Argentina vuelve a dudar de la capacidad del gas de Bolivia
Avanza el invierno y el contrato de exportación de gas natural con Argentina se mantiene en el equilibrio. El embajador del vecino país en La Paz, Normando Álvarez, no solo señala que no se ha respondido a la oferta que se hizo desde Enarsa de comprar más y más caro en invierno a cambio de...
Avanza el invierno y el contrato de exportación de gas natural con Argentina se mantiene en el equilibrio. El embajador del vecino país en La Paz, Normando Álvarez, no solo señala que no se ha respondido a la oferta que se hizo desde Enarsa de comprar más y más caro en invierno a cambio de comprar menos en verano, sino que además cuestiona que se esté cumpliendo con el actual volumen pactado en contrato. Por su parte, el ministro de Hidrocarburos Luis Alberto Sánchez, le dijo a la Agencia de Noticias Fides (ANF) que “lo que nos nominan, les enviamos”, en referencia a la fórmula de aplicación del acuerdo, por lo cual cada día la argentina Enarsa solicita un volumen determinado para el día siguiente dentro de los márgenes del contrato.
De acuerdo a la adenda al anexo D del contrato de compraventa de 2017, para el periodo de verano, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) debía garantizar a Enarsa un máximo de 20,3 millones de metros cúbicos al día (MMm3/d), pero la estatal argentina podía recibir 16,7 MMm3/d, mientras que para invierno YPFB debía garantizar un volumen de 23,3 MMm3/d y la Argentina estaba obligada a comprar 20,3 MMm3/d.
La última propuesta del entonces ministro argentino de Energía, Juan José Aranguren, era la de reducir los volúmenes contratados en verano y aumentar, con mayores precios, los comprados en invierno. La estrategia tiene que ver con el consumo domiciliario del gas en Argentina, muy estacional, ya que el uso de energéticos para otros componentes industriales los viene resolviendo con otras fuentes propias y el abastecimiento a través de metaneros.
Aranguren fue reemplazado por Javier Iguacel, un funcionario de más bajo perfil que el ex Ceo de Shell y que ya se desempeñaba en Obras Públicas como Director de Viabilidad.
La primera semana de julio, Enarsa alertó que YPFB desde mayo en promedio envió un millón de metros cúbicos día (MMm3/d) de gas menos de lo requerido por el país vecino. Sin embargo, el ministro de Hidrocarburos, Luis Sánchez, salió al paso para decir: “lo que nos nominan, les enviamos”. Pero no precisó a cuánto ascendió la nominación argentina y qué volúmenes diarios de gas natural se envían para el periodo de invierno, considerado el más crítico en demanda energética del vecino país.
“Ustedes saben que el invierno es difícil para los dos países; por un lado Brasil pide más, por otro lado hay consumo interno mayor y en Argentina también no se cumple (con la demanda), pero creemos que no son tan grandes estos desequilibrios”, señaló Álvarez.
La sombra del FMI
En cualquier caso, el Ministro Aranguren acabó siendo cesado en el mes de junio por un agobiado presidente Mauricio Macri, que recurrió al Fondo Monetario Internacional (FMI) para frenar la progresiva destrucción financiera del país y el derrumbe del peso argentino por falta de credibilidad mientras algunos ministros, como Aranguren, sostenían que seguían teniendo su patrimonio en el extranjero como medida de seguridad.
Consultado el embajador Álvarez por ANF sobre cómo está afectando el derrumbe del peso, que bordea las 30 unidades por el dólar y si eso pudiera suponer retrasos en los pagos, Álvarez dijo que “hubo un retraso este mes que creo que ya se complementó estos días, pero no va a haber retrasos”.
ANF cita la versión de YPFB, en la que aclara que el contrato de compra venta de gas natural suscrito con Enarsa es energético; por tanto, el cumplimiento de las obligaciones contractuales es en energía (BTU) y no así en volumen (m3), y que en el presente año, no se han generado multas por fallas de suministro de gas. En la práctica significaría que YPFB remite el gas con licuables que elevan el poder calorífico, es decir, con el etanol y propano que se debería separar en la planta del Gran Chaco.
Las dudas del gas
Los números de producción y de nominaciones para el mercado interno y la exportación son demasiado cercanos, lo que ha generado dudas en diferentes momentos de la relación binacional.
Según los datos de Yacimientos, que en los últimos meses ha retirado información esencial de su página web, se produce alrededor de 60 millones de metros cúbicos al día, 30,5 puede pedir Brasil, 23 Argentina y entre 12 y 15 se consumen en Bolivia, cuyo incremento de nivel de vida se ha convertido también en un mayor uso del combustible para su bienestar. SI todos operaran al máximo no se podría abastecer los contratos. Brasil puede pedir un mínimo de 24 y Argentina 20, lo que dejaría un margen de 16 millones de metros cúbicos para Bolivia.
