella’ y las ‘Enterobacter’. Y la amenaza de infección se hace mayor con el aumento en la resistencia de las cepas de bacterias a los antibióticos.
No obstante, para que se produzca una infección se necesita una concentración mínima de microorganismos, y aunque esta concentración es alta en billetes y monedas, con una higiene adecuada de manos lograremos disminuir los patógenos que nos pueden infectar. Solo excepcionalmente, si unimos a la alta contaminación con patógenos un sistema inmunitario debilitado, se producirá infección.
En los billetes y monedas se encuentran bacterias potencialmente dañinas
Se necesita una concentración mínima de microorganismos para enfermarse
Debemos procurar lavarnos las manos después de haberlo tocado
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