Proposición difícil de atender en Argentina
El ministro Luis Alberto Sánchez presentó la proposición de Argentina de comprar más gas en invierno y a precios más altos y menos en verano como una buena señal sobre la credibilidad del sector, sin embargo se advierte que no hay posibilidad real de afrontarla, puesto que los márgenes de producción rondan ya los de consumo diario.
Otro problema es que, a meses de que acabe el contrato de exportación con Brasil, no se han desarrollado alternativas para utilizar el gas en industrialización o exportarlo en GNL por Perú, Uruguay u otro mercado. Esta situación deja en debilidad a Bolivia, que requiere el mercado argentino, que a su vez pide rebajar precios.
De acuerdo a la adenda al anexo D del contrato de compraventa de 2017, para el periodo de verano, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) debía garantizar a Enarsa un máximo de 20,3 millones de metros cúbicos al día (MMm3/d), pero la estatal argentina podía recibir 16,7 MMm3/d, mientras que para invierno YPFB debía garantizar un volumen de 23,3 MMm3/d y la Argentina estaba obligada a comprar 20,3 MMm3/d.
La última propuesta del entonces ministro argentino de Energía, Juan José Aranguren, era la de reducir los volúmenes contratados en verano y aumentar, con mayores precios, los comprados en invierno. La estrategia tiene que ver con el consumo domiciliario del gas en Argentina, muy estacional, ya que el uso de energéticos para otros componentes industriales los viene resolviendo con otras fuentes propias y el abastecimiento a través de metaneros.
Aranguren fue reemplazado por Javier Iguacel, un funcionario de más bajo perfil que el ex Ceo de Shell y que ya se desempeñaba en Obras Públicas como Director de Viabilidad.
La primera semana de julio, Enarsa alertó que YPFB desde mayo en promedio envió un millón de metros cúbicos día (MMm3/d) de gas menos de lo requerido por el país vecino. Sin embargo, el ministro de Hidrocarburos, Luis Sánchez, salió al paso para decir: “lo que nos nominan, les enviamos”. Pero no precisó a cuánto ascendió la nominación argentina y qué volúmenes diarios de gas natural se envían para el periodo de invierno, considerado el más crítico en demanda energética del vecino país.
“Ustedes saben que el invierno es difícil para los dos países; por un lado Brasil pide más, por otro lado hay consumo interno mayor y en Argentina también no se cumple (con la demanda), pero creemos que no son tan grandes estos desequilibrios”, señaló Álvarez.
La sombra del FMI
En cualquier caso, el Ministro Aranguren acabó siendo cesado en el mes de junio por un agobiado presidente Mauricio Macri, que recurrió al Fondo Monetario Internacional (FMI) para frenar la progresiva destrucción financiera del país y el derrumbe del peso argentino por falta de credibilidad mientras algunos ministros, como Aranguren, sostenían que seguían teniendo su patrimonio en el extranjero como medida de seguridad.
Consultado el embajador Álvarez por ANF sobre cómo está afectando el derrumbe del peso, que bordea las 30 unidades por el dólar y si eso pudiera suponer retrasos en los pagos, Álvarez dijo que “hubo un retraso este mes que creo que ya se complementó estos días, pero no va a haber retrasos”.
ANF cita la versión de YPFB, en la que aclara que el contrato de compra venta de gas natural suscrito con Enarsa es energético; por tanto, el cumplimiento de las obligaciones contractuales es en energía (BTU) y no así en volumen (m3), y que en el presente año, no se han generado multas por fallas de suministro de gas. En la práctica significaría que YPFB remite el gas con licuables que elevan el poder calorífico, es decir, con el etanol y propano que se debería separar en la planta del Gran Chaco.
Las dudas del gas
Los números de producción y de nominaciones para el mercado interno y la exportación son demasiado cercanos, lo que ha generado dudas en diferentes momentos de la relación binacional.
Según los datos de Yacimientos, que en los últimos meses ha retirado información esencial de su página web, se produce alrededor de 60 millones de metros cúbicos al día, 30,5 puede pedir Brasil, 23 Argentina y entre 12 y 15 se consumen en Bolivia, cuyo incremento de nivel de vida se ha convertido también en un mayor uso del combustible para su bienestar. SI todos operaran al máximo no se podría abastecer los contratos. Brasil puede pedir un mínimo de 24 y Argentina 20, lo que dejaría un margen de 16 millones de metros cúbicos para Bolivia.
Proposición difícil de atender en Argentina
El ministro Luis Alberto Sánchez presentó la proposición de Argentina de comprar más gas en invierno y a precios más altos y menos en verano como una buena señal sobre la credibilidad del sector, sin embargo se advierte que no hay posibilidad real de afrontarla, puesto que los márgenes de producción rondan ya los de consumo diario.
Otro problema es que, a meses de que acabe el contrato de exportación con Brasil, no se han desarrollado alternativas para utilizar el gas en industrialización o exportarlo en GNL por Perú, Uruguay u otro mercado. Esta situación deja en debilidad a Bolivia, que requiere el mercado argentino, que a su vez pide rebajar precios.